Capítulo 25
Blake
Llego al The Pub mucho después de iniciada la fiesta.
Monster de Paramore suena a todo volumen por los altavoces y los asistentes bailan alegremente en la pista de baile, todos disfrazados. Veo a un pirata, a los tres mosqueteros, a cenicienta, a una conejita de playboy –que tiene pinta de desnudista– y un montón de disfrazados más.
Mi hermano y Alex van uno a cada lado delante de mí con expresiones divertidas por los diferentes trajes que se les cruzan en el camino.
Una vez en la barra, pedimos unas bebidas para ponernos a tono. Me tomo de un trago el whiskey que me pone el barman en frente y le hago señas para que me sirva otro.
Funciono mejor cuando estoy media bebida.
—Hagamos lo que vinimos hacer y larguémonos de aquí —gruñe Alex, dándole voz a mis pensamientos.
—Basta decir que tengan cuidado de que nadie los vea —nos advierte Kurt— y que si llega la policía corran hacia la salida más cercana.
—Vamos, basta de preámbulos —apremio impaciente.
Kurt y Alex se alejan para buscar a sus clientes, se meten entre la gente y pronto están fuera de mi vista. Miro por toda la habitación y espero a que mis clientes vengan mí. Odio hacer esto en Halloween porque los idiotas que se ponen sus estúpidos trajes no piensan en que me están haciendo la vida más difícil al no saber a quién he de venderle la mercancía.
Me muevo a un lugar apartado para más privacidad y al cabo de una hora ya he hecho casi todo mi trabajo. Voy por otro trago y coqueteo un poco con el bartender para conseguir que lo deje gratis, y estoy a punto de conseguirlo cuando Cam aparece al final de la barra acompañado de Jordan y Jazmine, mandando al diablo todos mis avances con el tipo a penas ponen sus ojos en mí.
—Hagamos una cosa —habla el hombre detrás de la barra llamando mi atención—, si me das tu número te dejo los siguientes dos tragos gratis. —Le ofrezco una sonrisa tensa—. Pero tienes que dejar propina.
Echo un vistazo a Cam.
—Lo mejor será que te pague por esto, cariño —contesto, volviendo mi mirada hacia el chico.
—¡Oh no, linda! —se lamenta— Lo estábamos haciendo bien, ¿por qué te echas para atrás en último momento?
Le doy una sonrisa de disculpa.
—Lo siento —le digo y el me mira enfurruñado. Hago un puchero—, por favor.
Permanece unos segundos serio antes de soltar un suspiro de derrota.
—Bien, pero la próxima no te lo dejo pasar.
Bien, no es como si lo tuviese que volver a ver.
El chico se va a atender otros clientes y yo vuelvo a ver al trío estrella al otro lado de la barra.
Jordan va vestida de Vilma Picapiedra, con todo y el hueso sujetando su cabello; Jazmine de la mujer maravilla, la nueva mujer maravilla. Cam, por su parte, no va disfrazado, lleva puesto unos jeans negros, una camiseta gris de cuello en V y una chaqueta de aviador.
Los tres ríen de algo que Cam dice y la opresión en mi pecho que aparece cada que lo veo ser feliz lejos de mí hace acto aparición.
En eso, Aplausse de Lady Gaga empieza a sonar y Alex corre a mi lado para llevarme a bailar. Bailamos por un buen rato de esa forma tan peculiar de nosotros de bailar hasta que el agotamiento nos llega. Él ya vendió toda su parte por lo que me ayuda con lo último que me queda .
Nos disponemos a buscar a Kurt una vez terminamos, y, para nuestra sorpresa, lo encontramos junto a Jordan, discutiendo. Cam está a su lado, igual Jazmine, pero no hacen nada por meterse en la discusión.
—¿Crees que sea propicio interrumpirlos? —pregunta Alex en mi oído.
—Creo que lo mejor es acercarnos y escuchar de que va la discusión —sugiero—. Si tiene que ver con nosotros, intervenimos.
Alex camina delante con paso confiado, sin inmutarse por la discusión que se está llevando a cabo a unos metros de nosotros. Trato de tomar una postura igual de confiada mientras nos acercamos Cam y Jazmine, que no se han percatado de nuestra presencia. Jazmine es la primera en vernos, su cuerpo se pone en tensión y alerta cuando sucede. Da la impresión de estar nerviosa, lo que me parece raro. Cam, notando la nueva postura de Jazmine, se gira para ver qué lo está provocando, justo en el momento en el que Alex y yo nos detenemos frente a ellos.
—Cam —es el saludo de Alex—, señorita Jazmine.
Extiende la mano derecha, tomando la Jazmine y dándole un beso en los nudillo.
Arqueo ambas cejas. ¿Desde cuándo Alex se comporta como un caballero?
—Caballero —contesta Jazmine, tratando de sonar indiferente y fallando garrafalmente.
¿De qué me estoy perdiendo?
—Alex —interrumpe Cam, mirando de Jazmine a Alex igual de perdido que yo—. Hace mucho que no te veía.
El interrupción de Cam provoca que Jazmine mire a otro lado y que Alex suelte la mano de esta.
—Yo también te extrañé. —Toma a Cam de la chaqueta y empuja hacia él en un abrazo. Con la cabeza apoyada en el hombro de Cam, le guiña a un ojo a Jazmine.