Iba corriendo por el bosque, él me perseguía de cerca, demasiado cerca, saltaba de árbol a árbol, cuando me vio decidí correr por el suelo firma, esquivando enorme troncos, y las piedras, en un momento me tropecé con las raíces a unos escasos metros, estaba él mirándome con esos ojos rojos, a duras penas conseguí ponerme de pie y seguir corriendo, la noche estaba cerrada y me era muy difícil distinguir lo que había delante de mi, notaba su presencia detrás de mi, oía sus pasos cada vez más cerca, solo podía correr, mis piernas empezaban flaquear, pero en un ultimo esfuerzo conseguí salir al claro, ya no escuchaba sus pasos, no tuve la valentía de girarme, solo podía seguir corriendo, conseguí atravesar el claro, apenas me quedaba aliento, salté una parte del río pero algo me impacto haciéndome caer a la pequeña laguna, junto a mi persecutor
Conseguí sacar mi cabeza del agua y tomar algo de aire, pero una mano volvió a hundirme durante unos segundos, pero pude volver a sacarla
-Sigues siendo igual de lenta- dijo Maus con una sonrisa desde la orilla
-Y tú un tramposo- salí del agua empujándole a él dentro
Saco su cara empapada, mirándome con cara de enfado y con los ojos rojos, yo eche de nuevo a correr hacía el claro, cuando estaba por la mitad, me choqué de frente con su pecho, mire hacia arriba, era bastante más alto que yo
-No soy un tramposo es que tu eres muy lenta- dijo cargándome hombros, yo no pude evitar reírme a carcajadas
-Si lo eres- dije haciéndome la enfadada, mientras le daba golpes en el culo
De un momento a otro me soltó, caí de golpe al suelo y luego se tiró a mi lado, se quedó mirándome con dulzura, mientras yo ponía cara de enfadada
-No estas enfadada- me apartó un mechón del pelo
-¿Como lo sabes?- dije mirándole a sus ojos tan rojos como la misma sangre
-Porque no tienes lo ojos negros, tonta- me dio un suave toque en la nariz
-No te pases de listo Maus- puso su brazo debajo de mi cabeza
Nos quedamos mirando las estrellas, la noche estaba tan cerrada que ante nosotros había un cielo hermoso, no podía dejar de admirar, cada punto luminoso que había sobre nuestras cabezas, podía notar la mirada de Maus fija en mi, yo me giré pero aun así no apartó su mirada de la mía, vi como poco a poco se iba formando una sonrisa en su rostro
-¿Que pasa?- dije yo también sonriendo
-Que te amo Acacia- yo me quedé paralizada
No me lo esperaba, Maus no suele decir lo que siente, siempre me demuestra cuanto me ama pero nunca me lo dice directamente
-Maus... yo también te amo- su sonrisa se ensanchó aun mas, me acaricio la cara con ternura y me dio un beso suave, tan solo un leve roce, que me hizo desear más, cuando abrí los ojos, en los suyos el color negro cubría todo el ojo con un poco de rojo sangre en el centro, dejando ver la lujuria del momento
-Eres hermosa Cia- dijo acariciando mi hombro que estaba al descubierto
-Maus...- dije quitando su mano de mi hombro, algo incomoda
Yo nunca había estado con un chico, por decirlo de un modo intimo y estaba realmente nerviosa, no se si estoy preparada
-Cariño...- dijo besándome con dulzura -Si no quieres, no lo haremos- dijo abrazándome por la cintura
Yo me quede quieta unos segundo, pensando, soy una vampira que va a vivir miles de años y me da miedo tener relaciones con el amor de mi vida, le amo con locura, pero estoy demasiado nerviosa, parece que el lo nota, pues empieza a besarme, bajando lentamente hasta mi clavícula, el calor comenzaba a subir por todo mi cuerpo
-Si quiero hacerlo- dije decidida, el se puso encima de mi y comenzó a besarme con una total ternura, en sus ojos solo veía lujuria y adoración
[...]
Caí rendida sobre la hierba húmeda por el rocío, Maus cayó a mi lado, estaba temblando; no por el frío sino por la intensidad del momento y la ola de placer que había sacudido mi cuerpo segundos antes, estábamos desnudos, sobre la hierba, debajo de un techo de estrellas, había sido perfecto, me abrazó y yo me acurruque en su pecho, cubrió nuestros cuerpo desnudos con su gran capa, no hablamos, simplemente estábamos en silencio escuchando el latir del corazón del otro, pronto el sol asomó entre las montañas, bañando el valle con la tenue luz de la mañana
-Deberíamos, volver a la aldea- intente incorporarme pero Maus me hizo tumbarme de nuevo acercándome más a él
-No te vayas nunca- aquellas palabras me pillaron por sorpresa, tanto que no fui capaz de decir nada, simplemente agarré su rostro y le besé con todo el amor que podía trasmitir mis pequeños labios, pude notar como un par de lagrimas brotaban de sus ojos, me separé de él y las limpie como mi dedo
-No me iré jamás de tu lado- le acurruqué en mi pecho como si de un bebe se tratara
Ese recuerdo es el primero que se me viene a la cabeza al ver a Maus sacudiéndose en la habitación, agarré con fuerza la mano de Luka, deje de ver lo que pasaba a mi alrededor pues las lagrimas me empañaban la vista, Malia tenía la misma cara que yo, June se mantenía sería, pero se veía como sus ojos se iban aguando, cuando el liquido dejo de entrar en su cuerpo, paró de sacudirse, abrimos la puerta y podía oír como su corazón se iba parando lentamente, Malia entró la primera corriendo en la sala y le agarró la mano, los demás subimos a la sala de arriba para que pudieran despedirse solos
-¿Ya esta, ¿funcionó?- dijo Luka cuando ya los demás nos encontrábamos en la cocina
-Sí, su corazón se esta parando, esta muriendo- dijo June sin mirar a nadie solo a la copa de sangre que tenía delante -Otra vez...- añadió en voz baja, pero la alcance a oír
Todos nos quedamos en silencio ante sus palabras, pude escuchar desde el salón como Kion se iba despertando, June lo cogió y lo sentó en una silla en la cocina, él aun estaba un poco aturdido
-No digas nada si no quieres que te vuelva a dejar inconsciente- June se fue a sentar de nuevo en su taburete