Capítulo 24
Cameron
Falta un día para Halloween y Jordan está como loca buscando un disfraz. Para mi mala suerte, Jazmine no pudo acompañarla a buscarlo porque iba a estar ocupada.
La rubia últimamente ha estado actuando algo extraño; desapareciendo cuando menos te lo esperas y nerviosa todo el rato. Jordan también ha notado su actitud extraña y creo que es relajante para ella salir conmigo en vez de con Jazmine.
Todavía no le había contado lo que vi en la fiesta de hace algunas noches, no se como se tomará Jordan el que su ex esté metido en las drogas y que Blake es su proveedora. Liam nunca fue de mi agrado, y enterarme de todo esto solo aumentó mi desagrado hacia él. No imagino cómo lo va a tomar Jordan. Para mí, ese idiota siempre ha sido un cero a la izquierda, pero para ella fue algo más, mucho más.
Marchamos lado a lado frentes a las tiendas del centro de la ciudad buscando aquello podría servirle de disfraz. ¿El pequeño problema con ese hecho? Ni ella sabe lo que quiere.
Se detiene frente a una tienda de disfraces y sonríe mostrando todos los dientes.
—Aquí ha de haber algo que sirva.
Entra a la tienda conmigo pisándole los talones.
—Si supieras lo que estás buscando, otra historia sería.
Me da una mirada que me hace callar y saca un disfraz de gatúbela del perchero.
—Este es muy revelador, ¿verdad? —No respondo, la pregunta más que para mí es para ella misma—. Sí, este no es adecuado.
Hace una búsqueda intensiva por toda la tienda y al cabo de una hora aún no ha encontrado un disfraz que fuese adecuado para ella. Se prueba varios trajes, uno de hawaiana, otro de marinera, de azafata, de policía y de monja. Con este último le dije que podía hacer publicidad a la película La Monja, con ese comentario me gané un golpe en la cabeza y una promesa de publicar Facebook mis secretos más íntimos.
—Me estoy planteando la idea de no ir al The Pub mañana —comenta, sentándose en las sillas que están frente a los vestidores.
—Lo que sea que decidas, por mí está bien. —Me reclino en la silla y me cruzo de brazos.
—Daré una última vuelta por la tienda y si no encuentro un disfraz esta vez, nos quedamos mañana en casa viendo películas de horror.
Se levanta y desaparece de nuevo entre los estantes de ropa. Me debato entre ir a ayudarla o esperar aquí, pero aún no logro decidir cuando ella vuelve con solo un traje en el brazo.
—Esto es todo lo que pude encontrar. —Suspira—. Si no es este, no será ningún otro.
Entra al vestidor sin esperar mi respuesta y un minuto después sale vestida de Vilma Picapiedra.
Sonrío.
—Solo te falta el hueso en el cabello y serás la sensación de la noche —bromeo, pero la verdad, el disfraz le queda como un guante.
—No te burles —se lamenta—. Sé sincero.
—Estoy siendo sincero, Jojo —le aseguro—, te queda de miedo.
Me da una sonrisa reluciente y gira en su sitio.
—Este será.
Entra de nuevo al vestidor al tiempo que una idea bastante alocada me viene a la cabeza.
—¿Sabes quién sería el perfecto Pedro Picapiedra?.—pregunto cuando sale del vestidor.
—¿Quién?
—Kurt.
Jordan suelta una carcajada y camina hacia la caja para pagar por el traje.
Salimos de la tienda y caminamos rumbo a la cafetería que hay calle abajo. Entramos, pedimos un café para cada uno y nos sentamos en la mesa al final del local.
—Hablé con él hace unos días. —La miro con desconcierto—. Con Kurt.
—Oh, ¿y qué hablaron?
—De Bianca. —El nombre de la mejor amiga de Blake suena un poco extraño en la voz de Jordan—. Ella es drogadicta, ¿lo sabías?
—Sé de su problema con este tipo, Billy, pero no creí que fuese algo grave.
Bianca, otro peso en la carga acarrea Blake. La pobre se siente culpable con todo lo que le acontece a su amiga y, siendo sincero, no creo que la preocupación sea de ambas partes. La culpa se le nota a Blake a leguas cuando Bianca está con ella o cuando habla del tema y, en este corto período de tiempo en el que he estado con Blake, nunca escuché a Bianca tratar de quitarle el peso de la culpa de encima. Al contrario, solo le ha reprochado un montón de cosas que carecen de sentido.
La camarera llega con nuestros cafés, los pone sobre la mesa y se va.
—Sí —continúa Jordan— y Kurt quiere que vaya a rehabilitación. Pero ella se negó, le gritó a Kurt que no se metiera en sus asuntos y ahora vuelven a estar peleados.
Traigo a mi mente las palabras de la madre de Blake aquel día y comprendo lo que la mujer quiso decir. Kurt y Bianca no pasaron más de dos semanas en paz y felices como debería estar una pareja de enamorados y ya están peleados de nuevo, ambos andando por ahí como si nada.
—Creo que Bianca y Kurt están cerca de un final definitivo.