Me bajé del coche por fin delante de mi nueva casa, en Hawthorn, un pueblecito lejos de la ciudad, con cero vampiros, cero ataques un pueblo nuevo solo para mi, me he encargado personalmente de venir hace unos meses a investigar si alguien sabía algo de la existencia de vampiros, la suerte esta de mi parte y no tienen idea de que somos, nada más que lo que crepúsculo ha divulgado falsamente de nosotros, la verdad lo agradezco me han intentado matar de tantas maneras estúpidas, me han expuesto al sol, en parte es verdad, pero al ser una vampiresa de segunda generación, no me afecta como tal, me hace daño pero no ardo, lo único que podría matarme es una estaca de espino al corazón, que me lo arranquen o me corten la cabeza y supongo que algo mas pero no me interesa la verdad, así que esta es mi nuevo hogar, o por lo menos durante los próximos 30 años
Di la vuelta al coche y agarré la primera caja del montón, en un par de días vendría un camión con el resto de cosas, me acerqué a mi pequeña casa, tenía dos habitaciones, dos baños, cocina salón, me acercaba a la puerta por el patio delantero, pero una voz me detuvo
-¡Hey espera!- me gire sobre mis pies y se acercaba hacía mí un chico moreno bastante guapo -¿Necesitas ayuda?- yo sonreí con "inocencia"
-Claro, aguántame la caja un momento- le pasé la caja y agarre las llaves después de abrir le invité a entrar -Deja la caja en cualquier sitio- dejo la caja encima de la mesa de la cocina en la isla central
-Bonita casa, ¿que te trae por este pueblo de mala muerte?
-Mis padres están todo el día viajando y decidí mudarme a este precioso pueblo
-Que maleducado, ¿como te llamas?
-Acacia Vilians- le extendí la mano, a lo que él me la agarró
-Dante Jones, hijo de la Sheriff- me apretó la mano y yo le acerque a mi, mirándole fijamente a los ojos
-Bien Dante Jones, hijo de la Sheriff, a partir de hoy te vas a convertir en mi banco de sangre, todos los días a 7 te pasaras por mi casa, me darás de tu sangre y te iras, no dirás nada de esto a nadie ¿entendido?
-Entendido- me encanta esto
-Genial- cogí un vaso de la lacena y un cuchillo -Hasta la mitad del vaso, por favor
En lo que llenaba mi vaso, fui a la cocina a por vozka y un vaso más, cuando termino de llenarme le vaso le eché el vozka, el quería irse pero le obligué a quedarse a tomar una copa, nos sentamos en el salón y le di un largo trago a mi bebida
-Te aconsejo que dejes de fumar le da un regusto amargo a tu sangre
-¿Qué eres?- estaba muerto de miedo y me encantaba
-Soy un vampiro, bueno vampiresa y pues estoy en este pueblo a empezar mi décima vida lejos de mis hermanos y creo que tu vas a ser mi confidente y banco de sangre- le agarré del hombro y le mire -A partir de ahora soy tu mejor amiga la persona en la que mas confías y obviamente me obedecerás en todo lo que te diga empezando por no poder decir nada de lo que te cuento- le quise poner aprueba -¿Que soy?
-Mi mejor amiga Acacia- me dijo con una sonrisa, esto funciona, tengo al hijo de la sheriff en mi mano
-Bien Dante cuéntame un poco del instituto
-Soy de los populares obviamente, junto a mi novia Kiki la hija del alcalde, Kion, Samuel y June somos los superiores, todos nos temen y respetan
-Interesante y yo como soy tu mejor amiga estaré en ese grupo- me terminé mi vaso -Déjame tu muñeca me he quedado con hambre
-Claro eres mi mejor amiga, dame tu teléfono y te meteré en el grupo que tenemos y así te enteras de todo- deje de beber de su muñeca y le di mi teléfono, cuando me lo devolvió vi el grupo de Whats app de los superiores era mi único chat, a parte del de August y Admes, le lamí la muñeca curando la herida que tenía
-Muchas gracias, ahora márchate y olvida nuestra conversación- salio por la puerta y yo me serví otro vaso de vozka
Cuando me terminé el vaso, lo deje encima de la mesa, fui a la cocina y cogí la caja, subí por las escaleras y entre en la que seria mi habitación , era simple y espaciosa, contaba con un par de mesas, una comoda, un escritorio, un vestidor y baño propio; en la casa aparte tenia otro par de habitaciones y una biblioteca, saque de la caja alguna fotos, con Admes, August, una antigua de toda la familia cuando Admes y yo teníamos ocho años, hasta tenia una con Maus, me la quede mirando unos momentos, después de 100 años le sigo echando de menos, mis pensmaientos se vieron interrumpidos por le sonido del timbre, me asomé por la ventana, el camio de la mudanza acababa de llegar, baje tranquilamente y le abrí la puerta
-¿Señorita Acacia?
-Si soy yo- le agarré del hombro -Vais a colocar todas las cajas y no os iréis hasta hacerlo, os he dejado una propina encima de la mesa
Tras decirle eso, agarré mis llaves de casa, mi bolso y salí a dar una vuelta por el pueblo, fui viendo a los lugareños, todos desconocidos cosa que me alegraba, mientras caminaba mi teléfono comenzó a sonar, en la pantalla leí el nombre de mi hermano
-Que raro mi hermano llamándome y preocupándose inútilmente por mi
-Que raro mi hermana siendo grosera
-Grosera... que antiguo eres- me senté en un banco de la que supuse que era la plaza del pueblo
-Y tu que moderna ¿te has instalado ya?
-Si están unos muchachos colocando las cosas
-¿Los has obligado?
-Pero le deje una propina- le escuché suspirar desde le otro lado del teléfono
-No tienes remedio hermana-
-Bueno ¿que tal con August en Australia? ¿hace bien el papel de santurrón?
-Nos quedan un par de cajas por colocar, no beber sangre directamente de los humanos no te hace santurrón
-¿Donde esta ahora?
-Ayudando a una compañera de biología- no pude contener la carcajada
-No pierde el tiempo por lo que veo
-Quería librarse de la mudanza y se escapó, bueno hermanita, te dejo que tengo que seguir con la mudanza, intenta no matar a nadie, te quiero