Solo mírame

17- Todo por ellas

Owen Koster Dekker

Mason se encargó de avisarle a su padre sobre Mila y lo poco que sabíamos de ella y sus recuerdos perdidos, dos de sus primos vinieron a nuestra ayuda y ya en Kuwait estaban preparando un avión para venir por nosotros porque sin duda alguna tendremos que pelear con los rusos.

Lo mejor para ella y toda la familia es que los niños y las mujeres estén seguros y ambos sabemos que ese país arabe es la mejor opción, estaban bajo la protección de los arabes nada les pasara.

No sé qué exactamente lo que descubrió, pero cuando me hablo se escuchaba alterada y su voz estaba perdida en el llanto.

Luego de una hora aproximadamente salimos en su búsqueda aunque estamos nerviosos, espero ella confíe en nosotros y nos cuente lo que descubrió, me encantaría que me dijera que recuerda quienes somos y nuestros amor, que me pregunte por los gemelos y que anhele irse conmigo, pero presiento que la realidad es otra muy diferente.

—¿Es raro que aún no lleguen?—cuestiono Mason, pero yo no respondí, solo me que quede observando la floristería como esperando que de pronto algo inesperado sucediera.

Queria confiar que ellas estaban allí y que nada malo había pasado, no me podía imaginar que luego de tanto luchar, buscar, investigar y sufrir no pudiera tenerla a mi lado, para protegerla, amarla y cuidarla.

Nuestro informante ya estaba resguardado en el país arabe y solo espera por nosotros para compartir más información, ya que el desgraciado no fue nada tonto y se guardó cosas solo para él y asi mantenerse a salvo.

—Ya pasaron 15 minutos estoy a punto de ir a la casa de Andrei y formar una guerra, necesito a mi hermana y la quiero ya—Mason se alteró, pero yo solo miraba atentamente hacia dentro esperando alguna señal.

Estaba a punto de perder las esperanzas igual que mi amigo cuando de repente vi un movimiento dentro, fue sutil pero supe de inmediato que ellas estaban allí.

—Creo que están adentro, pero por alguna extraña razón no salen, esperemos un poco más—en cuanto termine de decirlo, la pequeña Dasha salió corriendo y se quedó mirando para todas partes, asi que decidi salir del auto, suponiendo que me buscaba.

—Hola pequeña…

—Ayudame mi mami está llorando y se agarra la cabeza porque le duele, no puede caminar, ayudala no quiero que se muera, mi mami no se puede morir—Mason ya estaba a mi lado y de inmediato tomo la mano de la niña mientras yo corría al interior de la floristería.

En cuanto entre la busque y no tarde en encontrarla en el suelo tomándose de la cabeza con notables signos de fuertes dolores.

—Ya estoy aquí te llevaré…

—Owen el dolor es… siento que voy a morir yo, por favor cuida a Dasha yo…

—Tranquila, preciosa confía en mí todo estara bien, lo prometo—musite con seguridad pero a la vez lleno de miedo.

No lo analice mucho, solo la tome en brazos y corrí al auto, Mason me siguió junto a la pequeña y salimos a toda velocidad.

—¿Qué tendrá?—cuestiono su hermano y yo estaba igual de preocupado que él.

—La mochila… carpeta…un bebe…. Ayuda—balbuceaba Mila, Dasha lloraba al ver a su madre delirando Y yo me sentia muy impotente por no poder ayudarlas más.

—¿De qué mochila y bebe habla?—cuestiono Mason, supongo que imaginando los peores escenarios al igual que yo lo hacía.

¿Será que está embarazada porque fue abusada? Me lleno de rabia solo con imaginar un escenario similar.

Mientras Kai conduce Mason llamo a un doctor de confianza y este llego junto con nosotros a donde nos estábamos quedando.

Espero que pueda ayudar a mi mujer a sentirse mucho mejor, que me pueda explicar que fue lo que paso porque sin duda alguno algo terrible sucedió.

El doctor en cuanto vio a Mila nos dijo que parecía tener un ataque de pánico mezclado con fuertes dolores de cabeza, le explicamos lo que le ha sucedido y este nos comentó que quizas dejo de tomarse algún medicamento que bloqueaba su mente y que es posible que estos episodio se repitan con regularidad.

Este le inyecto un calmante lo cual la hizo dormir, Dasha no se quiso separar de su lado, lo cual no parecía tan anormal debido a que a pesar de conocerme y que su madre confiara en mí no nos conocía lo suficiente, tiene solo cinco años y solo sabe que su madre no está bien.

Me quedo sentado en el sofá solamente esperando que ella despierte y pueda contarme lo que sea que hubiera sucedido, existe la posibilidad de que sus recuerdo estén regresando y eso la tenga asi lo cual si es el caso me haria inmensamente feliz.

—Deberías de llevarle galletas y leche a la pequeña, debe tener mucho miedo y confusión, ya llevaban más de dos horas encerradas—Mason me saca de mis pensamientos.

—Tienes razón, soy un…

—Yo también estoy igual, solo ve, iría yo, pero esa niña no en mí, apenas me ha visto un par de veces, lo menos que queremos en una niña de cinco años llorando porque se sienta amenazada—dijo lo ultimo con un poco de diversión, me puse de pie y fui a la cocina, ya estaba la bandeja con un vaso de leche y galletas con chispas de chocolate.

La tomo y camino directo a la habitacion, la puerta estaba entre abierta, asi que observo que la pequeña está sentada al estilo indio en el suelo con una carpeta en sus manos.

—Hola linda, te traje leche y galletas. ¿Qué haces?—la cuestione mientras me acercaba a ella.

—Mi mami lloraba por esto, no conozco aún todas las palabras, pero ya sé leer y aquí decía que ella tuvo un bebe antes que yo y eso es lo que la tiene asi, no entiendo eso. ¿Me explicas?—la miro con la boca abierta, pues no sé qué decirle.

—Me permites leerla mientras tu comes la merienda y ves caricaturas—encendí la pantalla y salí con la carpeta en mis manos, las cuales temblaban un poco.

Mason me observo llegar con eso en mí manos y sin decirnos nada se sentó a mi lado y ambos empezamos a leer las más de 20 páginas que había en ellas, todas hablando sobre la condición médica de mi tigresa, su expediente médico y mucho más.




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