Solo una noche (saga N°2)

CAPITULO 24

Así seguimos hablando coordinándonos como hacer nuestro ingreso, una vez planeado decido prepararme mental y físicamente, sé que será la segunda vez que voy en su contra, pero ya no me importa un comino seguir bajo sus ordenes, de que me sirve ser Rey si el hace lo que se le dé la gana con los más altos vampiros, así que voy decido si tengo que renunciar lo hare.

 

Una vez llegamos tomamos un carro rumbo a la mansión roja, una vez que llegamos, nos dirigimos directos  al portar, mientras los soldados que reguardaban el lugar no decía nada….pues soy temible, solo hacían su reverencia,  cerca de un portal ingreso traspasando aquel espejo grande, que a simple vista parece uno cualquiera, esperando al resto al otro lado.

-confirmado, el jardín sí que da miedo, estas seguro que no es planta carnívora-dice Adan.

-no es....solo es  tu imaginación-le dijo mientras observo desde la ventana esperando a los demás, los privilegios de ser de la realeza es que tenemos portales que colindan directamente al castillo, una vez todos  reunidos ambos nos dirigimos al único lugar que lo podrían tener, al estar cerca de  la puerta principal, de ella sale música acompañado de alegrías fingidas tanto de hombre como de mujeres, causándome repulsión, lo abro ingresamos, llamando la atención de todos los presentes, algunos asen su reverencia otros se abstienen, simplemente no me importa.

 

Una vez que llego al lugar donde se encuentra mi querido …. mi abuelo, me miro escondiendo todas mis emociones.

-que agradable sorpresa Brais-me dice con una sonrisa fingida, viéndose imponente, con el cabello rubio oscuro peinado para atrás dándole un aspecto más temible, con aquellos filosos ojos rojos, no mostrando ninguna señal de amor propio pareciendo de unos 40 años, cuando en realidad ha vivido tres veces más que yo.

-sabes muy bien porque he venido-los señaló a los chicos-como también e traído a los invitados presentes-lo miro fijamente-tienes algo que a ellos le pertenece-lo desafío con la mirada, por suerte solo estamos Eduar, Amir y Adan, los otros chicos están buscando a Bella en el castillo, él no lo conoce….. Por lo que tardarán en averiguar que hay más en este lugar.

 

-no sé de qué me hablas-me dice para luego pararse-se pueden retirar-el viejo le ordena, pero no le dejare que se salga con lo suyo.

-QUEDAOS-le hablo fuerte con voz de mando-aquí presente mi abuelo a traído a la hija de mi preciado amigo-se escucha murmullo-y lo peor de todo que le ha traído a la fuerza-estoy seguro que algunos se opondrán para que no haya una futura guerra, tantos años de paz…a nadie le gustaría desecharlo tan fácilmente de seguir con la paz si se puede evitar.

-qué crees que haces muchacho-me dice acercándose a mí.

-lo que debí haberlo hecho hace mucho-le dijo sin mostrarme indefenso, si lo muestra alguna debilidad me tendrá en sus manos.

-llámenla-dice, para que algunos hombres dejen entrar a una joven de la misma apariencia, complexión y aura que reflejaba mi too cantante-especialmente la he preparado para ti. La llamo Penélope-mi sangre hierbe por su insolencia-a que es igual a la humana que trajiste hace 150 años-todo en el salón comienzan a murmurar.

-será mejor que la regreses al lugar que pertenece-le dijo por el olor es vampira, podrá ser igual  a Penélope…. pero no es ella, no huele como  ella, quizás en otro tiempo, antes de conocer a Bella, me hubiera quedado solo con ella por el recuerdo creyendo ser  infeliz, solo por su apariencia, pero ahora es diferente, tengo a alguien mucho mejor.

-sabes muy bien que nadie aquí la aceptara, es una raza diferente a la nuestra, se te prohibió una humana y LO VOLVERE A PROHIBIR A UNA PERRA-esto último lo dice fuertemente.

-pues que coincidencia o lo aceptas a ELLA O RENUNCIO A SER REY-me enfrento, causando asombre incluso a los propios chicos que me miran anonadados, créeme cuando dije que venía a todo, era a absolutamente todo

-no lo harías-me mira reflejando ira pura.

-si lo haría, ya una vez la perdí a ella, esta vez no pienso perderla-dejo de mirarle para volver mirar a los vampiros presentes, la mayoría ancianos de sangre pura antigua, con ellos es suficiente-hace 150 años perdí a mi too cantante, por estupideces de ideas racista, me deje llevar como muchos tenemos por pensamientos que somos supremos a muchos otros, cuando en realidad no somos nada, no apreciamos a las personas .....a nuestra alma destinada…… ella era humana, la ame, la lastime incontables beses….todo por seguir los pasos de mi abuelo, me arrepentí y aun lo  sigo haciendo pero ahora que la vida me ha dado segundas oportunidades no la pienso desperdiciar-aclaro mi garganta alzando la voz-SOY MATE DE LA HIJA MENOR DEL ALPHA EDUAR, LA AMO Y SI  NO LA CEPTAN, ESO QUIERE DECIR QUE TAMPOCO ME ACEPTAN, POR ESO HOY DELANTES DE TODOS Y DEL ANTIGUO REY, RENUNCIO A MI PUESTO DE REY REGRESNADOLA SU CORANO A MI ABUELO, ME VOY…-los observo todos los demás-PERO SI ALGUIEN ESTA DISPUESTO A SEGUIRME, SON VIENVENIDOS, PERO DE UNA VEZ LOS ACLARO, SI SE VIENEN CONMIGO TAMBIEN ASEPTARAN MI REGLAS-termino de  hablar mirando a mi abuelo.

-Ese camino elegirás-me dice un poco reprendido pero a la vez molesto, como si me importara.

-ya lo oíste-le dijo, escuchando la puerta principal abrirse abruptamente, viendo a BELLA junto a mis amigos y una niña vampira asu lado….o eso creo, para después correr asía nuestro lado, su padre pensó que iba con él a abrazarlo, abriendo su brazos cuando se viene directito a mí, yo gusto le abro mis brazos recibiéndola , poniendo mi rostro en su cuello absorbiendo su  delicioso olor.

-tío viniste por mí- me dice mientras besa mi mejilla, mientras todos nos observan.

 

 

BELLA

 

 

 

Me remuevo sobre mí un incómodo lugar, abriendo mis ojos lentamente, viéndome un lugar completamente diferente, la pared sucia, la puerta de fierro todo oxidado, me doy cuenta que me encuentro en el suelo, ensuciando mi ropa  que llevo puesto, no hay ventana sintiendome un poco sofocada, realmente el ambiente es un poco tenso, a lo legos escucho pasos ….pequeño pasos acercándose, lo que me pongo alerta, colocando contra la pared, para estar lo más legos posible de la puerta.




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