Solo una oportunidad

29

“FELIPE, FELIPE”

El cuerpo humano es sabio, sabe reconocer aquellos olores o sensaciones que te traen recuerdos de aquellos buenos momentos

Uno siempre reconoce donde es feliz o quién es el causante de tú felicidad.

Y aquí estoy yo sentada en la tumba de mi madre mientras un aroma conocido se me hace familiar.

—¡Steven!— grite de la emoción y lo abrace, las lágrimas estaban cayendo cual cascada, aún no lo creía, él estaba aquí

—Hola mi Elí, ¿Cómo te sientes?— dijo correspondiendo al abrazo mientras me consolaba.

—Ni idea, no lo sé exactamente, es difícil de explicar— dije mirando al cielo para posteriormente mirar a la tumba de mi madre.

—tranquila, el tiempo pondrá todo en su lugar, solo sigue luchando— toco mi cabello sutilmente.

—y ¿Por qué volviste? Pensé que estabas en Italia— pregunté muy curiosa.

—¿Qué? ¿No me queréis aquí?— y si señores su drama apareció.

—no, no es eso, solo estoy sorprendida— y era verdad, pero el que esté aquí compensa todo.

—lo sé, es solo una broma, venga vamos te explico con calma— dijo sin más y empezó a caminar, pero al ver no lo seguía me quedo mirando.

Solo lo mire y volvió a hablar.

—tomaremos café, ven o si no hay nada— sí que sabía cómo convencerme

Dicho esto, me paro más rápido que un rayo lo sigo. Di una última mirada y salimos, nos fuimos a mi casa y se ofreció a preparar el café mientras tanto yo buscaba unas mantas ya que hacía frío.

—y bien, ¿Que te trae por aquí?— le pregunté mientras daba un sorbo del café.

—Erica me llamo, me contó lo que pasó con tu mamá, aún no lo creo, fue algo tan repentino y decidí hablar con mis padres y ambos aceptaron que viniera por unos días, siempre y cuando no descuide sus estudios, pero como yo aún no empiezo las clases y ya me gradué literal, me quedare unas semanas más.

—¿es enserio?, si eso es verdad, fue tan repentino. ¿Puedes creer que intentaron asaltarla y ella se resistió?

—¿Asaltar a tu mamá?, ¿Pero tú mamá siempre decía que dejáramos que nos asalten?— se notaba confundido y yo lo estaba.

—lo sé, es raro, mi hermano sabe más del tema, pero por ahora no quiero saber nada— y con eso terminamos la conversación.

Se quedará en mi casa todo el tiempo que él quiera, mi hermano no se opuso ya que casi nunca está, siempre pasa tiempo con su novia.

estaba mirando al techo ya que es lo único que hago últimamente,  no eh querido ir a clases y el director me otorgó un permiso especial, no voy a clases, pero presento informes, trabajos etc. y recibo las clases de forma virtual.

tocaron a mi puerta

—Elisa— me llamó — sé que estás pasando un mal momento, pero unos amigos me han invitado para salir y quería saber si ¿vamos a una fiesta? Se que no es el momento— se le notaba nervioso.

—no creo que sea prudente, no ha pasado ni un mes, y no quiero que me vean como una mal hija— dije

—entiendo— estaba por salir cabizbajo

—Steven, sé que estará mal, pero necesito distracción, así que vamos.

A él se le iluminó el rostro y fue a cambiarse.

Mientras tanto, yo decidí darme una ducha y al salir seque mi cabello y me di cuenta que se formaron unas ondas, mi madre cuando ondulaba su cabello, era muy hermosa, luego de ello me quedé mirando a mi ropero, no sabía que ponerme así, de hecho era la primera vez que voy a una fiesta y es la primera a la que me invitan, opté por un pantalón negro a la cintura, por mi peso tenían las caderas un poco grande y el pantalón que me puse las resaltaba más y opte una blusa blanca con un escote pequeño en la espalda que resaltaba mis pechos y unos tacones negros no han altos.

—Elisa, baja rápido, se nos hará tarde— Steven me llamo y me fijé en la hora y ya eran pasadas las 9.

—voy— grite y cuando llegue a la sala él se volteó dispuesto a hablar, pero se quedó mudo y simplemente me quedo mirando.

—¿Qué?— dije, me sentía cohibida, tal vez no debí vestir así.

—¿Dónde está Elisa?, Tú no eres Elisa, ¡Elisa baja ya!— dijo el algo desconcertado

—si soy yo idiota, está ropa me la compro mamá y nunca me las puse hasta ahora— dije riendo.

—si ya lo veo, venga, vamos— dijo riendo.

la fiesta sería en la casa de uno de sus amigos.

Al llegar a la fiesta se notaba que había muchas personas, pareciera que toda la escuela estaba aquí y mucho alcohol.

Mire con desagrado, no soy mucho de tomar alcohol, pero ni modo, ya estaba aquí.

—es la fiesta de un amigo, son unos locos, pero pase lo que pase no tomes del líquido amarillo, entiendes— me dijo severo.

Asentí como niña buena y entramos. Muchas personas me miraron sorprendidas y era más que obvio no soy de vestirme con escotes ni tacones, sin embargo, me sonrieron como dándome apoyo y siguieron con lo suyo. Y en un descuido me separé de Steven.

Divisé entre todas las personas a Barbie y Ken, pero los ignoré. después de que me dejo para ir a ver a su papá no lo volví a ver y al parecer no hacía falta.

Algo asustada y ¿dolida? tal vez, caminé afuera de la casa y me senté en el jardín mirando la noche. Al parecer fue muy mala idea venir, además de que no tenía con quién hablar, tal vez debería irme.

—¿hola?— dijo un chico.

—¿Hola?— respondí igual

—es la primera vez que te veo por aquí ¿Quién eres?— preguntó curioso y aún sin mirarlo respondí.

—Soy una persona de carne y hueso ¿O tengo cara de bruja?— respondí algo incomoda.

—uhmm, en todo caso serías una bruja muy sexy— al escuchar eso volteó sorprendida por su comentario y visualice un chico alto de ojos marrones, piel blanca y sonrisa encantadora.

—aja, claro— respondí con sarcasmo, lo que tiene de hermoso lo tiene de tonto.

—te escuché— dijo riendo.

»miércoles pensé en voz alta«

Y como era de esperarse estaba completamente roja y agradecía que fuera de noche.




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