Capitulo Trece 19-11-2021
Eros
La gran sorpresa.
Una estúpida semana, no lo puedo creer, ya paso una semana donde me ha tocado comer solo en el árbol esperando que mi dama regrese, como era de esperarse fui ese mismo día a verla y no me dejaron pasar porque me tacharon de ladrón.
Camino de un lado a otro el callejón de la perdición, estoy tan concentrado en volver a verla que nisiquiera me he permitido respirar y sentir el vacío de la partida de mi madre.
—-Campanita puedes dejar de marearme— sonrió con el sarcasmo de Mikhaelo.
—No, déjame quieto— Capi nos observa desde la esquina con una sonrisa, en días como hoy donde no le provoca volar se le ve mejor semblante.
—Yo... tener... una... idea— me detengo observando al capi —Eros... cantarle... a... la... chica.
—JAJAJAJAJAJ— la burla de Mikhaelo se hace presente casi de inmediato —Eros cantante, ¿es que acaso te has quedado sin neuronas Capi?
—Muy gracioso animal— tomo por los hombros a Capi para que siga hablando.
— ¿Eros... saber... cantar? — Niego —Yo... poder... ayudar.
— ¿Pagándole un cirujano? No creo Capi ese solo puede borrarle la fea cara que tiene— Veo a capi reírse por las idioteces que dice Mikhaelo.
—Capi... tener... un... familiar... lejano— respira y continua —El... podrá... ayudarte.
Asiento sonriendo feliz, me toma del brazo para guiarme.
—Yo no voy— se queja Mikhaelo, Capi se ve obligado a regresarse y la escena me hace reírme con ganas cuando lo toma por las orejas para que se pare.
—Si... Mikhaelo... no... va... se... pondrá... feo— Mikhaelo alza las manos en señal de paz y camina con nosotros.
No sé cuántas calles caminamos, cuantas aceras cruzamos y cuantas avenidas dejamos atrás, capi sigue caminando como si esto lo hiciera todos los días mientras Mikhaelo empieza a sentarse cada que puede.
Observo la hora en el reloj y ya casi llevamos dos horas caminando.
—Capi porque no me dijiste para ir por mi carro— el niega y me señala la entrada de la residencia privada.
—Aquí... vivir... primo...lejano...de...capi— me señala la casa así que empiezo a caminar a la entrada. —No... seas... animal— me jala de la camisa.
Nos lleva detrás del camión de carga y se pone en la fila como si fuera otro trabajador más, el tipo que está descargando lo mira raro peor le entrega la caja, luego hace lo mismo Mikhaelo y conmigo.
Soltamos las cajas pero Capi nos regaña, caminamos hasta llega al final del lugar observando la casa más grande de todas, es realmente hermosa, no importa que tan grande es por donde quiera grita humildad y sencillez, achino la vista observando al hombre de color que está en el porche tocando lo que parece ser un piano.
—Capi... no... poder— se intenta ir pero ahora es el turno de Mikhaelo quien lo agarra por las orejas.
—No te vas a ningún lado, ya me salieron cosas raras en los pies por caminar y todo por tu culpa así que termina de una vez.
—Toquen... el... timbre— pide y es lo que voy hacer cuando Mikhaelo se fastidia
—A la verga— lo veo brincar la pequeña reja del lugar —Tu, el que tiene complejo de Bruno Mars— silva y hace tanto ruido que desconcentra al hombre que tocaba una melodía bastante hermosa.
—No... tiene... complejos... es... él— observo con los ojos abiertos a capi —este... idiota... lo... interrumpió.
— ¿Quiénes son y que quieren? — el hombre de color se pone a la ofensiva y no es para menos, de pronto dos hombre muy grandes se le tiran encima a Mikhaelo, Capi yo empezamos a reír desde la calle.
El familiar de Capi sube la mirada y se encuentra con la de esta.
—Raúl ¿Eres tú? — El capi da dos paso adelante asintiendo —No puede ser.
Sale el hombre casi corriendo a abrir la puerta y sin importarle la caja que tiene Capi en las manos la tira y se le va encima a darle un fuerte abrazo, tampoco le da importancia al hecho que está muy sucio.
—Pueden dejar la estúpida luna de miel para después esto duele animales— se retuerce Mikhaelo debajo del hombre enorme, yo por mi parte no dejo de reír viendo su cara.
—Perdonen— el hombre de color da la orden y sueltan a Mikhaelo dejándonos pasar —Tanto tiempo Raúl.
—Raúl... necesita... un... favor... tuyo... y... antes... de que... digas... algo... es a favor... del amor— este asiente.
—Mucho gusto Bruno Mars y ¿ustedes?
—Peter Pan y Campanita— le doy un golpe a Mikhaelo cuando habla sarcásticamente —Perdón.
—Mucho gusto soy Eros Moron.
—Es un placer, díganme en que puedo ayudarles.
—Eros... enamorado... querer dedicarle... una canción... tuya a su chica... porque sus... padres.. no lo dejan verla— habla capi súper rápido.
—Si a todo— sonríe y me parece la persona más increíble del mundo.
Nos invita a pasar y nos ofrece chocolate con galletas mientras le da instrucciones a sus empleados de que le den un cambio de ropa a capi y lo hacen.
—En lo que Raúl termina dime que tienes en mente— sonrió aceptando la bandeja con galletas.
—En el camino capi me dijo que podías tocar en el instituto donde esta Atenea, yo encontrare la manera de entrar y conectar el sonido en todo el lugar y tú puedes estar afuera y tocar.
—me gusta la idea, ahora dime ¿Saben tocar la guitarra? — Mikhaelo se burla, pero me sorprende ver que en medio de sus burlas acepta que toca la guitarra.
—Yo sé porque cuando era niño pertenecía a una banda de Estado unidos pero cuando me vine lo deje por completo.
Editado: 11.02.2022