Solo una oportunidad

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“BESO FRENTE AL MAR”

mi mente estaba concentrada en cómo la noche estaba oscura, después de las preguntas y respuestas ya nadie dijo nada. No quería hablar solo disfrutar de este lugar.

Cuando llegamos a la playa, fue algo maravilloso, a pesar de la oscuridad de la noche, era un espectáculo digno de apreciar. Felipe no decía ni una sola palabra, y yo solo deje que el olor del mar inundará todo mi ser, adoro con todo mi ser el olor del mar, ese olor es algo maravilloso, toda la naturaleza lo es.

—Ela— dijo Felipe, no le hice caso.

—Ela— nadie me había llamado Ela, así que lo mire mal y creo que dio efecto, escuché que hizo un amago de toser y cambio el nombre.

—Lisa— me llamo de nuevo, no sé por qué, pero pensé en Matías, en como mi nombre es sus labios sonaría tan maravilloso, sonaría a realeza, quizás sea el efecto del líquido amarillo o sea yo, pero sería magnífico escuchar a Matías llamarme Lisa.

—Lisa— volvió a llamar. esto se tornó incómodo.

— Si dime...— el pensar en Matías me desconcertó un poco.

—Elisa quisiera saber el ¿por qué decidiste venir conmigo?, estaba Steven, perfectamente podrías irte con él, pero mírate, estás aquí— eso me tomo por sorpresa ni yo lo sabía porque había venido con él.

—No, no lo sé..., estaba enojada con Steven y yo quería desquitar me con él y sabía que preferirte a ti, lo enojaría más— me senté en la arena y el hizo lo mismo

—entiendo, entiendo que eso lo enojaría más ¿pero venir con un chico que apenas conoces?  

—lo sé, no pensé en los errores y si ya no quieres estar aquí conmigo dímelo y me voy—. esto ya me estaba molestando.

—no, no es eso, es solo que pudo haber sido otra persona, pero estas aquí, conmigo.

—si lo sé, pero...— paso lo que menos creí que pasaría, me beso, mi primer beso me lo dio un desconocido. un beso con fondo en el mar.

"—¿qué estás haciendo? vámonos"— me grito mi conciencia y sin protestar accedí.

—me voy— dije mientras me separaba de él, no había permitido que el idiota de Darwin me besara y yo permito que me besara Felipe, yo no soy así y ya no pensaba permitir que pasta nada más, además de que me besara, podría ser que me sacará información, o algo así, en el fondo tenía razón en algo.

yo era una idiota por permitir eso.

no lo pensé más y empecé a caminar rumbo a la autopista y vi a su camioneta, sabía que él había déjalo las llaves puestas, ya que no demoraríamos mucho, sin pensarlo más.

Subí a su camioneta y no me importo dejarlo a mitad de la nada. él no tenía por qué besarme. encendí la camioneta, sabía manejar por qué mi papa me enseñó una vez, antes cuando teníamos carros y camionetas, antes de que Karina muriera y aprendí mucho más, cuando me llevo a un paseo y me dejo conducir.

escuché que me llamaba, pero no me detuve, solo aceleré y ya en el camino a mi casa sentí unas ganas inmensas de llorar, me sentía mal y gracias a él, todos me lastiman, se suponía que mi primer beso lo daría con la persona a la que yo amara, a mi primer amor, pero no fue así, mi primer beso fue con un chico que conocí hace menos de 5 horas. las lágrimas amenazaban con salir y en un descuido mío, solo sentí un impacto y lo único que vi fue un árbol.

*NARRADO POR STEVEN*

No podía creer lo que hizo Elisa, dejarme por un desconocido. Y estando bajo los efectos de alucinógeno.

—sigues preguntándote por qué Elisa prefirió a Felipe, sabiendo que su poder de convencimiento sobre pasa todos los límites, además te recuerdo que está bajo los efectos de ese líquido— dijo Lucían.

—es que no puedo creerlo, Elisa no es así, no debí traerla, ni menos dejarla sola.

—si claro, te recuerdo que ni bien viste a la morena esa te fuiste como perrito faldero.

—no debí hacerlo, pero la vi y pensé en Erica, maldición no contesta su celular, tiene que darme una buena explicación y encima esta vestida así, no puedo aceptarlo.

—pues deberías hacerlo, debes aceptar que está creciendo y sus ideales cambian y en cuanto a Erica, tú fuiste el idiota que le dijo no y a Elisa ella ya está lo suficiente mente grande para decidir que se pone o que no se pone, es su decisión y tu ni puedes hacer nada ya que al fin ella es solo tu amiga.

—sé que es mi amiga, y me preocupo por ella.

—así como te preocupas por Elisa, debiste preocuparte por Erica.

—ya no la metas por favor.

—no jovencito, ahora me escuchas, ella te confeso que te quería y a ti también te gusta y tú de idiota le dijiste que no y se perfectamente que te gusta, pero tienes miedo.

—si maldita sea si tengo miedo, ¿y si la lastimo y si no puedo hacerla feliz?

—Steven te recuerdo que ya la lastimaste al rechazarla, lo hiciste y de la peor manera.

«golpe bajo»- pensé

—deja de darle tantas vueltas al asunto, ya te va a llamar— me dijo Lucían.

—yo no puedo hacerlo, esta tan mal, perdió a su mamá, así que iré a buscarla— dicho esto salí, pero Stephanie me intercepto.

—¿ya te vas guapo? — me pregunto seductoramente. —podríamos repetir lo mismo de esta noche y llegar a más.

—sí ya me voy a ir y no me busques más.

—¿por qué guapo?, no te gusto el tiempo que estuvimos juntos, nos la pasamos bien.

—fue un estúpido error haberme acostado contigo y ya supéralo y sueltamente— y subí a la camioneta de Lucían.

Tenía que encontrarla cueste lo que cueste por su bien y por el mío, porque si no la encuentro soy hombre muerto ya que su hermano me mataría.

Y en cuanto a Erica, después hablaría con ella, no puedo perder su amistad y la voy a recuperar así sea lo último que haga.

 




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