Doce:

Mia:

Mama estaba parada en la puerta, Mony estaba con Gigi en sus brazos, mirando a mi mama con ternura.

—¿Te cuidas, si? Si necesitas algo me llamas y me vuelvo en seguida.—Sonrei y asenti.

—Mama son unas cuantas semanas, te llamare o llamame cuanto quieras hablar, estare pendiente. Te mereces estas vacaciones.—Nos abrazamos fuerte.

—Sentí unos bracitos en mis piernas, Gianella se habia abrazado a mis piernas mientras lloraba,—Nena.—La tome en mis brazos y ella me abrazo mientras se escondió en mi cuello.—Nos vamos a ver en unos cuantos días, voy a llamarte por teléfono y nos veremos por Skype, ¿Esta bien?—Gigi asintió y me beso la mejilla, la baje y me puse a su altura.

 Extendí mi mano para que chocara los cinco y empezar nuestro pequeño saludo, ella hizo lo mismo y chocamos las palmas, luego ella tomo mi meñique con el suyo y terminamos chocando puños. Caden se despidió de amabas y después de un poco de llanto de parte de mi mama, ellas se fueron.

—¿Y ahora?—Pregunto aburrido.

—He faltado al colegio.—Frunci el ceño.

—Falte al trabajo.—Murmuro con cara de preocupado.—Voy a usar tu teléfono para llamar y decirle al jefe que mañana hago doble turno.— Asentí y entre a la cocina.

Saque los cereales y la leche, también saque el juego de naranja y pan para tostadas. En todo este tiempo con Caden había aprendido, que le gustaban las tostadas solas  y el juego de naranja para el desayuno. Me acerque al reproductor de música y conecte mi teléfono, puse una lista de reproducción y deje que las canciones pasaron solas. Midnight Memorias sonaba, yo estaba cantando el solo de Niall y en realidad me había enganchado con la cancion y cuando llego el grito de Harry grite haciendo que Caden largara una carcajada, me di vuelta y lo vi en la puerta, asi que comencé a bailar y el solo me miraba y sonreía.

—Bailas bien nena.—Sonrio y yo le guiñe el ojo riendo.

Una versión de We own it, sonaba, era un colaboración con T.Mills, Mike Posner, Sammy Adams y Niykee Heaton. Mientras Caden se sentaba en el desayunador, yo dejaba el juego y las tostadas enfrente de el, luego volví por mi cereal y me sente. Hubo silencio por unos minutos, cuando iba a decir algo el timbre sonó, mire a Caden y este frunció el seño.

—Tal vez tu madre se olvido algo.—Ambos nos paramos y fuimos hacia la puerta.

Cuando abrí la puerta, sentí que iba a desmayarme. Mi querido hermano de parte de mi ex padrastro, estaba parado enfrente mío. El era el hijo del idiota papa de Gianella, siempre nos habíamos llevado bien, pero algo había pasado y cuando su padre se fue, el también, dejándome triste y molesta. Su labio sangraba y estaba despeinado, sus tatuajes ya no lo hacían ver tan malo y el aro de su ceja estaba tapado con sangre. Los colores locos de su pelo estaban desvanecidos.

—Se que me odias, pero te necesito.—Susurro apoyándose en el marco de la puerta con una mano en el abdomen.

Caden:

No se quien era, ni porque necesitaba la ayuda de mi chica, pero me ponía extremadamente alerta  y me daba mala espina, el chico tenia el cuerpo con muchos tatuajes, casi tantos como yo, pero el tatuaje que tenia en el cuello me llamo la atención, era el mismo que tenia Mia pero mas grande.

—El labio de Mia tembló, ella iba a llorar y eso me ponía extremadamente irracional, odiaba verla llorar.—Te necesito.—Se acerco a ella, los ojos de Mia brillaron dando señal que iba a llorar.-

—Siéntate en el sillón.—Ella corrió la cara y me miro con angustia.

—¿Que tal amigo?—Me miro sonriendo con voz perezosa, asentí en modo de saludo y mire a Mia.

—Después te explico.—Me respondio con voz temblorasa.

Mia se sentó al lado del chico que miraba cada cosa que ella hacia, el tipo la miraba como si Mia fuera lo mas lindo que el había visto y estaba seguro yo la miraba igual y no podia soportar que alguien mas la mirara asi.

—Listo.—Mia dejo todo arriba de la mesa y lo miro seria.—Ahora me vas a explicar que te paso.—lo miro y créanme que les digo que nunca nadie querría recibir una mirada asi de ella.

—Tuve una pelea.—el chico la miro aun con la remera rota y parecía que esperaba que Mia se sentara en su regazo o algo asi.

—No me digas imbécil.—Mia fue lo mas sarcástica que pudo.

—Me pone cuando eres sarcástica.—La miro deseandola y  aunque Mia ni se inmuto, yo estaba tan cabreado como era posible.

—Si no me vas a decir vete, la estaba pasando bien hasta que llegaste.—Se dio media vuelta y se sentó a mi lado en el sofa.

—Conmigo la pasabas mejor.—Tenia la mirada seria, la mandibula apretada y no despegaba la mirada de de Mia y la cercania que teniamos, el estaba celoso.

—Pasado pisado.—Mia se paro y el chico quejándose se paro y se acerco a ella.