Darcie Navarra no esperaba que ese verano lo cambiara todo.
Su único plan era alejarse del caos: de una familia que no escucha, de una ciudad que asfixia, de los silencios incómodos en casa. Por eso aceptó ir al pueblo costero donde su tía tiene una pequeña galería de arte, con la esperanza de encontrar algo de paz entre los lienzos, el mar y los días lentos. Lo último que imaginaba era reencontrarse con Daphne Arranda, la única persona capaz de desarmarla con una sola mirada.
Daphne es orden, estructura, control. Siempre lo ha sido. La chica perfecta con las palabras correctas y el tono preciso, con sus horarios, sus planes y esa forma suya de mantenerlo todo a raya. Darcie, en cambio, es caos. Caótica en sus emociones, impulsiva, libre, ruidosa. El tipo de persona que irrita a Daphne desde lejos... y que, por alguna razón, no puede dejar de observar de cerca.
Ambas se conocían de antes. No mucho, no íntimamente, pero lo suficiente como para no gustarse. Lo suficiente como para chocar cada vez que sus caminos se cruzaban en la universidad, en las prácticas, en el mundo que compartían sin querer. Lo suficiente como para odiarse… o eso pensaban.
Pero ese verano todo cambia. Las casualidades empiezan a parecer destinos. Las discusiones se sienten demasiado personales. Los silencios empiezan a ser incómodos por todo lo que callan. Y las miradas… las miradas ya no se sostienen con rabia, sino con algo más peligroso: curiosidad, ternura, deseo.
En un pueblo pequeño, donde todos observan, donde todo se sabe, ellas se esconden. De los demás. De sí mismas. De lo que está creciendo entre las grietas del orgullo. Comienzan a pasar más tiempo juntas: caminatas nocturnas, tormentas que las obligan a refugiarse, conversaciones a media voz que desnudan heridas pasadas. Y, poco a poco, las barreras caen.
Lo que empieza como un roce incómodo se convierte en un vínculo imposible de negar. Pero no todo es sencillo. Aún pesa el miedo. Aún duelen las verdades que no se han dicho. Porque amarse, en su caso, no es solo una elección: es un salto al vacío. Y el verano, como todo lo intenso, tiene un final.
Solo tú y yo a escondidas del mundo es una historia sobre el amor que nace en lo inesperado, sobre la valentía de bajar la guardia y sobre ese tipo de conexión que no se grita al mundo… pero que lo cambia por completo desde el momento en que sucede. Una novela sobre mirarse de verdad, sobre atreverse a tocar lo prohibido, y sobre descubrir que a veces, lo más real, sucede lejos de las miradas.
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romance entre chicas, enemigas a amantes, verano y descubrimiento
Editado: 20.05.2025