Owen Koster Dekker
—Gracias—musito a la chica cuando salgo del baño, verla me causaba cosas extraña, sus ojos eran iguales a los de Mila al igual que su cabello, incluso, puedo decir que se parece mucho a la chica que vi en Nueva York, no obstante no creo que sean la misma persona.
—No hay de que—ella se dio cuenta de que no apartaba la mirada de su rostro y se puso colorada, me hizo recordar aún más a Mila, ya que está de adolescente, se ponía asi conmigo cuando pasaba por su casa.
Pero su voz es rara, habla como si tuviera algo en la garganta, pensé en preguntar, pero luego me di cuenta de que sería indiscreto. Ella me mira haciendo gestos, como tratando de definir algo que no comprende.
Uno de los gemelos hace eso mismo... Basta Owen deja de encontrarle parecido con Mila y tus hijos, ella no es tu mujer, es hermana del responsable de su muerte.
—Mi nombre es Owen, por cierto tu hija es preciosa y muy inteligente—ella bajo la mirada.
—Gracias, asi es, pero también es manipuladora y coqueta, por cierto mi nombre es Milena—extendió la mano hacia mí y cuando estaba a punto de tomarla escuchamos un ruido y ella salió despavorida pidiéndome seguirla.
Entramos a una habitacion a unas puertas, luego ella me quedó viendo y sacudió su cabeza de un lado a otro.
—Siento que te conozco de algún lado—expuso lo cual me puso nervioso y no sabía bien la razón.
—¿De dónde eres?—cuestiono.
—Soy holandés…—ella me miró con terror, sus ojos estaban impregnados de absoluto terror.
—¡Salte, vete, por favor, sal!—comenzó a gritar lo cual me pareció aún más extraño, ella cerro la puerta con fuerza y casi estoy seguro de que comenzó a llorar, queria comprender que le sucedía pero me di cuenta de que lo mejor era regresar y no llamar la atencion.
—¿Dónde te habías metido?—Mason me regañó, pero no pude hablar mientras estábamos en esa casa.
…
—Todo eso es muy raro—musita, una vez le cuento todo, aun recuerdo su mirada de terror y me preguntó que hice mal.
—Asi es debemos investigar más, esto me huele muy mal—digo y el asiente.
—Talves sabe de nosotros y por eso se puso nerviosa cuando supo de donde somos—asentí, sabía que debía acercarme a ella.
Estar lejos de mis hijos era difícil pero trataba de hablar con ellos por las noches y decirles lo mucho que los amo, ellos estaban felices con sus primos y la familia de Amira, los arabes son muy hogareños y tratan a los niños por igual.
Dos dias habían pasado y teníamos varias cosas más sobre Andrei y su familia, Lisa no estuve presente en la fiesta, lo cual fue extraño, aunque estábamos con antifaces, si buscas a alguien que conoces no es tan difícil encontrar.
De momento teníamos información de que unos meses después del incendio en mi casa ellos viajaron acompañados de varias personas que hoy en día están muertas o desaparecidas, supongo que los mataron para no dejar evidencia, pero como no hay crimen perfecto supimos de un policía ruso que tiene información lo unico es que está en silla de ruedas y muy lejos de aquí, nos pidio dinero lo cual no es un problema pero también sacarlo de Rusia sin que ellos sepan.
Lo tienen en un psiquiátrico asi que estábamos planeando como sacarlo y asi recibir la información que esperamos sea jugosa.
Yo no he podido matar la curiosidad de la chica, me sé su nombre, pero hasta en eso se parece a Mila, asi que no me gusta decirlo.
Cada día la observo e incluso he tenido interacciones con su hija cuando se le escapa, la cual es muy inteligente y manipuladora.
—Buenas tardes—entro a la floristería cuando los otros dos empleados salen, ella me observa con algo de temor, mira a su hija, la cual al verme se acerca a saludarme.
—¿Por qué me tienes miedo?—la cuestiono al ver sus manos temblar.
—Yo... este ya está cerrado—logra decir casi con tartamudeos.
—Por favor explícame por qué me miras con tanto temor, yo no te he hecho nada, si me dices prometo irme—explique ella me miró aún con terror, su hija se fue a jugar con unos cuadernos y plumones asi que respirando profundo dijo algo que me perturbo.
—Hace un par de años fui violada por un grupo de holandeses, siempre le he tenido miedo a los hombres contigo fue diferente me generas confianza aunque no sé a ciencia cierta por qué asi que cuando dijiste que eras holandés activaste algo en mí que me causo pavor, por favor no te me vuelvas a acercar, lo unico que deseo es paz ya mucho he sufrido—mientras hablaba comenzó a llorar y entendí que lo mejor era retirarme aunque con un mal sabor de boca...
—No siempre debemos de etiquetar a las personas por su sexo, etnias, apariencia o religión, pero imagino que eso fue traumático para ella—me dice Mason al llegar al departamento y contarle lo que me dijo la chica.
—Sí, por eso tome la decisión de dejarla a ella fuera de esto, por ahora enfoquémonos en el pez gordo y sus ecuases—musite, Mason aún no la ha visto y no he querido mencionar mucho de ella, pues no quiero que al regresar a nuestro país me internen en un psiquiátrico.
—Mañana nos reuniremos con Koslov y sus hombres, supuestamente queremos hacer negocios con sus diamantes, aunque no es el caso, ya que sabes que mi cuñado me ayuda con eso—me mostró algunas otras cosas que debemos tener en sincronía para no cagarla.
—Bueno, ya que tenemos todo listo, iré a tener sexo telefónico con mi esposa—dijo como si nada y se fue mirando su movil.
Me quedo pensando en mis noches de sexo sado o simplemente haciendo el amor con mi mujer y sentí la nostalgia del olvido, aunque mis hijos aparecieron poco después no quiero ni imaginar que ella este viva porque de estarlo la deben tener atada maltratándola en alguna mazmorra o quien sabe si algo mucho peor.
Pues si ella estuviera bien y en libertad ya hubiera hecho todo lo posible por comunicarse con alguno de nosotros, muy dentro siento que aún vive, pero solo es el reflejo de un anhelante sueño imposible.
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Editado: 29.01.2025