El aire acariciaba mi rostro, el frío se colaba en mis poros, fui abriendo mis ojos lentamente encontrándome con la luz del sol cegadora, cerré los ojos con fuerza, estaba empapado, por la tormenta de anoche, de repente todos los recuerdos acudieron a mi cabeza unos ojos totalmente negros con el iris rojo sangre que me atraían
Me incorporé con brusquedad, mi mano va a mi cuello instintivamente, en busca del corte, pero esta bien, no tengo ni un solo rasguño, me paso la mano por la boca por el picor y cuando me miro la mano me doy cuenta que mis labios están bañados en sangre seca, mis ojos giraron en todas direcciones ¿Cia?
La vi a unos metros de mi en el suelo tirada con los ojos abiertos, muerta, me arrastré hacía ella con dificultad, sin pensarlo mucho subí la camiseta para ver su torso desnudo y sin un solo rasguño, no ha muerto, el recuerdo llega como un flash, como si fuese irreal, como si lo hubiese soñado
Se partió el cuello, para no hacerme daño, se mató por mi
La puse sobre mi regazo y con mi camiseta mojada, la quite la sangre de la cara, de la boca y de la muñeca que escurría hasta la camiseta
Me ha salvado, se ha sacrificado para mantenerme a salvo, un par de metros encuentro mi cuchillo clavado en la arena y el collar colgado encima
Me acerqué de nuevo a Cia, con cuidado la puse el collar y yo guarde el cuchillo
No podía dejar de mirarla, sus ojos se veían tan vacíos, tan solos y tristes...
No eres un monstruo, eres un ángel de alas negras
La cerré los ojos con delicadeza, la levanté en brazos con la poca fuerza que poseía y comencé a andar lejos de esa playa infernal
[...]
La quite la camiseta llena de sangre y los pantalones, con toda la delicadeza y respeto que cabían en mi ser, era la primera vez que hacía algo así
Su piel fue abriéndose camino debajo de la camiseta ensangrentada, los pantalones cortos fueron más sencillos pues no tenía que sacar toda la pierna de la prenda
Fui al baño y con una toalla y agua caliente fui pasándola por todo su cuerpo para limpiarla la sangre, desde su cara a sus pies, cuando termine por quitar toda la sangre, la di una de mis camisetas,de las pocas de manga corta que tengo, la quedaba casi por las rodillas, luego la tapé con las sabanas para que descansara, pude ver como se movió incomoda y comenzó a rascarse cerca de la arte de arriba del bikini
Seguramente, me maté por esto cuando se despierte, pero bueno casi muero hace unas horas, la diferencia seria mínima
Apartó su mano de donde se encuentra el lazo del bikini
-Por favor, no te despiertes y pienses algo que no es- dije susurrando una y otra vez
Estaba sudando, nervios y seguramente rojo como un tomate, es la primera vez que hago esto y seguramente la única como se de cuenta
Con cuidado y sin levantar la camiseta, metí la mano por la parte baja de la espalda en busca de la nudadaello y fui subiendo la mano hasta que la toque, disfrutando cada centímetro de su piel, tiré de él y al encontrarse de lado le saqué la lazada del cuello por la cabeza, dejándola solo cubierta por mi camiseta y la parte baja del bikini
Siempre duerme así y supongo que así se sentirá más cómoda
Solté el aire que no me había dado cuenta que contenía, por el nerviosismo como si estuviera a punto de desactivar una bomba
La cubrí con las sabanas de nuevo, baje del todo la persiana y abrí la ventana para que entrara la brisa fresca de la mañana, la di un beso en la frente y salí de la habitación
¿Acabo de...? me di una palmada en la frente, por la estupidez que acababa de hacer
Esta dormida no va a pasar nada
¿Y cuando se despierte? vea que esta limpia y la falta ropa ¿que pasará?
Eso lo veremos después por ahora con un café me conformo para no morirme
[...]
Estaba en la terraza con mi copa de whisky, el café me lo tomaría en otro momento, pero ahora necesito un pelotazo, estar al borde de la muerte hace que quieras emborracharte... y mucho
Me quedé mirando el cielo azul y la gente que iba por el paseo marítimo, las olas me llamaban y me envolvían, ayer fue la primera vez que fui a una playa y no creo que vuelva
Me dijo que me quería
Se me vino a la cabeza como una iluminación, me quiere y yo la quiero a ella
Me puse de pie nervioso, mirando a todos lados sin saber muy bien que hacer, una vampira de 700 años se había enamorado de mi, un humano con tendenciosas suicidas, parece un chiste malo
-¿Que voy a hacer?- me bebí el vaso de un trago
-¿Con tu hígado?
Acacia estaba viniendo hacia mi con una copa de sangre
-Deberías donarlo a la ciencia, porque es sobrehumano- se sentó a mi lado, estaba exactamente como la había dejado en la cama hace dos horas
Nos quedamos callados, mirando al mar sin saber como empezar la conversación, un leve roce me hizo salir de mi pánico, Cia tenía su mano sobre la mía sin ningún pavor
-Los humanos nunca habéis entendido que vuestra vida en sus suspiro y no tenéis tiempo para pensar o arrepentiros de las cosas que queréis en realidad
-¿A que te refieres?
-Si quieres bajar a la playa vamos, no te quedes mirándola- me dio una sonrisa juguetona
-Claro vamos- me quede mirando al suelo mientras ella volvía a la habitación
No soy capaz de decírselo y no se lo puedo decir, después de todo lo que hemos pasado no puedo darla más dolores de cabeza, se mató para no hacerme daño y yo solo la hice daño, nos e como esta, evita hablar conmigo al igual que yo con ella
Salio de la habitación radiante con su bikini rojo que dejaba todo su cuerpo a la vista en el que mi mirada cayó inmediatamente, el bikini hacía que su piel destacará y sus ojos verdes enmarcados por su pelo negros me observaban
Me estaba mirando con esa mirada hambrienta, aparté la vista inconscientemente