Solo Un Fantasma

Capitulo 19

Hanna.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Me oculte en las sabanas muerta de vergüenza.

¿Qué hice? ¿Qué diablos hice?

Por mi cabeza pasaron mini flashbacks de lo que acababa de pasar con Matthew, la forma en la que me tocó èl fue muy diferente de la manera en la que me tocó Joshua, la forma en la que Joshua me tocó no me agrado, pero con Matthew me gusto… Mordí mis labios nerviosa.

–Baja, hice el desayuno. –la voz de la señora Vivian me hizo saltar de la cama. –Tranquila ¿Por qué estás tan nerviosa? –rie.

Me quedé muda, no podía decirle que hace unos minutos Matthew estuvo tocándome, de solo pensarlo mi rostro se puso rojo de la vergüenza.

–Yo… Lo siento. –me disculpé sin saber el porqué. –C-creo que debería irme.

–Hanna. –suspiro recostándose en el marco de la puerta. –No haré preguntas, no los juzgaré, ustedes saben que están haciendo, pero ahora deberías bajar y desayunar. ¿Bien?

Mamà me haría la “charla” y me preguntaría por las cosas que hice, tal vez me daría un buen regaño y luego me castigaría.

–Si… Está bien.

–Bien, te espero en la cocina. –la señora Vivian sonrió y salió de la habitación.

Me quedé sentada en la cama por algunos segundos, luego me levanté y salí de la habitación de Matthew, caminé al baño, tomé el pomo de la puerta, pero me detuve al escuchar un sonido extraño.

Mierda…

Escuché decir al otro lado de la puerta. Quedé de piedra frente a la puerta del baño. Él se estaba… ¿Él se estaba masturbando?

Con el rostro rojo y avergonzada entré en la habitación de Matthew, tomé mi teléfono y salí corriendo escaleras abajo, me disculpé con la señora Vivian antes de salir de la casa y correr a la mía, en donde apenas entré subí y me encerré en mi habitación.

Diablos… ¿En verdad Matthew se estaba..?

Me oculté entre las sábanas, intentando ocultar mi vergüenza. Me estoy volviendo malditamente loca. ¿Como diablos se me ocurrió pedirle eso a Matthew?

Uhg. Además lo escuche… Ah, mierda.

–¿Qué diablos me pasa? –susurre y abrace a Uta.

(.......)

Sin darme cuenta me quedé dormida llena de pensamientos sobre lo que pasó en la fiesta de Joshua y con Matthew. Cuando me desperté era medio dìa, mi teléfono no paraba de sonar, como pude lo tome y conteste la llamada.

–¿Si? –hable adormilada.

¡Hanna! ¿Dónde diablos estás? –el grito de Rubí al otro lado de la línea me hizo cerrar los ojos de frustración, me senté en la cama.

Te hemos estado buscando en todos lados, te hemos llamado y no contestas.

–Lo sabrían si hubiesen revisado los mensajes que les envíe ¿O que tal las llamadas que les hice? ¿Qué tal cuando las estuve buscando pero no las encontré? ¿Uh? –cuestione con palabras duras. –Me dejaron a mi suerte en la primera fiesta que he ido en mi vida.

Las chicas al otro lado de la línea se quedaron en silencio, suspiré cansada, tal vez no se merecían mis gritos pero en verdad estaba enojada con ellas por no responderme, colgué la llamada y tire mi telefono en algun lado de la cama, me pase las manos por la cara.

–¿Ya estás despierta? –preguntò mamà al otro lado tocando la puerta de mi habitación para luego abrir la puerta y entrar. –Deberías bajar a almorzar.

–Mamà… ¿Qué se hace en una fiesta?

Realmente no se si hice las cosas bien en la fiesta de Joshua, no se si hice bien pidiendole “eso” a Mathew, no se si hice bien al gritarles a las chicas, no si estoy haciendo bien las cosas, no lo se, realmente no lo se y me siento perdida.

–No hay nada verdaderamente fijo para hacer en una fiesta cariño, hay muchas cosas que se pueden hacer en una fiesta, bailar, charlar, conocer personas, beber…

–Tener… ¿Tener sexo? –pregunté casi en un susurro, mamà se quedó en silencio por un momento.

–Tù… ¿Tù tuviste sexo? –pregunto entre asustada y sorprendida.

–¡No! –me apresure a decir. –Yo solo… Joshua me gusta. –comencé a explicar. –Èl en verdad me gusta, èl fue quien me invitó a la fiesta, èl y yo ayer… Bueno… Él me tocó y yo…

–¿Te gusto? –preguntó interrumpiendo me, yo vacile. –Está bien si no lo sabes, apenas cumplirás la mayoría de edad en poco menos de un mes, no tienes mucha experiencia cariño, y eso está bien, aun eres joven. –explicó acercándose a mi y acariciando mi mejilla.

–¿Cómo debería sentirme? –pregunte.

–No lo sé. –respondí dándome un abrazo. –Pero esta bien como te sientas en estos momentos, pero ahora deberías de bajar y comer algo ¿Bien?

Asentí, mamà me sonrió, besó mi frente y salió de mi habitación, me pase las manos por la cara antes de bajar a comer.

–¿Estuviste en casa de Matthew? –pregunta Jackson al ver la ropa que tengo puesta, asentí, no tenía ganas de decirle nada. –Lamento no haberte contestado, la música estaba alta.

–Si, esta bien, entiendo. –murmure llevándome la comida a la boca.

Sentía la cabeza pesada con tantos pensamientos, no sabia que hacer, no sabía cómo sentirme, tener muchas cosas en la cabeza me estaba volviendo loca. 

¿Qué debería de hacer con las chicas? ¿Debería disculparme por las cosas que les dije? Si… Tal vez debería hacer eso, pero entonces… ¿Qué debería hacer con Joshua? ¿Debería decirle que no me gustó la manera en la que me tocó? ¿Debería disculparme con él por salir huyendo? ¿Debería solo ignorarlo y olvidarme de él para siempre aunque me guste? Oh cielo… Y con Matthew… ¿Qué debería de hacer con él? No debería de sentirme tan avergonzada por sus acciones ya que yo se lo pedí, pero aun así… No lo sé.

Dejé escapar un suspiro lleno de frustración, me levanté de la mesa y subí a mi habitación ignorando la mirada de preocupación que me lanzaba mamà y Jackson. 

Entonces pasó el fin de semana en el que decidí quedarme encerrada en mi habitación e ignorar los mensajes de todos y no salir de mi habitación a menos que sintiera la necesidad de comer o de ir al baño. Cuando llegó el lunes intenté mantener un perfil bajo, cuidándome de no llamar la atención o encontrarme con Joshua o las chicas.




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