Bajo el cielo de la esperanza,
donde el sol nunca se esconde,
camino con el alma en calma,
saboreando el eco que responde.
El viento susurra tu nombre,
como un canto suave y lejano,
y aunque la distancia se asome,
siento tu amor cerca, humano.
Cada estrella, una promesa,
un reflejo de lo que viví,
y aunque la vida me de sorpresa,
tu luz en mí siempre será aquí.
En el silencio, tu voz resuena,
como un faro que guía mi andar,
y aunque las sombras me condenan,
sé que tu amor me sabrá salvar.
Así sigo, sin mirar atrás,
con la fuerza que me da el amor,
porque aunque el tiempo pase fugaz,
tu luz será mi eterno resplandor.
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soledad tristeza, soledad dolor recuerdo, soledad tranquilidad
Editado: 22.03.2025