Solo Un Latido MÁs

Capitulo Veinticuatro

Eros Morón

Eros Morón

Aterrizo no sé cuántas horas después, el sol de Italia me recibe quemándome la piel de inmediato, corro buscando un taxi que me lleve a mi destino y media hora de tránsito y dos peleas a mitad de camino logro llegar a enorme Instituto de especialidades Sloan.

La enfermera de la recepción me mira como si estuviera perdido cosa que me da ternura porque las arrugas de su cara la hacen parece mucho mayor de lo que en realidad es.

—Buenos días joven ¿Se ha perdido usted? — su mirada cambia repentinamente viendo como si fuera algún fantasma.

—Disculpe estoy buscando a— saco la nota de mi bolsillo que queda en el piso en muchos pedacitos, demonios, saco mi teléfono con la esperanza de tener los datos en el.

—Joven— levanto la mirada cuando la dulce voz de la enfermera vuelve a llamarme — ¿usted es apellido Morón?

Asiento acercándome a ella con el nombre que busco

—Estoy buscando a la Doctora Amahia Sloan— ella asiente no muy convencida pero llama por el parlante y en menos de medio minuto alguien me guía a un consultorio del segundo piso.

—Toque en esa puerta y espere a que le abran— Toco dos veces y unas voces agitadas me indican que espere.

— ¿Quién demonios eres y porque me interrumpiste?— Una morena un poco mas baja que Atenea demonios es más baja que Atenea eso es mucho, me observa como si quisiera matarme, levanto un poco la vista y su pareja está a medio vestir.

—Disculpe soy Eros Morón— le extiendo la mano la cual ve como si fuera un bicho raro.

— ¿Y debería saber quién eres? — Me cierra la puerta en la cara ocasionando que me golpee la nariz.

—Rayos joven alguien le jugo una broma, a Regina James nadie la molesta y menos en su horario de descanso se pone como loca— La enfermera de momentos atrás me guía a la oficina con el membrete de Amahia Sloan medico científico en genética.

—Muchas gracias creo que ahora si será mi héroe usted— sonríe con ternura y se despide perdiéndose de mi vista en cuestión de nada.

—Envié la información tan pronto la tenga es de vida o muerte— salen dos personas del consultorio al que quiero entrar, una de ellas se me queda viendo por lo que supongo es la Doctora que busco.

—Eros Morón— me presento consiguiendo que se tire a mis brazos con un cálido abrazo lo que tanto estaba buscado desde que llegue.

—Por fin llegaste, tenemos mucho que hacer— me hace señas para que pase al consultorio dándome a entender que me siente delante de ella. — ¿En qué etapa esta la señorita por la que estás aquí?

—En etapa tres y estoy aquí porque siento, bueno mejor dicho estoy seguro que puedo reversar esa etapa dejándola en la etapa inicial lo que me daría más tiempo para eliminarlo de su sistema dado que si no logro eliminar si lograr que duerma.

—Eres muy ambicioso y eso me gusta, querido Eros soy Amahia espero este sea un lugar de amor donde te acoples rápido y tengas una muy buena experiencia para que regreses a estudiar con nosotros el año que te sea asignado— asiento dándole las gracias siguiéndola fuera del consultorio a lo que parece ser un laboratorio.

Me da una visita rápida a todas las instalaciones y lo que digo rápido nos toma casi cuatro en medio de explicaciones y anécdotas donde me acoplo a cada conversación muy bien.

—Mañana empezaras aquí en este laboratorio conmigo donde aprenderás a derivar genética de la genética misma a base de sangre contaminada por virus agresivos— asiento tomando nota mental.

—Gracias por todo lo que está haciendo— me sonríe y me lleva a mi dormitorio donde ya está mi maleta.

—Eres un Morón por lo tanto eres famoso aquí o bueno tu apellido cuando descubras porque créeme que necesitaras muchas respuestas querido Eros, por mi parte te aconsejo que si te preguntan tu nombre no menciones tu apellido o por lo menos omítelo— se despide dejándome con muchas preguntas

Le doy una rápida vista a mi teléfono contestando los mensajes, me despido de todos incluida mi preciosa y me meto al baño a quitarme la tensión que me dejo en los hombros la advertencia de la Doctora

Salgo con una toalla en la cintura sintiendo miedo en la boca del estómago.

—Si sientes miedo es porque estás haciendo las cosas bien Eros solo respira— me tiro a la cama y de pronto todo se vuelve oscuro, cansancio le dicen.

Despierto tras los golpes que no cesan en la puerta, me levanto súper rápido abrir.

—Eres el nue...— una chica realmente hermosa esta delante de mi bueno si lo blanco es hermoso dado que tiene su cabello blanco, piel blanca y ojos verdes casi blanco wow.

— ¿Soy él? — sigo su mirada notando que no llevo nada puesto debido que a mitad de noche o no sé cuándo demonios se me quito la toalla.

—Perdona, demonios— me volteo buscando algo con que taparme.

—Hermoso culo amigo— me pongo rojo y me tiro al suelo cuando veo la toalla.

—Señorita de verdad perdone no es mi intención, me quede dormido y no supe...— A mitad de mi discurso soy interrumpido nuevamente

—Alaska ¿que se te ha dicho de espiar a los nuevos? — es como ver a la chica pero en versión masculina, aparece vestido de blanco como ella y ambos me miran tan intensamente que me dan miedo.

—Perdona Marcos pero el nuevo es muy atractivo— me observado ambos —Por cierto cómo te llamas bombón.

Recuerdo las palabras de la Doctora Amahia e improviso sin que se me note lo nervioso que estoy.

—Mikhaelo Grey— en la posición que estoy me veo súper ridículo con la mitad del cuerpo bajo la cama por estar desnudo y la otra tapándome con la cama.




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