Solo un poco enfermizo ❃ Hyunin

♡ :  CAPÍTULO IX — PELEANDO CONTRA LA GRAVEDAD

Jeongin se quitó la chaqueta y miró alrededor de la habitación llena de gente, su corazón latiendo tan rápido que se sintió un poco mareado por un momento.

No debería estar aquí. ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Por qué había escuchado a Seungmin, de entre todas las personas?

“Porque eso es lo que querías desde el principio”, le susurró una voz en el fondo de su mente. “Porque Seungmin solo fue el último empujón que necesitabas. Porque Hyunjin se había equivocado”.

El tiempo no ayudaba. En todo caso, se sentía más como la mierda con cada día que pasaba, perdiendo el interés por todo. Incluso el fútbol. Incluso su hijo. Incluso Wonyoung.

Ya no podía negar que algo andaba mal con él. Podía recordar su amor por el fútbol, su atracción y amor por Wonyoung, sus sueños de una familia, pero ya no podía sentir ninguna de esas cosas más. Era como si algo estuviera roto dentro suyo, algo que había dejado de funcionar bien. A veces se preguntaba si no habría desde siempre algo fundamentalmente mal en él, y que Hyunjin fue el motivo de que haya podido sentir amor en absoluto.

Solía ser feliz con Wonyoung, pero él estaba acostumbrado a recibir un abundante amor de Hyunjin en simultáneo. Podría haber subestimado cuanto su relación con Hyunjin afectaba su estado de ánimo y sus relaciones con otras personas. Ahora que él se había ido, ya no podía sentir nada más, nada, aparte de su sensación de incompletud y desconexión con el mundo.

Joder, estaba peor que arruinado.

Y la peor parte era que, al parecer, Hyunjin no se sentía de la misma forma. Aparentemente Hyunjin estaba bien. Más que bien. Aparentemente Hyunjin estaba demasiado ocupado besándose con algunos estadounidenses como para echarlo de menos en lo absoluto.

—¡Hola! ¿Buscando a alguien?—Jeongin se estremeció y volvió la cabeza.

Un tipo rubio lo miraba con curiosidad, pero no había ni siquiera un destello de reconocimiento en sus ojos. Aquí, del otro lado del charco, pocas personas lo reconocían.

—Sí, de hecho. —dijo Jeongin— ¿Hyunjin?

—Creo que está en la cocina. —el chico hizo una seña a su izquierda— Soy Jisung.

Murmurando su agradecimiento, Jeongin se dirigió hacia allí, con las piernas un poco inestables. Frenó de golpe en la puerta de la cocina.

Hyunjin no estaba solo. Tenía a un chico, a Huening Kai, sobre él. Se estaban besando. Las manos de Hyunjin estaban en el culo de Huening y éste gemía, prácticamente en celo contra Hyunjin, sus dedos en el cabello de Hyunjin.

Por un largo, doloroso momento, se sintió como si el corazón de Jeongin le dejara de latir. Tenía problemas para respirar. Así que era verdad. Todo era cierto. Debe haber hecho algún ruido ya que Hyunjin terminó el beso y volvió su cabeza.

Hwang Hyunjin se quedó completamente inmóvil. Sus miradas se encontraron y el ruido de la fiesta pareció desvanecerse. El corazón de Jeongin martilleaba en sus oídos.

—Oye, ¿Eres Yang Jeongin?

Jeongin se obligó a apartar los ojos de Hyunjin para mirar a Huening. Casi se echó a reír, aunque diversión no era la emoción que sentía mientras miraba al chico. Nunca se imaginó que la única persona que lo habría reconocido en los Estados Unidos sería Huening Kai, precisamente.

—Sí, ¿y tú eres?. —Jeongin sabía que estaba siendo desagradable y no le importaba. Él nunca había afirmado que fuera una buena persona, y no iba a empezar a hacerlo por el bien de éste idiota.

—Él es Huening Kai, mi novio. —dijo Hyunjin, poniendo un brazo alrededor de Huening.

Tragando, Jeongin miró la mano en la cadera de Huening antes de levantar los ojos a la cara de Hyunjin. Expresaba muy poco. No podía leer a Hyunjin en absoluto, y eso dolía. No se suponía que iba a ser así. Cuando imaginó, soñó, ver a Hyunjin de nuevo, él nunca pensó que sería así.

Hyunjin no se suponía que iba a mirarlo con desinterés y tener a algún rubio oxigenado apretado contra él. Jeongin pegó una sonrisa en su rostro.

—Mucho gusto. ¿Puedo robar a Hyunjin por un minuto? —Jeongin dijo.

Huening le dirigió una mirada curiosa, pero asintió con la cabeza y salió de la cocina. Cuando el chico lo pasó, Jeongin contuvo el aliento; olía a la colonia de Hyunjin. Cerró la puerta tras Huening y se giró.

El rostro de Hyunjin permaneció impasible.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Jeongin no sabía qué decir. No se suponía que debiera estar aquí, en primer lugar. Wonyoung pensaba que estaba en el centro de entrenamiento con el equipo. Chelsea tenía un juego al. siguiente día; en un día festivo y seguro como el infierno que no se suponía que él estuviese en los Estados Unidos el día anterior. El entrenador lo mataría si se enterara.

Hyunjin no se veía exactamente feliz de verlo. Todo lo que había planeado decir parecía estúpido ahora. Hyunjin había seguido adelante. A Hyunjin no le importaba una mierda más. Él tenía un nuevo y radiante novio.

—Es bueno verte también, Hyunjinnie.

Hyunjin desvió la mirada.

—Jeongin…

—Es bueno saber que todavía recuerdas mi nombre. —Jeongin sabía que su tono estaba volviéndose desagradable, pero él no podía parar.

Era jodidamente doloroso. Todos éstos meses, él había estado hecho un desastre, continuando en movimiento sin que realmente le importe, pero aparentemente Hyunjin estaba muy jodidamente feliz.

—Wow, Eres rápido. Pensé que pasaría por lo menos un año antes de que empezaras a “amar” a alguien más.

Hyunjin seguía sin mirarlo.

—¿Cómo está Wonyoung?

—Ella está bien. Tenemos un hijo, Niki.

—Felicidades. —Hyunjin dijo enérgicamente, caminando hacia la puerta— Me tengo que ir. Kai me espera…

Jeongin le agarró el brazo. Los músculos de Hyunjin se endurecieron bajo su mano.

—Déjame ir. —Hyunjin dijo, con voz uniforme.

—¿Lo amas? —Jeongin preguntó.

Hyunjin miró a la puerta cerrada.



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En el texto hay: hyunjin, jeongin, hyunin

Editado: 03.06.2023

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