Sólo Tú.

Capítulo extra (San Valentín)

Blake

 

Sacudo el lapicero sobre la encimera, haciendo cuentas. No puede ser posible, ¿cierto? No estoy pasando lo mismo que la primera vez. ¿O es que no estoy viendo las pruebas porque me niego a creerlo? Y no es que sea algo malo, pero es que hasta hace un tiempo no creí que podría soportar a uno, dos serían mucho, ¿no?

Aunque Cam estaría encantado.

—¿Tienes algo preparado para esta noche?

Alzo lento la mirada hacia Willow. No tengo ni la más mínima idea de lo que habla, mis pensamientos no han dejado de darle vueltas a algo en específico desde que tengo la sospecha.

¿Qué tendría que tener preparado para esta noche?

—¿Tendría que hacerlo? —Desbloqueo mi móvil y miro la fecha. No, no es mi aniversario—. No es un día especial.

Su boca cae abierta al tiempo que suelta un chillido muy de chica de hermandad.

—¡¿Cómo que no es un día especial?! —exclama alterada—. Es 14 de febrero.

Aprieto los labios, perdida. No entiendo su reacción.

—Ajá.

—¡San Valentín!

¡Oh, eso!

Con razón Cam me despertó con un desayuno en la cama, y no el habitual, sino crepés de chocolate y fresas, malteada de chocolate y un donut. Creí que era porque la noche anterior estaba fantaseando con unos crepés y decidió darme el gusto. Ahora tengo la impresión de que creyó que le estaba lanzando indirectas sobre lo que quería para el día de hoy.

Soy una mala esposa, pero tengo una buena excusa; me he estado comiendo la cabeza desde hace días, no pueden culparme.

Pero, querido Dios, ¡no tengo nada!

¿Qué puedo hacer por Cam a esta hora?

Me levanto de un salto y tomo mi bolso.

—Necesito que me cubras —pido a Willow—. Si no voy ahora a buscar algo para él, me voy a sentir mal el resto del año hasta el próximo San Valentín.

Willow mira sobre su hombro a la sala de espera casi vacía. Hoy no han venido la cantidad de clientes habituales, creo que la gente está más interesada en celebrar el día de los enamorados que en venir a hacerse tatuajes.

—Puedo hacerlo, pero no te tardes.

En eso, Kurt aparece con una clienta. Últimamente han venido muchas chicas a hacerse tatuajes con él para tratar de atraparlo en algo, pero las pobres ‒aunque no creo que Jordan crea que son inocentes‒ se van con el rabo entre las piernas al enterarse de que está comprometido y con un hijo.

Voy a hacer una confesión: yo soy la que les dice ese pedazo de información para luego reírme de sus caras de cachorritos cuando se van. Muy malvado de mi parte, pero no me arrepiento de nada. Además, mi futura cuñada me lo agradece de corazón.

—Dime que tú sí planeaste algo para esta noche —le dice Willow a mi hermano mientras le cobra a la chica. Kurt asiente—. Bueno, tu hermana es una estúpida que no tiene idea de las fechas especiales.

Kurt me mira, una de sus cejas alzadas y el indicio de una sonrisa burlona en sus labios.

—¿Lo olvidaste? —cuestiona con sorna.

Pongo mala cara.

—Cállate —gruño y acomodo la correa de mi bolso en mi hombro.

Kurt suelta una carcajada y se apoya del mostrador. La chica a la que acaba de atender ya ha puesto cara de desamparada al oír que Kurt tiene planes para esta noche.

Pobre tonta.

—No tienes que hacer mucho, sólo consigue un regalo —sugiere, ajeno al malestar de su clienta—. ¿Hay algo que Cam quiera y no haya podido conseguirlo?

Pienso, pero no me llega nada a la cabeza. Hago una mueca.

—Hasta donde tengo entendido, lo único que quería y no pudo conseguir de forma fácil fui yo.

Willow ríe y Kurt pone los ojos en blanco.

—Eres una despistada. —Mi hermano niega con la cabeza—. Vives con él, lo escuchas cada día diciendo cosas triviales e intereses tontos, algo tiene que ocurrírsete.

Sí que lo hay y está la posibilidad de que se le cumpla, pero continúo teniendo miedo de confirmarlo.

Vamos, Blake, no eres una cobarde.

—Ya vengo —aviso a los chicos y me doy media vuelta, saliendo de la tienda a las carreras.

Antes de que la puerta se cierre, escucho a Willow gritar que no me tarde. No entiendo su apuro si ella no tiene que hacer algo especial para nadie esta noche. Le gusta Adam, es evidente, pero su relación ha pasado de tensa ‒no sabemos cómo llegó a ese punto‒ a amigable de nuevo. Y sé que a Adam también le gusta ella, pero el chico es tan testarudo que no lo quiere aceptar.

Podría darles un empujón, ayudada por Jordan ‒no creo que Jazmine quiera unirse porque es una fiel creyente de que las cosas pasan cuando deben hacerlo‒, y así esta situación tonta en la que nos han envuelto se acabe.

Willow y Adam se lo merecen.

Pero no es momento de pensar ello, ahora tengo una cosa en mente.



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En el texto hay: amigos, romance, amor

Editado: 15.02.2022

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