Solo Un Fantasma

Capitulo 18

¡ATENCIÓN!

"Este capítulo tiene descripción grafica sobre una masturbacion.

Si eres menor de edad lee con discreción. Grax"

 

------------------------------------

 

Con el corazón latiendo a mil por hora tome por el mentón a Hanna, acaricie su labio inferior con mi pulgar y lentamente me acerque a ella hasta sentir su respiración chocar con la mía. Pase saliva al sentir mi boca seca.

Demasiado cerca.

Sin perder tiempo bese a Hanna, un beso lento y suave, como siempre me lo imagine. Hanna quedó sorprendida por mis acciones, pero yo se lo advertí, le dije claramente que no iba a decir las cosas que haría, solo las haría. Hanna, un poco torpe intento terminar el beso, pero la atraje hacia mí, impidiendo que ella pudiese escapar.

Dulce… Este beso se siente dulce…

Interrumpí el beso para posicionarme arriba de ella, colocando así mis piernas a lado de su cadera. Comencé a bajar por su delgado cuello, pase mi lengua por este, en busca de que recuerde la sensación de mi lengua y no la de ese bastardo. Deposité algunos besos húmedos por la extensión de su cuello y seguí bajando hasta que di con el cuello de la camisa, entonces deslicé mi mano por dentro de la camisa, toque su cintura de forma suave y fui subiendo lentamente hasta llegar a sus pechos que se encontraban libres.

Me sorprendí al no tropezarme con su sostén pero eso no me detuvo, al contrario, me animo más a continuar. Sonreí contra su cuello cuando pasé mi pulgar por uno de sus pezones consiguiendo de esta forma un pequeño quejido, ella rápidamente se tapó la boca con una de sus manos.

–M-Matt… –

Sin dejarla terminar de hablar subí su camisa, dejando de esta forma que la sensible piel de sus senos entrarán en contacto con el aire de mi habitación, dejando un último beso en su cuello baje hasta sus pechos, proporcionando una pequeña lamida a uno de sus senos, con solo esa pequeña lamida pude sentir la respiración de Hanna acelerarse.

Los pequeños rayos del amanecer comenzaban a filtrarse por la persiana, iluminando la habitación.

Baje mi mano izquierda por su cintura hasta llegar a su trasero, el cual toque de forma suave, mientras que con mi mano derecha tocaba uno de sus sensibles pechos, no pude evitar mirar las reacciones de Hannie, quien suspiraba a la par que mi pulgar tocaba con movimientos circulares y suaves su pezón.

Su expresión era una obra de arte ante mis ojos, ella lucía hermosa con sus ojos cerrados y con la mano derecha en su boca, bloqueando la salida de algunos de sus quejidos, pues habían unos cuantos que lograban escapar. Ella en verdad lucía hermosa, retorciéndose debajo de mi cuerpo por unos cuantos toques.

Mire mi pantaloneta quien resguardaba junto a mis boxers una prominente erección, quería tomar la mano de Hanna para que me tocara y supiera como me puso, pero eso no es parte de la pregunta que me hizo.

Decidí bajar mi boca por su abdomen, dejando de esta forma un rastro de besos húmedos hasta que llegue a su pelvis.

–Mírame. –demande.

Hanna abrió sus ojos mirándome directamente, sus mejillas estaban rosadas, pero en cuanto me vio tomaron un color rojo vivo, le sonreí y subí sus piernas en mis hombros, me incliné hacia ella y antes de que pudiera preguntarle si podía quitarle el chándal que tenía puesto escuchamos un ruido en el piso de abajo, ambos volteamos a ver la puerta.

Mierda. Es mamà.

Baje las piernas de Hanna al tiempo que ella se bajaba la camisa, me puse de pie en medio de la habitación dándole la espalda a Hanna para que no viera la erección que se marcaba en mi pantaloneta.

–Iré a ver qué paso, puedes intentar… dormir. –al girar para ver a Hanna la vi escondida bajo las sábanas.

Que bonita… Muy bonita….

Sonreí y salí de mi habitación, fui directamente a la cocina, en donde encontré a mamá arreglando unas cuantas ollas, supongo que eso fue lo que hizo ruido.

–¿Te desperte? –pregunto volteando a verme.

–No realmente. –suspire y me apoye en una de las paredes de la cocina. –Hanna está en mi habitación, es difícil dormir cuando utiliza mis brazos como almohada. –mamá me vio sorprendida y a la vez amenazante, levanté mis manos. –No hice nada que ella no quisiera.

–¿Enserio? –preguntó viendo mis pantalones, rápidamente oculte mi erección con mis manos.

–Iré… Iré a ducharme. –dije rápidamente escapando de la situación.

No podía decirle lo que Hanna me pidió, y mucho menos las cosas que le hice en mi habitación. Me mire en el espejo, tenía marcas de sudor secas en la frente y en el cuello, bajé mi mirada a mis pantalones, en donde se ocultaba mi pequeño-gran problema, del cual tendría que deshacer antes de volver a mi habitación.

De forma apresurada bajé mi pantaloneta y ropa interior, dejando que mi miembro entrara en contacto con el aire frío del baño. Tome el borde de mi camisa y lo mordi, para de esta forma ocultar cualquier ruido que pudiese salir de mi boca. Pase mi mano por mi falo, acariciándome mientras recordaba el rostro avergonzado de Hannie y los suspiros que soltaba mientras mis manos acariciaban su cuerpo.

Con cada caricia que le daba a mi miembro sentía mi respiración más agitada, apoyé una mano en el lavabo mientras que con la otra me dedicaba a terminar lo más pronto posible con el problema que tenía entre mi mano.

Esta sería la primera vez que me masturbaria pensando en Hannie ¿Alguna vez me imagine hacer estas cosas pensando en Hannie? Tal vez, pero nunca pensé que en verdad esto ocurriría. Pase mi mano por mi falo, rodeándolo con esta y moviéndola desde el tronco hasta la punta. Una y otra vez repetía los mismos movimientos rítmicos y firmes que me hacían morder cada vez más fuerte el borde de mi camisa, en busca de acallar los gemidos que ocultaba en mi garganta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.