Solo una oportunidad

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"VIVIENDO CON LOS ENEMIGO"

Ya tengo 16 años. Varias profesoras me decían que ya era toda una señorita, solo les agradecía, soy toda una señorita con unos kilitos de más pero no me importaba eso, pero para mí madre eso era una tortura.

Lo que me importaba es que cada día me siento la peor persona, cada día es más miserable que el otro y el único refugio que tengo son los libros ya sean físicos o en PDF y el arte, aunque mi madre me diga que no tengo talento o que solo pierdo mi tiempo, no dejaré de hacerlo ni ahora ni nunca, es lo único que me mantiene en pie. Ahora me encuentro en mi cama con el celular, es el único artefacto que cuido bastante además del laptop claro, es sábado, pero como es de mañana aún no tenía hambre, así que decidí leer en wattpad, me ayuda a relajarme y de paso hago lo que me gusta

—de nuevo con esa tontería— hablo mi mamá mirando desde la puerta —ya me cansaste, nada haces en esta casa, un día que me provoques cólera, agarraré esa cosa y lo romperé— me grito.

—hago cada cosa que me dices y más, ¿Que más esperas de mí? — le pregunté.

—que seas perfecta, solo así dejaré de joderte— dicho esto salió de mi habitación

¿quién entiende a mi madre? Ahora hasta por leer me grita, le expliqué muchas veces que sí tengo el celular en la mano es porque lo uso para leer, pero para ella todo está mal, sin duda dije que no lloraría.

Hace días atrás me prometí que no lloraría más por mi mamá.

Pero me resultó imposible, derramé algunas lágrimas, solo algunas, me di ánimos

"tú puedes Elisa" me dijo mi conciencia.

Decidí darme un baño para relajarme y así estar bien, para poder ir a preparar el desayuno. Luego revise si tenía tareas y no, no tenía. Eso era muy bueno.

Así que de nuevo leí en wattpad ya que no tenía muchos libros en físico, últimamente están muy caros.

Pasaron como dos horas y no sé en qué momento ni cómo pero mi hermano entro a mi habitación de manera violenta.

—¡Dame tus audífonos! — grito mi hermano.

—¿Perdón? — eso me confundió.

—que me des tus audífonos, ¿Que no escuchas?

—no— dije sin mirarlo, debía entender que son mis cosas

—me los das por las buenas o por las malas, tú decides— grito de nuevo. Sin duda no le daría mis cosas

—ya te dije que no, son mis cosas— repetí segura de mí misma

—dame— volvió a pedir.

—no.

—no me hagas querer pegarte como la última vez— hablo amenazante

—¡no te voy a dar MIS Audífonos! — remarqué el mis

—me va a importar un pepino si te llegó a matar, me vas a dar esos audífonos, hazlo por tu bien estúpida.

—te dije que no— grite.

No sé cómo paso, me dio un empujón que terminé en el suelo por la sorpresa y me golpeé con el borde de la mesa de noche que tengo y cuando levanté mi mirada ya lo vi queriendo darme una patada.

Su mirada era aterradora. Parecía que me quería matar. Sentí miedo mucho miedo. Dejé que me quitará los audífonos y empecé llorar.

—Miguel deja tu hermana— le hablo mi mamá y se fue de la habitación.

No hizo nada por defenderme o algo así, le dio igual.

Jamás entenderé porque me tratan así.

¿qué fue lo que le hice a ambos?

¿Qué hice para que me traten así?

Solo tenía algo en mente.

<vivo con los enemigos>.

Asustada salí a un parque a tratar de tranquilizarme, no podía ir a la biblioteca por qué estaba en remodelación y hoy no les cocinaría, comí algo en la calle y cuando ya estaba oscuro decidí regresar a casa. Cuando llegué caminando a la puerta vi a mi vecina una mujer de 17 años muy guapa con un cuerpo que modelo y ¿su novio?, Si seguramente sí era su novio, varias veces los veía juntos o besándose, pero no había visto su rostro hasta hoy, las veces anteriores siempre estaba en su auto y Dios, era tan guapo, muy guapo a pesar de ser de noche, estaba muy iluminado y vi sus ojos esos hermosos ojos verdes azulados o al menos eso me pareció, no sabía decidir bien el color, pero muy hermoso.

—se te perdió algo o qué— dijo mi vecina solo así fue cuando me di cuenta ambos estaban mirando, sentí mucha vergüenza.

—no nada, disculpen y permiso— respondí y me di vuelta y rápidamente ingresé a mi casa y subí corriendo a mi habitación y desde ahí los seguí observando, pero ya con mucho cuidado, no sé por qué no podía dejar de mirarlos, sin duda eran el uno para el otro ella hermosa con cuerpo de Barbie y el hermoso con cuerpo de Ken.

Genial tengo como vecinos a Barbie y Ken, pero apresar de todo eso no podía quitarme esa mirada, no cene para no ver a mi hermano o a mi madre, solo lleve frutas y jugo, a pesar de que casi no comía, seguía manteniendo esos kilos de más, ya no sabía qué hacer para bajarlos y aprendí a vivir con ellos, me di un baño, me coloque el pijama y puse un poco de música.

"Macarena tiene un novio que se llama

que se llama de apellido Victorino

y en la jura de bandera del muchacho

se la dio con dos amigos

aaahe!

Dale a tu cuerpo alegría Macarena

que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena

dale a tu cuerpo alegría Macarena

eeeh Macarena.... aaahe!

Dale a tu cuerpo alegría Macarena

que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena

dale a tu cuerpo alegría Macarena

eeeh Macarena.... aaahe!"

Me puse a bailar y a cantar en voz baja para no llamar la atención y así evitar que me griten y luego de media hora o más apagué la música, y decidí dormir me sentía muy cansada tanto física como mentalmente.

Al cerrar los ojos esa mirada se apoderó de mis pensamientos y tal vez de mis sueños




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