Solo mírame

18- Ruinas y pervesidad

Narrador omnisciente

Andrei junto a Lisa y su hermana venían de regreso luego de unos dias alejados de todo, le habían informado que Milena estaba actuando de una manera extraña y poco habitual y eso lo hizo ponerse alerta, cuando hablo con su sobrina no sintió nada raro, pero decidió acelerar su regreso y cerciorarse por sí mismo de que la situación no fuera preocupante.

Lo menos que le convenía ahora es que Milena descubriera todo lo que tenian guardado bajo el armario, aún no era momento de que todo saliera a la luz, pues deseaba que el dolor que sintieran los holandeses ante su rechazo fuera monumental.

Luego de leer atentamente cada cosa en la carpeta y recibir un correo con otra información respecto a Dasha y que hace en la vida de mi Mila. Mason y Owen, pensaron que parecía una historia escrita por un ser con pocas neuronas en funcionamiento y una imaginación macabra.

Mientras los holandeses cuidaban de una Mila aún inconsciente, pero sabiendo que era normal para el estado en el que estaba, los rusos venían de regreso en su jet privado listo para controlar la vida de Milena.

Lisa escuchó los lamentos y quejidos desde la habitación privada del jet, estaba furiosa porque cada día que pasaba el descaro del ruso no tenia límites. Cuando lo vio salir arreglando su ropa, queria morderse la lengua, pero simplemente exploto.

—Porque ni siquiera disimulas, hasta la tripulación sabe que te coges a tu he…—Lisa fue callada con una cachetada que le hizo caer al suelo, su labio empezó sangrar. El ruso la miro con odio y tomando del cuello la levanto poniéndola a su altura.

—No te metas en asuntos que no son tuyos, todos los que trabajan para mí deben de tener la boca cerrada, pues sino luego de una visita le pueden entrar moscas—esa clara amenaza de muerte hizo que Lisa bajara la mirada al igual que la tripulación del Jet seguía en sus asuntos haciéndose los tontos, ya que nadie queria hacer enojar al ruso, pues sus castigos siempre eran severos y catastróficos.

—Andrei yo solo pensé…

—Lisa no estás aquí para pensar solo para abrirme las piernas y ser quien llevar cuando necesito compañía femenina. ¿Lo entiendes?—musito con una voz baja y tenebrosa, todos querían desaparecer del avión, pero para su desgracia estaban a miles de pies de altura.

—¿Lo entiendes?…—cuestionó enojado ante su falta de respuesta, Lisa lo miro llena de dolor, uno profundo que le hacía sentirse como una alma sin vida.

—Sí, señor—expreso para luego ser lanzada a uno de los asiento como un bulto sin importancia.

Lisa dejo salir algunas lagrimas de dolor, pues aunque antes penso amar a Owen, se había enamorado del ruso que la trataba como la peor basura, esos años junto a él había sido un dulce infierno, pues lo amaba con la misma intensidad que lo odiaba por su maltrato hacia ella y todo por culpa de su maldito amor enfermizo.

Andrei se encerró en el baño, aún respiraba como torro desbocado, el enojo que tenia era supremo, sabía que debía ser discreto, pero había momentos que sentia que solo estando con su gran amor prohibido, sentia paz en esa oscuridad que él mismo se había impuesto y aunque le dolía verla con esas tristeza en los ojos no podía evitar no hacerla suya cada que lo necesitaba.

—Si soy un desgraciado, un maldito bastardo, pero no puedo ni quiero dejar de serlo…

….

Narrador omnisciente

Milena despertó abriendo los ojos con lentitud, de inmediato se percató que estaba en un lugar, desconocido al observar todo no vio a su hija y se llenó de miedo, pero al ver las mochilas de ambas se calmó, trato de levantarse y se sintió mareada asi que se quedó tranquila un momento y luego se puso de pie, miro la puerta del baño abierto y entro en este, se miró al espejo y la imagen que le devolvió la hizo detenerse a observarse detenidamente, sentia que algo extraño había pasado pero no sabía que era.

Salió del baño unos minutos después, abrió la puerta que estaba cerrada y rogó que lo que pensaba sea la realidad porque de lo contrario significaba que su hermano las había encontrado y para nada sería bueno.

—Yo quiero los míos con mermelada, soy alérgica a algunas nueces como el mani, mira—Milena escucho la voz de su pequeña y ser acerco, acababa de salir de la habitación.

—¿Esta placa te la puso tu madre?—le cuestiono el holandés mirando que decía sus alergias en cinco idiomas.

Ruso

Alemán

Español

Neerlandés

Inglés

—No sé, siempre lo he tenido—respondió confundida y luego comió de su tostada, Milena los observo aún escondida, de repente sienta una presencia detrás de ella y al girarse ver al otro holandés.

—Ni con amnesia dejas las malas costumbres princesa—escuchar ese princesa removió algo en su estomago pero no de mala manera.

—¡Disculpa!—exclamo lo que alerto a los otros dos.

—¡Mami!—Dasha corrió hacia ella acompañada de Owen, el cual no dudo en estrecharla entre sus brazos como si temiera se le volviera a escapar.

—¿Estás bien?—cuestiono Owen levantando su barbilla. La vio asentir con timidez y se calmó, le resultaba extraño pensar en su tigresa asi de tímida, pero tenia claro que todo el daño que le habían hecho la había convertido en la persona que era en ese momento y tendría que conocerla de nuevo.

—Nos alegramos de que al fin despiertes—musito Mason, feliz de ver a su hermana mejorando.

—Gracias, tuve mucho miedo yo descubrir que…

—Ya sabemos tranquila, ahora come que tu necesitas recuperar fuerzas—dice Owen sin aún soltarla.

—Por favor, no dejen que Andrei nos encuentre, no confió en él—rogó tomando la mano de Mason y sin aún soltar a Owen.

—No sé quiénes fueron ustedes en mi vida pasada, pero ambos están en recuerdos confusos y siento que puedo confiar en ustedes—expreso mirando de uno a otro.

—Nosotros somos los hombres que más te amamos en el mundo y daríamos la vida por ti, asi que confía en nosotros, hermanita—Milena se agarró la cabeza porque le empezó a doler de solo escucharlo hablar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.