Solo una oportunidad

33

“INVITACIONES Y ALGO MÁS”

Luego de mi accidente y la discusión con Steven, el doctor me dijo que me quedaré dos semanas.

Genial dos semanas en este absurdo hospital. Lo bueno es que la enfermera que me atendió la otra vez, de nuevo será la que me cuide, ella si es agradable.

Steven ya no vino a verme desde que le grité así que llamé a Erica

Llamada telefónica.

-diga

-Erica soy Elisa.

-hola nena. Disculpa que yo vaya a verte ya sabes los exámenes y no me gustan los hospitales.

-si lo sé, descuida, y sabes algo de Steven.

-no se mucho y hasta donde sabía ya está de vuelta en Italia.

-enserio.

-sí, lo siento, debo colgar saldré con mis padres a ver lo de la graduación, te informo cualquier cosa.

-si gracias.

Fin de la llamada.

Felipe se contactó conmigo se enojó mucho por su camioneta.

Llamada telefónica

-hola.

-Elisa, soy Felipe.

-ho… hola, ¿qué diablos te hice para que salgas así? Destruiste mi camioneta.

-me asuste lo siento.

- ¿Por qué te bese? es enserio.

-nun… nunca me habían besado.

-oh lo siento.

-descuida, dime cuanto salió la reparación de tu camioneta para poder devolverte el dinero.

-no, descuida un amigo tuyo ya me pago y quedo como nueva.

-Un amigo ¿Quién? ¿Steven?

-Steven no, fue otro, pero no dijo su nombre.

-oh bueno debo colgar.

Cuídate

Fin de la llamada

Le ofrecí pagar la reparación y dijo que ya lo habían hecho.

¿Quién habrá sido?

No sé quién, pero fue mi héroe no sabía cómo pagaría tantísimo dinero por su camioneta. No tenía mucho dinero.

Mi hermano vino unos días después lo entiendo por su trabajo o eso me dijo, y con papá es igual.

Hoy es miércoles nadie me viene a ver mis amigos del colegio están en exámenes y viendo lo de la graduación, el director se contactó conmigo y dijo que por ser yo pasaría el año bien, no con notas sobresalientes. No sé ni por qué lo hizo, pero le agradecí.

Estaba por dormir cuando tocan la puerta.

—adelante— no mire quien era

—Elisa— era Matías, estaba sorprendida.

—Matías que sorpresa, adelante, toma asiento— pero lo que hizo me tomo por sorpresa, se acercó y me dio un beso en la frente.

Ese detalle me hizo estremecer de pies a cabeza.

—¿Cómo te sientes?

—ya estoy mejor, aunque estoy aburrida.

—lo imaginó, no me llamaste.

—tengo vergüenza — admití.

—Elisa, Elisa no tienes que tener vergüenza, yo no muerdo.

Lo que dijo me dejó por un rato en las nubes.

—lo haré, te llamaré en su tiempo.

—bien, hora me vas a explicar, ¿Por qué te fuiste con él? ¿sabes que pudo ser peor? Te pudo matar o algo peor.

—¿tú también con eso?, fue un error ya basta, ya aprendí la leccion— ese tema me tenía cansada.

—me preocupo, por eso, y lo que hiciste está mal, espero no se repita.

Yo solo asentí, toda acción tiene su reacción y yo tuve la peor parte.

Nos quedamos en un silencio algo incómodo y recordé que la deuda de la camioneta y él podría ayudarme a averiguar quién fue

—oye.

—dime.

— ¿me puedes ayudar a averiguar algo?  

—claro.

—cuando me accidente la camioneta en la que estaba sufrió muchos daños y cuando quería hacerme cargo me dijeron que ya estaba todo arreglado, me podrías ayudar a averiguar quién fue el pago.

—Elisa, quiero decirte que yo pagué para que arreglaran la camioneta de ese tipo— dijo sin preámbulos.

—¡¿Qué?!, No puedes— dije algo asombrada.

—si puedo y por qué puedo.

—te pagaré todo.

—no, te cobraré el favor de otra manera.

Rodé los ojos —de que manera.

—dentro de un mes mi familia hará una cena con muchos inversionistas y todas esas cosas, quiero que me acompañes.

—y por qué no le dices a la Barbie— oh por Dios se me escapó.

—¿La Barbie? — soltó una carcajada, —ya no es mi novia, me di cuenta que no la amo y sinceramente no la quiero es muy superficial.

—entiendo, bien te acompañaré.

—perfecto cuando salgas de este lugar iremos a comprar un vestido.

—bien...— ya les dije que odio los vestidos.

—otro punto es…

—es…

—ya estas cerca de graduarte y yo quiero acompañarte.

—oh no, no es necesario, no voy a ir.

—estás hablando enserio, es tu graduación.

—sí, pero no iré.

—por favor, hazlo por mí.

Me puso esa mirada del gato con botas y no pude negarme, soy adicta a mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos.

—de acuerdo, si iré, pero tú me acompañas.

—por mi encantado— sonrió.

—de acuerdo.

—me tengo que ir, descansa pequeña— dijo mientras me daba otro beso en la frente.

—adiós— dije en un susurro. Sonreí como una boba.

Cuando él se fue me quedé pensando en la nada y me di cuenta que tenía en la pared un espejo y me fijé en mí misma y le di la razón al doctor, había perdido peso, y bastante.

Tendría que renovar mi ropero.

Pasado las dos semanas regrese a casa. Me sentía con más energías, mi lindo y precioso gatito me recibió esta hermoso, la casa era muy grande para 3 personas.

Cuando llegó mi hermano le comenté que mejor sería vender la casa y comprar una pequeña. Acepto sin más y me dijo que mejor compara un mini departamento él se iría a vivir con su novia. La idea de que la viva con su novia no me agrado, pero bueno.

Como ya estaba de vacaciones, ya no iba al colegio así que eran vacaciones para mí y solo me quedaría la graduación, tenía medio año aún y luego a empezar la universidad.

Estaba viendo por varias páginas diversos departamentos y encontré uno que era simplemente hermoso y además era cerca de la universidad a la que pensaba ir y parecía una casa.




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