Solo un poco más

4. Colgante

-¿Como que no lo sabes? Estabas con los ojos rojos y los colmillos enormes, casi lo atacas

-Es como si se hubiera apoderado de mi la sed, tenía mucha hambre, me ardía la garganta, era como una necesidad, no controlaba mi cuerpo

-No lo entiendo- dijo soltándome 

-Yo tampoco, no me había pasado nunca, ha sido peor que al convertirme, muchísimo peor

-Vamos, necesitas ayuda

Me agarró de la mano y me condujo por los pasillos del instituto no sabía donde iba, pero mientras más me alejaba de ese joven menos era mi hambre, al final de un pasillo pude ver la enfermería

-¿De verdad crees que una enfermera me puede ayudar?

-Una enfermera no pero un brujo si

En cuento puse un pie dentro de la enfermería, un dolor en la sien, que me hizo caer al suelo de rodillas

-Vete, aquí no eres bien recibida

-Espera viene conmigo- el dolor cesó

-Mira que te dije que no te metieras en cosas de vampiros, no creí que fueras tan estúpido, y menos con ella

-Yo también me alegro de verte Germán- conseguí levantarme del suelo

-¿Por que se llevan tan mal?

-Los brujos nos odian porque no somos un producto de la naturaleza, si no de las ansias del hombre por el poder, según los brujos ellos habían podido controlar a los lobos, pero resulta que la mitad murieron intentándolo, si hay algo que los caracteriza es la tozudez 

-Sois antinaturales- dijo poniéndose de pie 

-Y vosotros unos engatusadores- el dolor de cabeza volvió pero más fuerte, haciéndome caer al suelo y gritar de agonía

-¡Basta!- el dolor paró de nuevo -Necesita ayuda- dijo Kion agachándose a mi lado 

-No ayudo a vampiros

-La vida de un humano esta en peligro

-Controla tu sed- me conseguí levantar del suelo y me senté en la camilla

-El problema es que no puedo, es un hambre voraz incontrolable, pero que en la conversión, le he atacado sin conocimiento 

-¿Te ha visto?

-Kion me atrapó- le enseñó la muñecas aun heridas -Odio las heridas de lobo, no sanan- se quedó mirando mis heridas claramente asombrado y se acercó corriendo a Kion a mirarle las manos

-Todavía no te has transformado ¿como lo has hecho?- le soltó las menos después de inspeccionarla con cuidado y se dirigió a uno de sus armarios y sacó un libro 

-No lo se, tenía que intervenir no podía dejar que lo atacará, podría haber matado a Luka- de nuevo su atención se volvió a nosotros 

-¿Luka?- empezaron una conversaron entre ellos a la que yo no prestaba ninguna atención, cosas de brujos y lobos

El recuerdo de mi primera victima vino ami mente, algo que no podré olvidar nunca, los gritos sus ojos vacíos cuando la quite la vida y por alguna extraña razón pensar que mi siguiente victima fuera Luka me revolvía el estomago, salí de mis pensamientos cuando Kion me tocó el brazo

-¿Estas bien?

-¿Qué?- me quedé mirando y ya salir de mis ensimismamiento -Sí, sí ¿de que hablabais?

-De que siendo una vampiresa tan vieja, es imposible que no puedas controlar tu sed y ella te controle de una manera tan salvaje 

-Por eso hemos venido aquí y gracias por llamarme vieja, eres tan educado

-Bueno, te daré algo, solo porque la vida de un humano está en peligro, no por ti y Kion no te metas en cosas de vampiros 

-Descuida, no lo hago, Cia es un caso excepcional 

-Es una chupa sangre, pero supongo que con esto servirá- me entregó un colgante con una especie de recipiente, luego se corto en la palma de la mano y lo lleno, era tan roja y reluciente que parecía la propia joya del collar

-¿Que es esto?- dije mirando el colgante detenidamente algo desconfiada

-Mi sangre con un hechizo, el collar podría parar hasta los impulso de un neonato delante de una herida abierta, tendría que ayudarte, por lo menos a frenar la sed, con esto solo podrás comer por tu propia voluntad y no por instinto 

-La necesidad de alimentarme de ese chico era primitiva instintiva, como si fuese un animal

-Bebe la sangre, gracias al hechizo se rellenara automáticamente y te quitara absolutamente el hambre durante 8 horas- yo mire de nuevo el collar no muy confiada de beberme el liquido 

-¿Como se que no vas a matarme?

-El espino no te matará, solo un vampiro mas fuerte que tu, que resulta que es un ancestral, así que sería inútil, realmente espero que funcione 

-Y yo también, no me apetece ir a un funeral- colgué el collar en mi cuello

-Muy bien, ahora lárgate y no hagas daño a nadie o responderás ante mi 

-Si si rollo de brujos, muchas gracias 

Salimos de la enfermería a paso ligero ya habíamos perdido la primera hora de clases, no me apetecía perder la segunda 

-¿Que tienes ahora?- me preguntó por el final del pasillo pude oír la insoportable voz de Kiki hablando de mi, sin decir nada bonito por supuesto

-Teatro- antes de que pudiera decirme nada ya no estaba en su campo de visión, agarré mi mochila y comencé a andar

En mi cabeza escuchaba un corazón latir con fuerza, asustado, me llamaba, me atraía hacía él, mis pies caminaban solos, yo no era capaz de controlarlos ni queía, deseaba ir a donde me guiaban, al cruzar la esquina  en un pasillos lo vi, castaño de pelo largo, despeinado, iba con unos vaqueros y una sudadera negra enorme, oía el repiqueteo de los anillos de sus dedos chocando entre sí, oía cada vez con las fuerza el latir de su corazón y el fluir de la sangre por sus venas, pude notar como mis colmillos crecían hasta llegar a dolerme, en mi ultimo momento de lucidez, bebí el liquido del colgante, mis colmillos encogieron de nuevo, pero cuando quise darme cuneta y volví en mi misma, lo tenía agarrado por los hombros y estaba mirándole fijamente, en su rostro solos había miedo 

-Perdona- le solté y recogí su mochila del suelo para dársela 

-No, no pa... pasa nada- dijo tartamudeando 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.