ENCUENTROS DESAFORTUNADOS.
— ¿En dónde estás hija?
—Estoy por entrar al banco, voy a retirar dinero- le respondí a mi madre que estaba al otro lado del teléfono.
— No debes estar en lugares donde hay mucha gente y lo sabes. —dijo un poco alterada.
—Si madre, ya lo sé, voy a tener cuidado chao, te amo hablamos más tarde.
—Está bien cariño, cuídate tu padre te manda saludos. —y colgó, solté un ruidoso suspiro mientras veía la larga fila para llegar a la ventanilla y ser atendido, había mucha gente parece que a todos se les antojó venir hoy a realizar pagos, pedir préstamos, guardar o retirar dinero, que mal día escogí.
Ni modo a hacer la fila se ha dicho. El tiempo pasó lentamente en el único banco que tiene este pueblo, siempre me he preguntado porque no hay otros bancos financieros, hay cajeros automáticos, pero están averiados y nadie los ha hecho arreglar.
La persona que está delante de mí por fin se va, ha llegado mi turno luego de una hora y media esperando. Ahhh al fin ya me estaban creciendo raíces.
—Pero qué demonios! Ponte atrás, respeta la fila. —le dije al chico que se acababa de poner frente a mí.—Has fila atrás.
—Oh, hola ¿quieres un autografo?—Preguntó sonriendo, tuve unas tremendas ganas de romperle su tan perfecta mandíbula de un izquierdazo.
—Si yo quisiera un autógrafo se lo pediría a Dylan O ‘Brian no a ti. —dije burlona. —¿Quién eres? Y ¿Por qué te colas en la fila?
La chica de atrás que había estado escuchando todo, se acercó más.
—¿No sabes quién es? —preguntó incrédula. ¿Acaso tenía que saber quién era él?
—No, no sé por eso pregunto. — el chico se empezó a reír a carcajadas de mí.
—¿No te parezco conocido? —preguntó haciendo una pose extraña, yo negué y él volvió a hacer otra pose—Y ahora.
Lo miré desde todos los ángulos posibles, traté de recordar su cara de palo, sinceramente si se me hacía conocido.
—Sí, si me suena tu cara —él sonrió satisfecho y me hizo un gesto con su mano para que hablara —tu eras el conserje gruñón de mi instituto, que nos gritaba que estaba mojado el pasillo y pasabamos corriendo.
—No juegues conmigo, muchachita; yo nunca he sido conserje y tengo mucho carisma y buen humor.
—Repítetelo hasta que te lo creas, ahora quítate que es mi turno.
—Por favor linda dama, dígale a esta muchacha quién soy. —le habló a la chica chismosa que nos escuchaba pelear.
—Claro que sí, él es Jeremy Julen el famoso cantante de nuestra ciudad, cuenta con varias nominaciones, se hizo conocido cuando apenas tenía 13 años al ganar un concurso…
—Chica, no me importa. Lo único que quiero es que me de permiso para poder hacer el depósito del dinero, es urgente. —la interrumpí, mi voz sonó un poco desesperada.
—Yo sólo quiero hacer un retiro y también “es urgente” —Dijo burlándose de lo que dije, ¡ahhh! Maldito, si por su culpa lo que voy a hacer se estropea juro que lo buscaré y mataré.
—¿Algún problema por aquí? —preguntó un guardia de seguridad del que nadie se había dado cuenta.
—No, ninguno—respondió el antipático que ahora sabía se llamaba Jeremy.
—Si, si hay un problema, él se ha colado en la fila y si no se quita no puedo hacer mi maldito depósito, ¡es muy urgente! —hablé alzando un poco la voz. El guardia me miró asintiendo con la cabeza y luego volvió su atención a Jeremy.
—Señor, ¿esta muchacha lo está molestando? —me quedé mirando al guardia con incredulidad, ¿acaso no escuchó todo lo que dije?
—Un poco, no me deja pasar a la ventanilla—dijo él haciéndose la víctima.
—Señorita por favor deje que el señor pase y usted va a hacer cola otra vez, no le molesta esperar un poco más ¿verdad? —preguntó con amabilidad fingida, me empezó a hervir la sangre de ira, solo por ser disque famoso le iban a dar preferencia, que… estupidez
—Llevo aquí mucho tiempo haciendo fila, como todos los demás en este sitio y usted me está diciendo que solo por ser una disque celebridad adinerada puede colarse en la fila y pasar antes que yo ¡¡¡¿enserio?!!! —Estaba casi gritando, sentí furia, indignación, impotencia, todo mezclado, una vida depende de esto y el muy… desgraciado me está diciendo que valla atrás a hacer fila otra vez. —¡¡¡¿Es enserio lo que dice?!!! Es indignante y discriminatorio para todos, ¿solo por ser una celebridad puede hacer lo que se le venga en gana? ¿Ah? ¡Dígamelo!
—Cálmese o tendré que sacarla del lugar, sédale su lugar y vaya atrás a la fila— Dijo muy calmado el guardia.
—Está bien, está bien, pero juro que si algo sale mal te prenderé fuego mientras duermes Jeremy Julen, una vida depende de este depósito y por tu maldito egoísmo le puede pasar algo. —Me hice a un lado, Jeremy me sonrió con superioridad y arrogancia, se salió con la suya; el guardia solo me miro de forma extraña y se fue, las personas detrás de la fila suspiraron aliviados, en cuanto a la chica que nos miraba, ella se me acercó.
—Puedes pasar antes que yo, no tengo problema con eso, si es muy urgente el depósito de dinero debes hacerlo. —Dijo muy calmada y con una sonrisa amable.
—Gracias, enserio muchas gracias, pensé que tendría que irme hasta el final de la fila, te lo compensaré ¿Qué tal si vamos por un café o un batido? —dije muy agradecida con la chica chismosa—Claro, si es que puedes. —me apresuré a decir.
—Si, está bien, soy Aria Hopper. —Dijo y extendió su mano para estrecharla con la mía.
—Soy Ingrid—Dije al estrechar su mano y le sonreí.
Esperamos alrededor de 10 minutos al antipático y por fin llegó mi turno, deposité el dinero, esperé afuera a Aria para ir a tomar algo a la cafetería de la otra calle.
—Listo, ya podemos irnos. —dijo ella sonriendo.
—Bien, ¿conoces la cafetería “Juegos de hambre”?
—No, nunca he escuchado de esa cafetería, que nombre tan curioso y extraño.
Editado: 19.09.2021