Solo Mia

Quince:

Caden:

Me desperté y eran las 2pm, suponía que Mia estaría en la escuela y yo por alguna razón estaba en su cuarto, esperaba con muchas ganas que ella me perdonara, recordaba todo lo que había pasado, era una mierda lo que había hecho y como me había comportado, en su casa, en el sofá donde mis chicas se sentaban a ver películas. Me bañe rápido y fui a la casa de mi padre, estaba seguro que mi papa y mis hermanos me darían una paliza cuando les contara lo que paso.

Pasaron dos horas de la salida del horario habitual de Mia y ella no contestaba el teléfono, estaba nervioso como la mierda y se que ella estaba enojada, por lo que me ponía en duda si tenia que ir a buscarla o no, tal vez ella estaba con sus amigas y no quería contestarme. Cuando la puerta se abrió y una Mia con lagrimas en los ojos y un niño en los brazos entro mis alarmas se encendieron.

—Joder Mia ¿Que paso?—Ella saco la manta que cubría al niño y vi que era nada mas y nada menos que la dulce Gigi. Estaba dormida y con la misma ropa con la que se fue.

Secuestraron a mi mama, Ronnie…el fue a buscarme después de la escuela y estaba con Gigi, ella estaba tan asustada.—Mía empezó a llorar y la abrace, bese su frente y Gigi se despertó.

—Caden…—abrió los ojos grandes y se colgó de mi cuello, la abrace fuerte y sentí como mojaba mi cuello con sus lagrimas.—Hombres negro, llevaron a mama y pum pum.—levante una ceja y trate de analizar lo que ella me decía.

—Unos hombres de negro se llevaron a mama y luego dispararon.—Mia miro para abajo y yo asentí.

—¿Gigi quieres que te bañe y te lea un cuento?—ella asintió y se bajo de mis brazos, nos tomo de la mano a Mia y a mi.

(..)

Gigi dormía cómodamente en la cama de su madre, cuando tocaron la puerta, Ronnie apareció y al verme sonrío sarcastico, entro sin saludarme y abrazo a Mia, ella le respondió y sollozo en su pecho, suspire frustrado, ella no había querido tocarme desde que llego.

—La quiero de vuelta, por dios Ronald haz algo.—Escuchar a Mia llorar tanto me partía el alama. Su voz sonaba desgarradora, y eso era lo peor que mis oídos podían escuchar.

Mony esta internada, llego hace una hora al Hospital de la Capital, mañana podrás ir a verla, puedes decirle a tu amigo que te acompañe.—Fruncí mas el ceño, mas de lo que podía, ya que desde que el apareció mi expresión no había cambiado.—Ahora tengo que irme, supongo que te dejo en buenas manos. —Ronnie me dio una ultima mirada y beso la mejilla de Mia.—Nos vemos nena, puedes llamarme a cualquier hora.

Cuando el se fue Mia se sentó en el sofa y respiro hondo, yo solo la mire deseando que me deje abrazarla.

—Esto es mi culpa…—me acerque a ella, pero se alejo rápidamente.—Nunca debí acércame a ti. Debí alejarte en cuanto supe, pero deje que el hecho de que mi vida tuviera emoción sobrepasara los limites.—Mis ojos se abrieron.

—No puedes quedarte sola.—Ella sollozo y respiro hondo.

 —Ya no lo soporto...—las lagrimas ya no salían, su mirada estaba fija en el piso.

—Vamos Mia no hagas esto.—me acerque a ella y esta vez no se alejo.

—¿Que no haga que? Ya esta Caden, vete a casa.—Se cruzo de brazos y se apoyo contra la pared.

—No, tu eres mía, no puedes dejarme.—La abrace y sin pensarlo dos veces la bese. Ella se alejo y me miro seria.

—Tengo muchas cosas en la cabeza, pero todavía recuerdo que trajiste a esas dos putas a mi casa, casi las follas en el sillón en donde mas de una vez dijiste que me querías, en donde Gianella ve la televisión en tu regazo, eres un hijo de puta Caden.—su mirada era fria y no podia sentirme peor.

Lo se, todo lo que dices es verdad y se que no es una excusa pero estaba ebrio y en realidad no soy muy inteligente cuando lo estoy, pero te quiero eso es verdad. Quiero a Gigi y voy a hacer lo posible para recuperar a tu mama.—ella me miro y negó.

Necesito tiempo, no puedo con esto sola, ¿solo es una discusión bien? Vamos a estar bien, solo necesitamos tiempo…-sonaba a que quería convencerse a si misma, así que solo me acerque y bese su frente. Ella solo se dio media vuelta y se fue a su cuarto.

 (…)

Gigi y yo estábamos preparando la comida. Hace una semana las cosas estaban muy raras, éramos como un matrimonio, pero Ronnie no dejaba a Mia en paz, iba para todos lados con ella, no la dejaba sola y eso me ponía alerta y muy nervioso. Gigi estaba batiendo una mezcla para hacer un mini pastel. La comida ya estaba lista, solo faltaba que Mia llegara, la observe durante unos minutos, ella era como parte de mi familia, todos la adoraban, hasta los mellizos, ella todavía decía que era mi novia, pero su hermana no, ella era complicada, dormíamos juntos, no podíamos salir con otras personas pero no podía llamarla novia. 

—Ya llegue.—se escucho la voz de Mia en el living. Empecé a poner la mesa y algunos minutos después, apareció en pijama y con el pelo atado.—¿Como están?—ella beso la mejilla de su hermana y luego beso mi mejilla.



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En el texto hay: accion, chicomalo, pandilla

Editado: 05.07.2018

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