Que tal si hoy nos decidimos a creer en algo, no tiene que ser meramente religioso. Porque el creer supone tener confianza en alguien o algo. Pensar que si creemos nos volvemos imparables.
“A veces es difícil de entender que para llegar a un lado, hay que irse de otro”.
Caos- Magalí Tajes.
No nos frustremos si el creer en algo, no nos convence y llegue a decepcionarnos. Podemos creer en algo más o muchos más, depositando nuestra confianza en esa creencia.
Que tal si hoy nos basamos en que somos imparables si tenemos algo en lo que creer.
¿Y si creemos en las demás personas? Corremos riesgo a la decepción. Pero dicen que el que no arriesga no gana.
¿Y si creemos en nosotros mismos? Tomando como reto, el no llegar a decepcionarnos. Y volvernos mejor cada día, por el simple hecho de creer en uno mismo.
Estamos tan enfrascados en poder terminar el día, que nos olvidamos y nos perdemos de nosotros mismos.
Creer en uno mismo, a veces es tan difícil de proyectar, por el simple temor que nos llega a paralizar.
Por ejemplo, el miedo que nos produce el desaprobar un examen, nos sentimos frustrados que llegamos a creer que no estudiamos lo suficiente para poder aprobarlo. Y nos olvidamos de lo más importante el CREER en que uno es capaz y confiar en que podemos aprobarlo. Que somos capaces de enfrentar el temor que nos produce, afrontar los hechos y decirnos a nosotros que podemos lograrlo, sólo por el simple hecho de CREER EN UNO MISMO.