Capítulo 14
Cameron
Me siento como si estuviera caminando en el cielo. No solo por los recuerdos de la noche anterior, también por lo bien que lo pasamos hoy.
Resulta que Kurt y Jordan están de acuerdo con nosotros en esto, o eso fue lo que aparentaron.
Durante el almuerzo estuvimos los cuatro juntos bromeando. Incluso ellos dos se dieron cuenta de que tienen varias cosas en común. Como por ejemplo, su predilección por la comida china –cosa que a Blake no le hizo gracia–, las películas de acción, suspenso y terror, por los perros, entre otras cosas. También en las cosas que aborrecían, como las películas románticas, los gatos, la música pop y country, y la comida hindú.
Por tales razones, se hicieron amigos al instante.
Blake parecía feliz, aunque noté que desvió su mirada varias veces hacia donde se encontraba Bianca, que tenía cara de querer matar a alguien, y hacia donde estaba Alex con una expresión similar. Lo de Alex lo entiendo, pero, ¿Bianca por qué está molesta?
Dejando atrás lo malo, lo mejor de todos los acontecimientos de este día fue ver a Blake con mi sudadera. Le quedaba algo grande, pero parecía a gusto con ella, y vi, con mucha satisfacción, como acercaba su nariz para olerla cuando creía que nadie la estaba observando.
La busqué al salir de clases con la intención de llevarla por ahí a pasear, sin embargo, ya se había ido.
Cuando llego a casa, para mi deleite, no hay rastro de Jordan ni de Liam. Creo que la próxima vez que los encuentre en mi apartamento les voy a sugerir que se busquen un apartamento para los dos. Jordan vive en la casa Delta Phi y Liam también vive en alguna casa de fraternidad, lo que les deja mi apartamento para estar solos. Gracias a Dios, nunca los he encontrado haciendo sus intimidades en mi sofá.
Sin nada qué hacer, busco mi computadora y mis apuntes para hacer mis deberes.
Ya casi termino con mis deberes cuando alguien llama a mi puerta.
No voy a negar que por un momento pienso que podría ser Blake, porque Jordan tiene su propia llave. Pero no es Blake. Es Jazmine.
—¿Puedo pasar? —pregunta, pareciendo tímida.
—Claro. —Me hago a un lado, y ella entra—. ¿Puedo preguntar cómo entraste?
La sigo hasta la sala de estar, le hago una seña para que se siente en el sofá y me siento frente a ella en el sillón.
—Una chica iba saliendo y me dejó subir. —Asiento comprendiendo.
Me recuesto en el sillón y la miro, esperando que me diga el motivo de su visita, aunque tengo una idea del porqué está aquí. Pero ella no dice nada.
—Entonces —digo, alargando las palabras— ¿Qué haces aquí?
—Solo quería hacerte una visita —responde ofendida.— ¿No puedo hacerlo?
—Sabes que puedes hacerlo. Pero estoy seguro de que hoy no viniste solo por hacerme una visita.
Se remueve incómoda y me mira nerviosa.
—Bien —dice al fin—, sí estoy aquí por una razón, y tú sabes cuál es.
Me inclino hacia adelante y pongo mis codos en mis rodillas.
—Lo siento mucho, Jazmine. Las cosas solo pasaron.
—Las cosas solo pasaron —repite dolida y me siento culpable porque, en cierto modo, la utilicé—. Pudiste habérmelo dicho antes, Cam. Pudiste haber sido honesto conmigo.
El sentimiento de culpabilidad crece en mi interior y quiero darme patadas por ser un idiota con ella.
—Soy consciente de que lo que hice estuvo mal, Jaz, y lo siento tanto. —Me levanto y me siento a su lado—. De verdad que siento mucho no haber sido honesto contigo.
Sus ojos se humedecen mientras digo estas palabras y la tomo de las manos para tratar de tranquilizarla.
—Acepto tus disculpas. —Se limpia la lágrima que se escapa de su ojo y me mira—. Pero, por el momento, quiero que mantengamos la distancia.
—Si eso es lo que quieres —acepto, bajando la voz—, es lo que haré.
Niega y me da una sonrisa amarga.
—No es lo que quiero, pero es lo mejor. —Se pone de pie y camina hacia la salida, pero se detiene y se gira hacia mí—. Piensa bien lo que haces, Cam. Sabes que ella no es una buena persona.
Molestia empieza a formarse en mi interior; la controlo porque Jazmine no sabe las razones por las que Blake hace lo que hace.
—Sé lo que debo hacer, Jaz —Me levanto y me acerco a ella—, no te preocupes por mí.
Asiente con resignación y emprende de nuevo su camino hacia la salida.
Observo como se aleja, la culpabilidad haciéndose más grande con cada paso que da. Abre la puerta, me da una última mirada, y se va.
No quería hacerle daño, Jaz no se lo merece, y me llena coraje saber que pude evitar el problema. Estaba molesto aquella noche y quería disminuir mi frustración por Blake, sin embargo, no debí usar a Jazmine para eso. Fue algo bajo de mi parte utilizarla, Jazmine no ha sido menos que buena conmigo y yo le pagué tan mal. Es algo que me va a pesar hasta que ella esté bien.