Ahora lo tenía entre mis brazos, era mio y no permitiré que nada me lo arrebate
Nos separamos y pude ver su sonrisa iluminada por la hoguera y sus ojos brillantes como dos grandes lunas llenas
Todo merecía la pena por él
Agarró mi mano y empezó a correr lejos del grupo mientras nos silbaban y gritaban; yo no podía dejar de reír y sonreír como una tonta ante la situación, Luka estaba eufórico, feliz, su corazón latía con una fuerza y velocidad contagiosa que por un momento pensé que estaba viva
En un momento tropezó, pero antes de caer loa agarré y rodamos por la arena, quedando debajo de mi, cara a cara, la luna nos iluminaba, haciéndose que sus ojos brillaran dejándome embobada, no podía dejar de sonreír y él tampoco
-Cia yo...- se quedó callado y me abrazó contra su pecho al principio me puse tensa, por miedo a que a que la cercanía pudiera ponerle en peligro, tampoco estaba acostumbrada a este tipo de contacto o intimidad; pero el latido de su corazón fue relajándose lentamente
-No hace falta que digas nada- mi mejilla estaba sobre su pecho y oía su corazón con total claridad y como la sangre corría por sus venas
No quería pensar en nada, en que yo fuese un vampiro y él un humano, que esto no duraría, que podría matarlo, que podríamos morir, pero en ese momento solo podía pensar en él, en como me abrazaba teniendo miedo de que despareciera ante sus ojos
-Esto es perfecto- esas palabras salieron sin previo aviso de mi boca, me quede callada esperando su reacción
-Tú eres perfecta- me dio un beso en la frente y volvió a tumbarse en la arena
-Cia tengo que contarte una co...- no terminó la frase cuando una ola nos arroyó empapándonos, nos pusimos rápidamente de pie, estábamos calados de pies a cabeza y rompimos a reír
Sin aviso Luka me cogió en brazos y se metió al mar tirándome al agua, le vi como intentaba escapar, rápidamente fui a por él apareciendo delante suyo. se asustó y cayó al agua de espaldas, yo me empecé a reí, se tiró encima mío cayendo más lejos de la orilla, cuando nos dimos cuenta yo ya no hacía pie, pero Luka si, me atrajo hacia él, enrollé mis piernas en su cadera, estábamos totalmente pegados el leve oleaje nos mecía, pude notar como su corazón bombeaba con fuerza, como su cintura se tensaba le miré a los ojos, no me hacía falta verle claramente para saber que estaba sonrojado, notaba como su cuerpo iba subiendo de temperatura, empecé a notar una presión en mi zona baja, no pude evitar sonreír con malicia al dame cuenta de lo que estaba pasando
-Perdón- dijo con un hilo de voz ocultando su rostro en mi cuello
-No tienes que avergonzarte, es natural, es humano
Es humano repetí en mi cabeza
-¿Los vampiros también...?- yo me empecé a reí, es como un niño de 5 años curioso por todo lo que no entiende
-Nuestro cuerpo funciona como el vuestro,pero ni enfermamos ni envejecemos
-¿Podéis tener hijos?- esa pregunta me pilló por sorpresa, un dolor profundo me atravesó el corazón,siempre he querido ser madre, lo intenté pero acaba como todo en muerte y no puedo volver a pasar por eso
-Luka el agua esta helada, deberíamos salir-intento mirarme a la cara, pero escondí la cabeza en la curvatura de su cuello
Sus manos pasaron de mi trasero a mi cadera y fue saliendo del agua conmigo en brazos, cuando llegamos a la orilla me fui resbalando lentamente por su cuerpo, hasta que mis pies tocaron la arena mojada
-Cia- Luka agarró con cuidado mi rostro, le miré a los ojos -No te atormentes por el pasado
-Con 700 años si me atormentara por el pasado, estaría muerta
-Cia eres fuerte, decidida, cabezota, orgullosa, extrovertida, irascible, pero también eres sensible, cariñosa, protectora, insegura, desconfiada, pero puedes confiar en mi, no te voy a dejar caer, no te voy a traicionar y no me voy a dejar matar- soltó una risa nerviosa y me agarró la cara pegándola a la suya -Lo que quiero decir es que no te voy a dejar sola
Me besó, pero me besó de una manera suave, delicada, lenta; como si fuese a romperme, me embriagaba el sabor a alcohol y a agua marina, me pegué más a él, puso una mano un amano en mi cuello y otra en mi cadera, sus manos iban inseguras, pero con firmeza, mis manos viajaron a su cuello
Nos separamos con la respiración acelerada, juntando nuestras frentes
-¿Vamos a casa?- más que una pregunta era una suplica
[...]
Entramos en casa con furia, le puse contra la pared y le quité la camiseta pudiendo ver las alas negras y los ojos que me miraban con lujuria, también empezó a desvestirme, me besó el cuello haciendo que una descarga de placer bajara hasta mi vientre, lo agarré y en un segundo estaba en la cama debajo de mi, me quedé mirándole disfrutando de él mis piernas estaban a cada lado de sus caderas, estaba deseosa de él
Le miraba y el cuerpo de ambos iba subiendo la temperatura, con cuidado me fui acercando a su cuello despacio, para observar mi reacción, me miraba fijamente sin miedo, con deseo, tenía los labios entreabiertos y estaba jadeando, por un momento me miró fijamente a los ojos y se mordió el labio; haciendo que perdiera el control, volviéndome loca, loca por tenerlo; me lancé a su cuello lamiéndolo y besándolo lentamente, notaba como su cuerpo se iba calentando bajo el mio y notaba una presión en mi zona baja, le miré a los ojos
Se quedó pálido e intento quitarme de encima, yo me aparté y se levantó rápidamente poniéndose al lado de la cama, yo estaba muy agitada el corazón me bombeaba con fuerza
-¿Qué pasa?- estaba desconcertada y dolida por el rechazo -No te he mordido, ni he tenido la tentación
-No me mates- me giré con miedo al espejo del armario para verme la cara, tenía los ojos totalmente negros con el iris rojo, lentamente volvieron a su verde natural
-No voy a matarte ¿como piensas eso?- mis ojos se desorbitaron