ISABELLA
Estar en la ciudad en donde nací, todo recuerdo de mi infancia se encuentra en cada rincón del lugar, el momento en la que mi vida ha cambiado por primera vez al verlo a Oscar, la adolescencia en el que he tenido que defenderlo por ser el chico raro... Los pequeños momentos que he pasado junto a mis hermanos nadie me lo quitará de la mente. Los ratos que pasamos escondidos con Oscar para que nadie nos descubra, solo la presencia uno con el otro sin ir más allá... Con su presencia llenaba gran parte de mí y eso se vació con su ausencia. Tantos años sin él a mi lado, me había aferrado a la compañía de Alejandro y después de que lo dejé entrar a mi vida, termina nuestra amistad de la peor manera.
Llevo dos días en la casa de mis padres y ni siquiera he salido de la casa del cansancio acumulado de los días de trabajo, pero hoy acompañaré a Pedro hacia la terminal de micros junto a toda mi familia, resulta que ser policía ha caído como anillo al dedo en la presentación como novio de Agostina... Fue su gran carta de presentación. Con mis hermanos y mi padre han congeniado bien, mi madre siempre da las mejores bienvenidas, aún más sorprendiéndose que sean compañeros. Al final de todo, ha sido una gran bienvenida a esta familia.
- ¿Cómo es que decidiste terminar el noviazgo con Alejandro?- los ojos de Fiorella en mí esperando la respuesta me pone un poco tensa.
- No te lo puedo contar ahora...- suspiro devolviéndole la mirada- Fueron en malos términos de su parte y no quiero que nuestros padres se enteren, fue de lo peor.
- Tu expresión me lo dice todo, así que iremos a mi departamento con Agostina y nos pondremos al día.- me sonríe pasando su brazo por mi cintura- Una de las charlas será del como no teníamos conocimiento del enamorado de nuestra pequeña.
- Bueno, eso es una historia épica...
- También de como has encontrado a Oscar,- escuchar su nombre me eriza la piel y mi hermana se da cuenta de ello- que al parecer tiene ese efecto en tí.- se ríe por lo que niego con la cabeza sonriendo.
- Por fin podremos hacer la gran reunión de las hermanas Dottavio, como en los viejos tiempos.- Agostina se acerca a nosotras colgándose de nuestros hombros- Oh, recordar esos años que disfrutábamos de la libertad.
- Y comenzaremos a partir de ahora Agos...- nos sonríe como si no nos viéramos de hace mucho tiempo y no más de un mes- Ustedes tienen mucho que contar y de mí no se escaparán, pero le darás la llave a papá así tienen transporte en que regresar a la casa.
Agostina camina hacia él entregando el juego de llave despidiéndose. Como hoy es el día libre de Fiorella, pasaremos el resto del día juntas. Ella lleva unos años viviendo sola en un edificio a unos kilómetros de la casa de nuestros padres al igual que Matteo, en cambo Luca aún no quiere independizarse... Hasta sus hermanas menores han tomado vuelo. Por si no les he dicho, mis hermanos son agentes de la policía de la provincia como papá y mamá, mientras que Agostina somos agentes federales.
Cumplimos las mismas reglas pero en diferentes districtos. Que tus primogénitos sean policías, es más difícil no poder seguir sus caminos y ellos se han conocido trabajando en el mismo lugar... Es una gran historia.
Una vez que estamos en el piso de Fiorella, nos dirigimos a su habitación para una maratón de películas románticas. En cuanto puse un pie allí, salto directo a la cama y me acomodo. Es una de las tantas cosas que nos une tanto como amigas que como hermanas. Las tres tuvimos la difícil tarea de hacer amistades... Agostina siempre estuvo al lado de de Oscar, por mi lado a Alejandro y Fiorella no corrió esa misma suerte. Lo mismo ha pasado con Matteo y Luca... Parecía ser mucho más que hereditario porque todos sufrimos las bromas de nuestros compañeros pero supimos como defendernos, mientras que con Oscar todos los defendíamos. No compartimos escuela porque tuvo que aprender el castellano en una bilingüe, lo cual siempre lo trataron como el raro por ser de otro país.
- ¿Qué película será la primera de nuestra maratón?- la voz de Fiorella me quita de mis pensamientos.
Cuando vuelvo a la realidad, veo a mis hermanas vestidas con pijamas. Ella se ha puesto una remera escote en v con mangas tres cuarto, pantalón floreado de igual manga blanca y sus pantuflas afelpada. Su cabello lacio negro recogido por muchas hebillas y su tez blanca ilumina gran parte de se personalidad. Agostina viste de igual manera pero los colores son en viceversa y le queda suelta de cuerpo, no como a mi hermana mayor que se adapta perfectamente a ella. Dirijo la mirada a mis piernas encontrando un juego de color azul y amarillo, por lo que las miro frunciendo el ceño.
- Estabas tan metida en tus pensamientos que ni siquiera me has contestado que querías vestirte.- Fiorella prosigue encogiéndose de hombros sonriendo y Agostina se ríe en mi cara.
- Sabes que has elegido la vestimenta adecuada, pero me podría cualquiera que elijas.- le sonrío en respuesta- Respondiendo a tu pregunta, ¿Qué les parece si vemos El Viaje Más largo?- levanto una ceja y asienten eufóricas.
Terminamos mirando dos películas de Nicholas Sparks hasta llegar el mediodía. Mientras ellas se entretienen hablando, me retiro de la habitación hacia la cocina y cocinar a mis hermanas. La tradición familiar es que en una reunión entre hermanas, la del medio es la que trabaja para que degusten la mayor y la menor. Así que reviso las alacenas en búsqueda de algunos ingredientes... Doy unos pasos hacia la heladera encontrando milanesas sin freír, queso cremoso y una caja de salsa de tomates. Prepararé milanesas a la napolitana, algo tan nuestro como suena. Ya me imagino la voz de Agostina explicando del chef y de su ingenio.