Mia
Roger me miraba con el ceño fruncido mientras yo bebia mi cerveza como si fuera la ultima bebida que iba a tomar en la vida.
—Bien, entiendo todo pero si el te gusta, no te asusta nada de lo que hace ¿Porque vas a terminar con el?—rodee los ojos y suspire frustrada-
—¡No somos nada mierda!—el suspiro y se acerco a mi.
—Sigo sin entender porque no vas a dejar que lo de ustedes siga, el te quiere Mia, lo veo como te mira.— En ese momento sonó el timbre y Roger se levanto del sofa.—Piensa en lo que te acabo de decir.—Suspire y me tire para atrás en el sofa.
—¿Como que no puedo entrar? ¿Estas con alguien?—La voz de Jason sonó como musica para mis odios en este momento. Se paro en seco al verme, me pare rápidamente del sillón y trague saliva.
—Bebe…—susurro y su voz sonó mas ronca de lo que alguna vez la escuche.—¿Ustedes…están juntos?—Mire a Roger que lucia incomodo.—Hijo de puta.—se dio la vuelta y empujo haciendo que ambos caigan al suelo.
—¡Jason!—grite y el paro en seco, me acerque a el y lo tome de la mano.—No estoy con el, solo somos amigos, lo sabes, somos amigos desde siempre.—El me miro y su respiración era tan acelerada que me asuste.—Tranquilo, ¿si? Vamos a habla.—Nos sentamos en el sillón y cuando Roger vino con cervezas, nos pusimos a hablar.
El me contó que sus padres se estaban divorciando, que lo llamaron de la universidad y tiene una beca, me dijo que estaba bien y que me extrañaba. Le conté que mi mama se había ido de vacaciones, que seguía siendo amiga de Caden y que también lo extrañaba. Y a decir verdad, nunca había pensando en el, pero cuando pensaba en todo lo que pasamos, en las veces que el me abrazo porque pelee con mama, las veces que se quedo conmigo hasta tarde estudiando, las veces que nos quedamos entrelazados en las gradas del colegio, las veces que el me miro a los ojos y me dijo que me amaba, si, lo extrañaba. No podía creer que todo eso se hubiese esfumado, Caden apareció atrayendo todos los problemas, y no es que me arrepintiera de nada, lo queria como la mierda, pero Jason estaba junto enfrente mío, mirándome con esos ojos que tantas veces me habían visto llorar, reír y crecer, era imposible no extrañarlo. De camino a casa, pensé en Caden, en su sonrisa, en la manera que se había metido en mi vida y en la de mi familia, la manera en me cuidaba del mundo, la forma en que me miraba y se sentía seguro. Me gustaba y mucho, en tan poco tiempo, el se metió en mi piel, sin darme opción de negarme a quererlo. Sabia que no podía estar con uno sin dañar al otro, pero los quería a ambos.
Cuando llegue a casa, el no estaba, subí a mi cuarto y vi la parte donde Caden la había golpeado, suspire y me acosté en mi cama. Mire al techo y me puse a pensar en todas las veces que rogaba emoción en mi vida, las veces que quise una vida emocionante, o una vida normal, pero perfecta, que fuera perfecta para mi, no para los demás, con un novio, una mama, un papa, sin mierda de pasado…pero ahora, estando en mi cuarto, con la ropa de Caden tirada por mi cuarto, con las fotos de Jason aun pegadas en el fondo de mi armario, con su chaqueta del equipo colgada, pensé que quizá la vida que tenia estaba bien, que fui la persona en el momento equivocado, no tendría que haber estado en esa disco esa noche, no tendría que haber conocido, ni besado a Caden, yo tendría que haber seguido con mi vida y no haberme quejado. Pero ahora ya lo tenia a el, y el me tenia a mi. Lo quería y Jason ya había tenido su oportunidad, así que si solo Caden quería tener algo conmigo, iba a intentarlo, dejar de pensar en la emoción de un novio que estuviera en una pandilla y solo pensar en que Caden era Caden y era un idiota al que quería. Suspire y me levante de la cama, quien diria que ver a Roger si me serviria.
Pasada la hora comencé a limpiar, limpie la alfombra, en donde todavía estaba la marca de sangre, junte la ropa de Caden y la puse a lavar, hice la cama y lave los platos. Ya había faltado demasiado a la escuela, y solo faltaban 4 meses para graduarme y no hacer nada, por lo tanto, al otro día iría. Prepare las cosas del colegio y le pregunte a Roger si al otro día pasaría por mi. El me respondió que si, así que me despreocupe y seguí ordenando. Cuando las horas pasaron y Caden no apareció me preocupe. Estaba molesta porque me grito, pero el había dicho que lo sentía, el no sabia la manera en que odiaba escuchar gritos, muchas veces Gigi, se ponía en papel de histérica y niña malcriada y me perturbaba cuando empezaba a gritar o cuando simplemente mama venia mala del trabajo y discutíamos ella levantaba la voz, simplemente no lo soportaba. Escuchar gritos me recordaba a cuando mi padre se fue, me recordaba a cuando discutía, a cuando nos atacaban en casa, también me recordaba a cuando mama discutía con Jeff, el papa de Ronnie, el me abrazaba y me decía que iba a pasar, el nunca tenia miedo, el simplemente era frío y siempre había creído que era una especie de héroe, eso fue antes de que yo fuera inteligente.
Editado: 05.07.2018