—¿Crees que estuvo mal?
Oliver no volteó a verme, creo que está más concentrado en elegir una canción para continuar jugando Just Dance. Yo no podía más con mi cansancio, me senté en el sofá y tomé el vaso de cristal que tenía a un lado para beber agua, algo que mi garganta agradeció bastante después, ya que le he contado sin saltarme un solo detalle todo lo que pasó con Dan la última vez que estuvimos juntos en su departamento.
—¿Mal que no hayas querido coger con él y que te inventaste lo de que estabas en tus días para no hacerlo?
—Ajam.
—Bueno, no tenías ganas, no creo que esté mal. Tampoco vas a coger por darle el gusto.
Me rasqué la cabeza y volví a mirarlo, ahora se está estirando un poco, esa última canción que bailamos nos dejó totalmente agotados.
—Pero lo que dijo después de que es demasiado pronto y eso... Quizás él tampoco quería.
—Entonces si tampoco quería, ¿por qué te estás mortificando con eso?
—Porque todavía no logro verme con Dan en ese aspecto, como que la atracción sexual no... —Respondo, llamando su atención por completo—. No está ¿sabes? Hemos estado un montón de veces solos en el departamento y no hemos intentado hacerlo. Además... No lo sé...
—A ver, a ver, ¿Dan no te pone horny? ¿Nunca te has tocado pensando en él? ¿Tan si quiera te tocas?
Oliver dejó el control en paz para poder enfocarse en mi respuesta, ¡Dios mío! ¿En qué momento se me ocurrió tocar este tema de conversación?
—Claro que me toco, pero no pensando en Dan.
—Si me dices que lo haces pensando en Matías, te juro que...
—¿Qué? Tenemos buenos recuerdos, no me digas que tú no te has manoseado pensando en experiencias sexuales pasadas.
—Claro pero, también fantaseo con la persona que me gusta. —Me dice, buscando mi mirada—. Algo que tú no estás haciendo. Una relación no solo se basa en lo que Dan y tú tienen, el sexo también es importante.
—Tal vez tiene razón y es demasiado pronto.
—O tal vez tu atracción hacia él es meramente intelectual.
Me encogí de hombros, no sabía cómo responder a eso. La única reacción que tuve fue quitarle el control para seleccionar una canción, de hecho en este momento cualquier opción parecía ser perfecta. Oliver se puso de pie en cuanto escuchó el "Dance", ni siquiera le he dado tiempo de seguir descansado. Timber empezó a sonar y la conversación quedó totalmente en el olvido entre nosotros, pero no para mí. Solo tenía en la cabeza eso último que Oliver me dijo, ¿será cierto?
—Tenía años sin jugar Just Dance. —Le digo a Oliver, dejándome caer en el sofá una vez que terminó la canción.
—Yo menos, pero lo encontré el otro día y Valeria no quiso bailar conmigo así que... Aproveche la oportunidad de que por fin tienes un fin de semana libre para mí y aquí estamos.
—Oye...
Oliver tomó el control remoto, creo que ya había sido demasiado Just Dance para nosotros. Él tomó su lata de Coca Cola y puso YouTube en la televisión para hacer más ruido más allá de nuestras propias voces. El vídeo de Lose yourself to dance de Daft Punk comenzó a reproducirse en la pantalla mientras mi mejor amigo intentaba iniciar de nuevo el tema de conversación.
—¡No me lo vas creer! Descargué Grindr.
—¿En serio?
—Sólo por ocioso. —Responde, esbozando una sonrisa a medias—. Escuché que mi ex empezó a salir con alguien más, ¿por qué no puedo hacerlo yo?
—Buen punto. ¿Has hecho match con alguien?
—Algunas personas, sí.
Fue entonces que me mostró su celular y después las conversaciones que ha mantenido con tres chicos diferentes, realmente se estaba divirtiendo con la aplicación, aunque según él no buscaba nada en serio por ahora.
—Y ya... —Oliver me quita el celular antes de que continuara deslizando mi dedo en la pantalla—. No querrás ver mis nudes.
—Créeme que no.
Volteé a la pantalla del televisor cuando empezó a reproducirse otro vídeo. ¡No podía creerlo! ¿El gusto culposo de Oliver era It's raining men?
—¿En serio te gusta?
—¡Por favor! ¿Nunca has visto el vídeo? Es material de memes.
—Hablo de la canción. —Le digo, mirando el vídeo que tenía muy baja calidad en las animaciones—. Como se nota que es de los 80's.
Lo que más me gustaba de Oliver era que no le daba ni un poco de pena ser ridículo conmigo, sí, eso es parte de ser mejores amigos, ¿cierto? Puesto que ha abandonado su lugar en el sofá para montar una pequeña coreografía para la canción que estaba sonando, haciéndome reír con esa improvisación que ha hecho y sobre todo, por ese lip sync con muecas graciosas incluidas.
—Seguro que viéndome hacer el ridículo ni siquiera te acuerdas de Daniel.
—En parte... No hemos hablado mucho, no he querido molestarlo.
—¿A dónde dices que fue?
—Puebla.
Oliver dejó el baile y se sentó a mi lado, tomando su celular y mirando atento la pantalla, en completo silencio. Poco después volteó a verme, conocía esa mirada, algo tramaba.
—¿Qué?
—Nada, nada.
Bloqueo su teléfono y lo dejó en el sofá, ofreciéndome su mano para ayudarme a ponerme de pie. Decía que íbamos a pasar una noche divertida, como las que ya no hemos tenido últimamente y que tanto echaba de menos. Tomó mi mano y también mi cintura, me hizo danzar al ritmo de Smooth de Santana y me dio un par de vueltas por la sala, ¡cómo nos encantaba bailar! Por alguna extraña razón, nunca nos ha costado adaptarnos a la hora de danzar juntos. Siempre me han bastado unos cuántos segundos para acoplarme a sus pasos y él, pronto se armó una coreografía que seguí completamente a su ritmo, no era un secreto que realmente me encantaba bailar con Oliver.
—¿Y si vamos a Puebla? —Cuestiona, aun tomando mi mano.
—¡¿Qué?! No, no, no, ¿cómo crees?