21- Tu verdadera vida

Owen Koster Dekker

—Ya que mi hija esta dormida aprovechen para decirme todo, no quiero vivir más en esta incertidumbre—musita mi tigresa mirándonos a los cuatro, Marker y Kai asintieron de acuerdo en contarle todo, peor ya el médico nos había dicho que no le diéramos información delicada toda junta, pues, podía ser perjudicial para su salud.

No obstante, Mason y yo quedamos en solo decirle lo esencial sin profundizar demasiado, ya que lo ultimo que necesitábamos es que le en pleno vuelo ella se pusiera como la última vez.

—Hace varios años tu y mi esposa Amira fueron secuestradas por unos rusos y cuando las rescatamos los matamos a todos, incluido el cabecilla que era el tio de Andrei Smirnov, en ese momento por supuesto no sabíamos y el tiempo paso sin ninguna represaría—empezó Mason, luego me miro para que continuara.

—Unos años después tu y yo ya estábamos casados—la vi abrir los ojos con sorpresa lo que no me esperaba, pues asume que ya sabia que ella y yo éramos pareja.

—Espera dejame ver si entiendo, tu eres mi esposo, tu mi hermano. ¿Y ellos?—cuestiono señalando a Marker y Kai.

—Son nuestros primos—dijo Mason.

—Ok, sigue—me hablo ella a mí mirándome luego de mirara sus primos.

—Yo soy tu esposo, mi tigresa, el gran amor de tu vida—dije y ella se sonrojó.

—Este yo…

—Seguiré… bueno, salí con mi cuñado fuera de nuestro país a resolver asunto de nuestro trabajo…

—Ustedes también son mafiosos. ¿Cierto?—cuestiono como para asegurarse, pues sé que ya lo sabía.

—Sí, en mi territorio nos especializamos en…

—No quiero saber de su trabajo, solo explíquenme cuando fue que me dieron por muerta—dijo con timidez como si temiera de nosotros.

—Mi princesa jamás nos debes temer, soy tu hermano mayor y haria lo que fuera por ti—le dijo Mason algo dolido.

—Eso mismo, digo, estoy enamorado de ti desde que eras una mocosa molesta, asi que jamás nos temas, siguiendo con el relato, mientras estábamos de viaje nos informaron que había atacado mi casa y tu no apareciste no viva ni muerta, por un tiempo tuve esperando buenas noticias pero los meses se convirtieron en años y yo sentia qué moria había perdido todo lo que amaba en un mismo día y no queria vivir más pero Dios tiene maneras sorprendentes de darnos a entender que el tiene la última palabra….

….Cuando nos enteramos quien fue el responsables llegamos a Rusia con la finalidad de vengarnos pero entonces te vimos y sentíamos que eras tu, pero sin pruebas y viendo vivir una vida muy diferente a la que teníamos no estábamos seguros—le detalle lo más suave posible, aún era pronto para hablarle del incendio y yo sé cómo tomará lo de que Dasha no es su hija y tiene un par de gemelos de 7 años que creen que su madre murió.

—Con las pruebas de ADN y algunas más que nos consiguió alguien que fue cómplice del ruso supimos parte de lo que leíste en el informe médico que tenias, en pocas palabras te lavaron el cerebro y te hicieron o más bien crearon esa vida para ti completamente ajena a la realidad, ya que nunca usaste ninguna droga, no te prostitutas y muchos menos abandonaste a ningún hijo porque Dasha…

—No es mi hija ya lo sé, me di cuenta y siempre sospeche de su parecido con mis herma… con ellos también hace un tiempo descubrir que hacen cosas de parejas, a pesar de ser hermanos—dijo ella mirando hacia donde estaba la pequeña.

—Eso ya lo sabemos, por eso el te hizo pasar por hermana para poder tener la niña cerca—dije y ella asintió.

—Entiendo que soy tu esposa y a pesar no recordar me siento bien a tu lado, me gustas, peor quiero que te quede claro que ella es mi hija, quizas no de sangre, pero sí de corazón y eso no cambiara jamás—dijo con una valentía que me hizo recordar a mi antigua tigresa.

—Estoy de acuerdo contigo, mi tigresa Dasha es también nuestra hija—exprese y ella frunció el ceño.

—Como que también…

—Mami, ¿por qué mi nuevo papa te dice tigesa?—la pequeña nos interrumpió con esa pregunta, una fuera de lugar.

—Se dice tigresa cariño y yo también quiero saber…