Narrador Omnisciente
La ciudad estaba tintada por el gris del cielo que predecía lo que estaba a nada de pasar, las nubes se tornaron grises y el cielo poco a poco acompañando el dolor de los dos amores que estaban a nada de ser separados. Las nubes en un mismo compas empezaron a llorar mientras eran testigo de aquel amor tan puro que no tuvo ese final feliz.
Pero, que fue lo que llevo a Eros Morón a tomar esa decisión, él sabía perfectamente que eso era un suicidio dar su vida por la de ellas, más aun eso no le importo porque por fin su vida tendría un valor para algo bueno, por fin su vida serviria para algo.
Eros no se detuvo a pensar que sería de su amada esposa cuando aquellas palabras tan crudas llegaran a sus oidos ¿Eros? ¿Quién es Eros?
El tiempo, la tormenta que estaba a nada de llegar y el sacrificio de un amor verdadero fueron suficientes para que la sangre que ahora corría por las venas de Atenea Grey le devolviera a su corazón las ganas de latir y seguir luchando, por ella, por él y por el fruto de su amor.
El tiempo no cura una puta mierda, nos curamos nosotros mismos a base de voluntad, ¿Cómo sería vivir sin el amor de nuestra vida? O peor aun ¿Cómo será enfrentar la vida sabiendo que el amor de nuestras vidas se sacrificó para que nuestra vida siguiera existiendo?
De pronto el huracán pinta un rayo en el cielo que lleva la forma de la vida, el viento sopla tan fuerte que mueve la cortina de la habitación donde se lleva a cabo el tratamiento, todos los testigo observan la marca que anuncia que este no será el final.
La copa de los árboles se mueven, el mar ruje por saber más de ellos, los pájaros vuelan alrededor del instituto queriendo saber el desenlace y es el milagro hecho persona, el milagro que une dos corazón desde que nacen unidos por un hilo rojo del destino que se encarga de reunirlos.
El dedo de Atenea Grey se levanta y siguiendo la sincronía su mano y brazo se mueven atrapando el dedo de Eros, dedos que desde siempre llevaron el hilo rojo.
Las lágrimas empiezan a salir cuando la lluvia cae a cantaros, los corazón laten sin poder creer lo que observan, las respiraciones de detienen cuando ambos corazones rugen en sus pechos dando signos de vida en el monitor que pone a todos a brincar de felicidad.
La sangre de Eros se unió la virus creando el antídoto que limpio la sangre de su amada pero, los genes de Eros estaban tan puro que parte de la droga estaba pegado a sus entrañas mismas que recibieron la sangre de Atenea limpiándola del veneno que amenaza con destruir el final feliz.
Ambos corazones laten fuertes, desatando la alegría de los pajaritos que esperaban en la ventana, los árboles se retuercen queriendo despegar sus raíces del suelo para ir a presenciar tan hermoso suceso, el cielo deja de llorar volviendo las nubes a su tono natural, despejando la oscuridad y dejando que el arcoíris se tome el lugar.
Las Doctoras Lexie y Amahia no se pueden explicar cómo sucedió pero los que realmente amaron como el abuelo de Eros y el padre de Atenea saben que ese resultado es producto del amor.
Amahia toma una muestra de sangre de Eros mientras que en el mirador los jóvenes siguen brincando y celebrando. La muestra es enviada al laboratorio confirmando que todo salió con éxito.
Atenea está sana y salva, Eros está sano y ahora la sangre de los dos unida salvara a su hija, la pequeña Selene quien es menos de dos horas recibió la sangre de sus padres dándole mucha más fuerza para que su corazón no dejara de latir.
Si, la familia Morón Grey sobrevivió a otro duro golpe de la vida, pasaron casi un mes en recuperación y hace dos días Atenea Grey por fin abrió los ojos.
—Eros— su amado esposo la toma del rostro besándola para calmar sus miedos y que sepa que él siempre estará para ella.
—Pequeña maniática— se funden en amor y alegría cuando la enfermera de turno entra con la pequeña Selene que ahora tiene un mes de nacida.
Todos están en casa ansiosos por conocer en persona al pequeño milagro producto del amor.
—Es un verdadero honor para nosotros presentarles a —Eros ayuda a sus dos mujeres a llegar al centro de la sala donde todos esperan felices.
—Selene Morón Grey— todos aplauden y celebran la llegada de la Diosa de la luz y la esperanza porque después de todo la bebe llego para darle más motivos a Atenea para quedarse y luchar por su vida, la pequeña Selene llego para reforzar el buen corazón de Eros.
Atenea Grey, medidas perfectas, rostro de porcelana, ojos misteriosos, hermosa cabellera roja y las muchas pecas que adornan su cara. Lleva en brazos al ser más hermoso que el mundo ha tenido la dicha de conocer. A pesar de ser una mujer casada sigue gritándole al mundo lo fuerte que es, demostrando que como ella ninguna.
Eros Morón, alto, delgado, ojos verdes casi transparentes, aura misteriosa, chaqueta de cuero negro, que le grita al mundo lo mal chico que es, lleva consigo a las dos mujeres de su vida rodeado de las personas que realmente lo aman. A pesar que lleva tatuado el pasado en cada una de las cicatrices de su piel tiene la fuerza de mil mares en su pecho y es increíble que a pesar de haber sufrido tanto tenga una mirada con ganas de ser feliz, con las ganas intactas de seguir soñando y luchando.
Ambos por fin se encontraron después de muchas vidas buscándose, saben que el latido del otro es por ellos y por esa pequeñita que sonríe desde la cuna.
—Las estrellas, el mar, el huracán y la propia tormenta están orgullosos de saber que sus átomos crearon a alguien como tu esposa mia.
Editado: 11.02.2022