Nos reunimos todos y vimos como el cuerpo de Maus se fue convirtiendo en cenizas
No pude soltarle la mano hasta que se hizo polvo entre mis dedos, nos quedamos un rato mirando el polvo que había sobre la mesa, mi vista se volvió borrosa por culpa de las lagrimas
Malia no podía dejar de llorar, June se fue sin decir nada, pude oír la puerta de mi casa cerrarse con fuerza, German estaba serio pero aun así se podía ver un poco su angustia, sin embargo Luka es el que más impresionado estaba para él todo esto era nuevo, pero notaba su tristeza como si él también se sintiera como yo
-Me tengo que ir a Dalia le sucede algo- German se fue de la habitación y luego de la casa
Es muy rara la conexión que tienen los brujos con los de su aquelarre
-Me vuelvo a Australia- dijo Malia poniéndose de pie
-Espera- me levanté de la silla, fui hacia un baúl de la sala y agarré unos pocos colgantes que tengo para estas ocasiones
Mi vida esta rodeado de muerte, la mayoría acaban muriendo y convirtiéndose en polvo
Puse las cenizas que tenía en uno de los colgantes y se lo entregué
Ella se quedo un poco impactada, hice lo mismo con otros tres colgantes, me quedé uno y le di a ella los otros dos
-Para Eryx y June para que siempre los llevéis con vosotros
Ella los cogió y sin decir nada se fue de la casa
Yo no pude moverme de la habitación, si salía de ella sabía que todo habría acabado que definitivamente se habrá ido y no podía aceptar eso, un leve toque en mi mano me hizo salir de mi ensimismamiento
-Vamos Acacia- yo miré a Luka y agarré su mano
Mirando las cenizas que había encima de la madera Luka me fue llevando de la mano lejos de esa habitación, no dije nada solo deje que me guiara por la casa, llegamos a mi habitación me sentó en la cama quitándome las zapatillas y tumbándome me tapó con las sabanas, él se sentó al pie de la cama sin decir nada, le miraba esperando a ver cuando iba a abrir la boca pero no lo hizo, agradecí el silencio, no era incomodo en absoluto, dado que con él me sentía más cómoda que con nadie, es como si supiera como me siento y que necesito en cada momento, mis ojos se fueron aguando poco a poco sin poder remediarlo comencé a llorar sin parar, se acercó a mi y me abrazó poniendo mi cabeza en su pecho
Ya se estaba haciendo de noche, no necesitaba dormir pero estaba realmente cansada, hacía un rato que había dejado de llorar, mi garganta ardía por la sed y le di un trago al collar del brujo para saciarme un poco; estábamos los dos en mi cama me tenía entre sus brazos, me estaba quedando dormida cuando noté que se intentaba mover, yo le agarré con más fuerza
-No te vayas- mi voz era ronca y las palabras salieron entrecortadas de mi boca
-Estoy un poco incomodo- podía notar como su corazón se aceleraba
-Pues ponte cómodo, hay ropa de mi hermano en el armario- estaba con los ojos cerrados disfrutando de su olor a hierbabuena
Cuando se levantó note un frío y un vació muy intensos, podía oír cada uno de sus movimientos, pero solo quería que volviera a la cama abrazarme; oía como se quitaba las zapatillas , la camiseta y los pantalones, me tentó mirar pero resistí mi curiosidad, se puso algo mas cómodo y volvió a la cama
Yo levanté las sabanas para que entrara dentro, noté como la cama se hundió a mi lado, se pegó a mi y de nuevo su calor me invadió su calidez aplacaba en cierta medida el dolor de mi corazón
Podía notar lo nervioso que estaba como su corazón se aceleraba a cada mínimo movimiento que hacía , me acerqué a él, nuestras piernas se rozaron y su corazón retumbaba con fuerza
Sus piernas estaban desnudas, porque se que no puedo pero en esos momento me habría enrojecido por el simple contacto al saber que no llevaba pantalones
Me acurruqué junto a su pecho, apoyando mi cabeza en su brazo, con el otro brazo me rodeo la cintura, lo que hizo que me tensara y me pusiera nerviosa con el simple roce, pero poco a poco el latir de su corazón me fue calmando
Estábamos en la oscuridad de mi cuarto, el silencio nos invadía por completo, solo podía notar su respiración en mi cabeza y como su corazón bajaba el ritmo cardíaco
Se había quedado dormido
-Todos los de mi alrededor mueren y no quiero que tu corras la misma suerte, me importas mucho, me calmas, no me temes, tengo miedo de convertirte y que aparezca la marca en ti y tenga que matarte o que cambies, no podría matarte y te protegería con mi vida, tienes que alejarte de este mundo de mi...
-No me pienso alejar de ti- su voz me sorprendió estaba segura de que se había quedado dormido
-Pero...- no me dejo terminar la frase
-He dicho que no, ahora calla y duérmete
-Luka- me puso un dedo sobre la boca
-No digas nada, no me voy a alejar de ti- me acercó más a él agarrándome por al cintura -Me importas demasiado Acacia
Una lagrima cayó por mi mejilla, no sabía como sentirme en ese momento, pero estaba feliz
-Llámame Cia- cerré los ojos y me acurruqué junto a él
Me desperté en la cama, la luz de la mañana me deslumbró haciendo que cerrase los ojos, Luka ya no estaba mi lado, fui hacía la cocina tranquilamente hasta que noté una presencia detrás de mi, me giré y vi una criatura negra de ojos blancos arrastrándose lentamente hacia mi, no podía moverme estaba paralizada , se acercaba lentamente, haciendo que sus uñas chocaran con el suelo formando un repiqueteo infernal, un miedo indescriptible me invadió todo el cuerpo, las lagrimas caían por mi mejilla sin poder dejar de mirar hacia esos ojos sin vida
-¡Cia!- miré a un lado y Luka vino corriendo a mi lado
El ser no detuvo su avance hacia nosotros, Luka no se separaba de mi, yo intentaba empujarle para que se fuera pero no se movió, el ser intento atacarle pero lo empujé con fuerza, llevándome yo el arañazo en la cara, notaba mi sangre resbalando por mi mejilla, di un golpe al monstruo, apenas se movió sin embargo él me devolvió el golpe lazandome contra la misma pared en donde estaba Luka, lo agarré y fui corriendo a la puerta pero, estaba cerrada, nos quedamos agazapados detrás de una estantería