Sólo Tú

Capítulo 20

Capítulo 20

Cameron

 

Tengo un ensayo a medio terminar frente a mí y mi cabeza no está bien puesta como para culminarlo. Llevo media hora tratando y nada, no viene nada a mi mente. Guardo lo que ya tengo hecho y cierro la computadora de golpe.

El motivo de mi bloqueo mental tiene nombre, uno muy bonito aunque sea de chico también,  y un cuerpo de infarto. Desde el día de la fiesta hemos sido inseparables, no ha habido un día en el que no lo pasemos juntos, y hoy ella salió con mi prima en una tarde de chicas. Es una tontería, lo sé, pero me mortifica no saber dónde está y qué hace.

Lo tengo tan mal por esa chica y lo peor es que tengo claro que ella no siente lo mismo. Pese a lo que habíamos experimentado juntos ayer, Blake sigue pie en guerra para no dejar entrar a nadie en su vida.

Voy a la cocina y me sirvo un vaso con agua. Una vez que lo enjuago y lo pongo en su lugar, escucho la puerta de entrada abrirse y las voces de Jordan y Blake viajan por el apartamento.

Haciendo acopio de todo mi autocontrol, camino lento hacia al vestíbulo para encontrarme con ellas.

—Está frío afuera —señala Jordan cuando me ve—, deberías ponerte una camisa o algo.

Bajo la vista a mi torso y me percato de que Jordan tiene razón.

—¡No! —grita Blake acercándose a mí—. No deberías ponerte nada, así estás muy bien.

—Claro, y que se muera de hipotermia —dice irónica mi prima, sentándose en el sofá.

—Aquí dentro no hay frío —argumenta Blake ya frente a mí—, y si tienes frío yo puedo hacer algo para calentarte.

Le sonrío juguetón y la atraigo, tomándola de la cintura.

—No tengo frío —digo en sus labios—, pero prevenir es mejor que lamentar.

La beso lentamente y me recreo en sus labios, saboreándolos después de toda una tarde sin vernos.

—Nada de demostraciones de afecto frente a mí, por favor —nos advierte Jordan, haciendo que Blake y yo nos separemos riendo.

—No estés celosa, cariño. —Blake sale de mis brazos y se sienta al lado de Jordan—. Hay suficiente amor para ti.

—No, gracias —le responde con cara de asco.

En eso, el teléfono de Blake suena y esta responde rápido.

—¿Kurt? —dice al contestar— ¿Qué ocurre?... ¿Hoy? Pero si no te tocaba hasta la próxima semana... Ya voy para allá.

Cuelga, se levanta del sofá, recoge su bolso y camina hacia la salida. La sigo.

—¿A dónde vas?

—Kurt tiene una pelea en unos minutos. —Alcanza la puerta y abre—. Tengo que estar ahí con él. Nos vemos mañana.

Y se va.

Regreso a la sala de estar y me echo en sofá junto a Jordan.

—¿Nos vamos a quedar aquí? —pregunta Jordan sentándose derecha.

—¿Qué sugieres?

Ella sonríe.

—Vayamos a darles apoyo con nuestra presencia.

Estoy tentado a decirle que no, pero lo pienso mejor. Tal vez debo ir y hacerle algo de compañía a Blake mientras su hermano peleaba, y de paso, puedo dejar claro frente a esa bola de imbéciles que ella está conmigo.

—Vayamos, entonces.

Me visto en tiempo récord y junto a Jordan, salimos del apartamento con entusiasmo. De camino al depósito voy al límite de la velocidad requerida, rebasando autos y pasándome semáforos en rojo. Cuando estaciono, miro a Jordan antes de bajarme del auto y le doy un asentimiento.

No sabemos si seremos bien recibidos, pero ya estamos aquí, no vamos echarnos para atrás.

Entramos en el depósito y la oscuridad nos envuelve. La primera pelea ya ha empezado y me erguí todo lo que pude en mis pies para ver si uno de los que está luchando es Kurt, sin embargo no puedo ver nada. Junto a Jordan, camino hacia la parte trasera, donde Blake, Alex y Kurt siempre se congregan antes de una pelea.

Un movimiento a mi lado llama mi atención. Detengo mi andar, girando mi cuerpo directo hacia el lugar.

Liam está ahí con una chica sobre su regazo que lo está besando. Él no nos ha visto aún, pero la que sí lo ve es Jordan, que se detiene a mi lado con cara de pocos amigos.

—Voy a matarlo —sisea, iniciando su marcha hacia ellos. La sigo, dejando una distancia prudencial para que tenga libertad de hacer lo que crea conveniente—. Liam, cariño, es una gran sorpresa encontrarte aquí.

Liam, al escuchar su voz, de puro terror y sorpresa, tira a la chica de su regazo haciendo que esta caiga al piso.

—Jordan —jadea aterrado—, ¿qué haces aquí?

—¿Que qué hago aquí? —gruñe— Parece que los ángeles querían que descubriera que eres un maldito infiel.

Liam se acerca a ella e intenta tomarla del brazo, pero ella se zafa con un golpe.

—No es lo que parece, mi amor.

Las palabras de Liam la llevan a un nivel mayor de ira y le asesta una cachetada.

—Claro que es lo que parece. —Le da un empujón y lo señala con el dedo—. No quiero verte nunca más, ¿me oyes? Te lo advierto, si llegas a acercarte a mí de nuevo te mato, idiota.



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En el texto hay: amigos, romance, amor

Editado: 15.02.2022

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