Solo mientras duermo

El eco de la memoria

La oscuridad parecía no tener fin. Me sentía perdido en un laberinto sin salida, sin rumbo. La memoria de tu amor era lo único que me quedaba, pero incluso eso parecía estar desvaneciéndose.

Un día, mientras caminaba por las calles vacías, escuché un eco. Un eco de tu risa, de tu voz. Me detuve en seco, mi corazón latiendo con fuerza. ¿Era real? ¿Era solo mi imaginación?

Seguí caminando, intentando encontrar el origen del eco. Pero no había nada. Solo la oscuridad y el silencio.

Sin embargo, el eco persistió. Escuché tu voz susurrando mi nombre, escuché tu risa resonando en mis oídos. Me sentí como si estuviera volviendo a vivir momentos que habíamos compartido.

La oscuridad parecía estar retrocediendo, y la luz de la memoria comenzó a brillar de nuevo. Recordé tus ojos, tu sonrisa, tu tacto. La nostalgia me invadió, y me sentí como si estuviera a punto de volver a tenerte cerca.

Pero la realidad me golpeó con fuerza. No estabas allí. La oscuridad regresó, y el eco de la memoria se desvaneció. Me quedé solo, con lágrimas en los ojos, y un corazón que latía con dolor.




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