Solo Un Fantasma

Capitulo 10

Hanna

 •~•~•~•~•~•~•~•~

Cinco días… cinco largos días desde mi cita con Joshua… Han pasado cinco días desde que no veo a Joshua, no me ha escrito, no me ha llamado… ¿Estará bien? ¿Estará enfermo? Necesito saber…

Suspiro cansada, reviso mi teléfono nuevamente, no tengo ningún mensaje nuevo, Joshua no está conectado, no lo he visto conectado desde el sábado.

Giro la cabeza al sentir una mano en mi espalda, es Violeta quien me ofrece una barra de chocolate, sonríe sentándose a mi lado.

–¿Estás bien?

–Sí, eso creo. –le devuelvo la sonrisa, pero Violeta no se ve muy convencida.

–Sigues preocupada por Joshua ¿Verdad?

–Yo… –por encima del hombro de Violeta veo la cabellera negra de Joshua, me levanto de mi asiento. –Yo tengo que irme, n-nos vemos.

Salí corriendo del aula buscando entre el mar de personas que se encuentran en el pasillo, mi baja estatura no me permite encontrar con rapidez a Joshua.

¡Diablos!

Doy pequeños saltos hasta que logro ver nuevamente la cabellera negra de Joshua, me abro paso entre las personas pidiendo disculpas y permiso hasta lograr llegar a Joshua. Le tomo del brazo al encontrarlo.

­­­­–Josh… –digo casi sin aliento.

El voltea a verme, me sonríe rápidamente y mi corazón se acelera al ver esa sonrisa tan radiante, estoy a punto de devolverle la sonrisa hasta que me doy cuenta de que esa sonrisa no va dirigida solo a mí. Odio esto, odio que esa sonrisa no sea solo para mí.

–¿Quién es ella Joshua? –pregunto con miedo de escuchar algo que no me guste.

La chica que se encuentra a lado de Joshua me mira de arriba abajo, como si estuviera juzgándome; veo a la chica, luego a Joshua y por último veo sus manos entre lazadas, le doy una mirada a Joshua esperando una explicación. Joshua se acerca a la chica -cuyo nombre no sé- y le susurra algo en el oído, la chica me mira, asiente y se va.

–Ven conmigo. –dice en un tono serio, me tomó del brazo y me jaló por el pasillo revisando las aulas, cuando encuentra un aula vacía entramos en ella.

–¿Quién era-

Joshua me interrumpe con un beso que me toma por sorpresa, mi corazón se acelera a mil por hora, siento mis mejillas arden y en mi cabeza se disparan alarmas de emergencias, no sé qué debo hacer, no sé cómo besar.

¿Qué hago? ¿Cómo debo corresponder?

Joshua se separa de mí y me sonríe acariciando mi mejilla.

–¿A-a que se... ¿se debe e-eso? –pregunto avergonzada.

–¿Hice mal?

–No, pero…

–¿Pero? –pregunta tomándome la mano, mi corazón comienza a latir desenfrenadamente.

Paso saliva nerviosa sin saber que hacer o decir; pero el sonido de la campana me salva, le sonrió apenada a Joshua.

–Yo… Debo irme. –Joshua vuelve a besarme, pero esta vez no me besa en los labios, sino que lo hace en mi mejilla.

–Te extrañe. –susurra en mi oído, siento mi rostro arder.

Aparto a Joshua de mi para salir corriendo despavorida del aula con el corazón latiéndome a mil por hora. Mi cabeza no termina de procesar lo que acaba de pasar y mi corazón no termina de creérselo.

Toco mis labios recordando el contacto de sus labios contra los míos, el recuerdo de Matthew a punto de besarme pasa rápidamente.

Aaaahg. Hasta mi primer beso tiene que arruinar, primero mi primera cita y ahora mi primer beso.

Estúpido Matthew, te odio.

Suspiro quitando de mis pensamientos al idiota de Matthew y centro mis pensamientos en Joshua besándome y diciendo que me extrañó.

Cielos… esto se siente tan surreal...

[…]

Cuando terminan las clases me sigo sintiendo en las nubes, Rubí y Violeta han estado chillando de la felicidad por mí y mi primer beso –que no fue como lo imagine, pero no quita que fue especial para mí-

–Creo que esto recompensa el final de su cita. –dice Violeta, Rubí le apoya.

–Por cierto ¿Le preguntaste qué sucedió? –pregunta Rubí, niego con la cabeza.

–No pude hablar con él porque me beso de sorpresa y me olvidé de todo.

Violeta y Rubí vuelven a chillar.

–¡Hanna! –giro al escuchar mi nombre, es Jackson.

–Es hora de irse chicas, nos vemos mañana. –beso las mejillas de ambas antes de ir con mi hermano.

–¡Adiós cuñada! –grita Violeta, me giro para sacarle el dedo del medio, ella me manda un beso mientras se ríe junto a Rubí.

–¿A qué se debe esa sonrisa? ¿Sucedió algo bueno? –pregunta colocando mi mochila en su hombro mientras saluda moviendo su mano a mis amigas.

–¿Tal… vez? –pregunto mientras veo mis zapatos.

–Uhm… ¿Eso es un sí?

Me encojo de hombros intentando ocultar mi emoción. Jackson se ríe mientras niega con la cabeza.

–Eres una mala mentirosa Hanna, solo dime ¿Qué sucedió hoy para que estés tan feliz?

Vuelvo a encogerme de hombros.

–Solo estoy feliz porque mi hermano favorito vino por mí. –sonrió inocente.

–Soy tu único hermano tonta. –me despeina mientras yo me río intentando apartarme de él. –Oh, cierto, mamá llamó diciendo que llegaría tarde, fue a visitar a los abuelos así que podemos pedir lo que queramos de comida.

–Oh, entonces quiero pizza, alitas BBQ con Coca-Cola.

–Por comer comida chatarra es que estás gorda. –niega con la cabeza. –Aprende de tu hermano que come sano y va al gimnasio a entrenar a estos bebés. –alardea mostrándome sus bíceps, me encojo de hombros restándole importancia.

Mi cuerpo está perfecto.

–¿Tú qué pedirás? –pregunto burlona.

–Hamburguesa de doble carne con papas fritas, Nuggets y una Coca-Cola. –dice abriéndome la puerta de casa.

Comienzo a reírme de él mientras tomo mi mochila y subo a mi habitación para cambiarme. Me quito el uniforme y me pongo lo primero que saco de mi armario, un short blanco con donas por todos lados y una camisa blanca que pertenecía anteriormente a mi hermano. El timbre suena cuando voy bajando las escaleras.




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