Solo una oportunidad

37

"VETE"

Después de lo ocurrido y del escándalo que armo mi tía, su mamá le dijo a Matías que habláramos en una de las habitaciones.

—hijo, llévala al despacho, ya no quiero más escándalos en mi fiesta.

—¿esta loca mujer?, debes llamar a la policía, es una asesina y puede matarnos.

—ya basta, hablare primero con ella— Matías hablo serio

—ten cuidado, tal vez te mate.

Caminamos en silencio y Erica no me soltó la mano en ningún momento.

—deberíamos irnos, ya no tienes nada que hacer aquí y menos con el— me dijo Erica

—debo hablar con él, le debo una explicación— le dije en voz baja. Nos detuvimos en una habitación que parecía un despacho.

—quiero hablar a solas con ella, espera aquí— se dirigió a Erica y acepto de mala gana, una vez adentro hablo

—¿y bien? — dijo frío

—fue un accidente, salimos a jugar en la calle, no sé cómo apareció en la otra cuadra, ya te lo había dicho esa vez en tu auto— dije con lágrimas en los ojos.

—sí, sé que me dijiste, pero no pensé que se referiría a Karina, ¿De quién fue la idea? ¿de quién fue la maldita idea de jugar en la calle? — dijo muy enojado.

—mía, fue mi idea— le grite.

—así que si la mataste.

—fue un accidente ya te lo dije, tienes que creerme, por favor— busque su mirada.

—te contaré, Karina, Karina era mi todo, era mi mejor amiga, mi cómplice, muchas veces hablamos de que de adultos nos casaríamos, tendríamos hijos, pero todo se derrumbó por tu estúpida idea, sabes cómo me sentí cuando me dijeron que murió— dijo con rabia.

—No lo sabía, ni siquiera sabía que la conocías.

—Ahora que recuerdo, tú eres la niña que estuvo llorando ese día, es porque la mataste.

Lo miré a los ojos y recordé

Flashback

Un niño se acercó a mí.

—¿está bien? — pregunto curioso.

—déjame sola— no le vi más el rostro, no quería ver a nadie más. Solo quería a Karina.

—lo siento— dicho esto el niño se fue.

Fin del flashback

—tu, tú eras ese niño.

—si yo fui el niño al que le dijiste vete y tú fuiste muy descortés conmigo.

—fue un accidente, lo lamento— dije al borde de los nervios.

—tú la mataste— el grito provoco que Erica entrara a esa habitación.

—suficiente, ¿Quién te crees tú para hablarle de esa forma? La ayudaste cuando mas no podía y ahora por un error la desprecias, yo nunca conocí a Karina, pero tu si y estoy segura que a ella no le gustaría para nada que le hables así— grito Erica —no vale la pena, el no vale la pena, vamos Elisa— dijo Erica.

—Vete, no te quiero ver nunca más— hablo Matías, antes de que yo saliera de esa habitación.

—créeme no la vera, idiota— le dijo Erica.

El ya no dijo nada, ni me miro. Sabía que al salir de esa casa tenía que olvidarme de todo y todo de esa familia, seguir con mi vida como si nada hubiera pasado. Como si nunca lo hubiera conocido.

—te dije que no vinieras— replicó la Barbie mayor con una mirada de pena.

—tenías la razón, tenías toda la razón— y murmuré antes de salir de esa casa.

Ya en el auto de Erica rompí en llanto, odiaba mi pasado, creí que lo dejé como estaba, en el pasado, pero no es así. Me equivoque.

—¿Yo la mate? — le pregunté a Erica.

—claro que no— dijo dándome un apretón de manos.

Cuando llegamos a mi casa le dije que se quedará conmigo, y así lo hizo, me consoló mientras lloraba, me abrazó cuando sentía que no podía más.

Ella es lo único que me queda. Ella y mi lindo gatito.

—Erica, ¿Y si te vienes a vivir conmigo?

— por supuesto, yo voy a estar contigo, siempre— dijo abrazándome.

Al día siguiente mientras tomaba desayuno lo pensé, Matías no me quiere en su vida así que le devolveré todo, no quiero nada de él. Busqué entre mis cosas el número que me dio Matías, era de Felipe por si pedía dinero o algo así

Llamada telefónica

- ¿hola?

-Felipe soy Elisa.

-hola bombón ¿qué pasa?

- ¿cuánto costo el mantenimiento de tu camioneta?

- ¿por qué lo dices? ya está todo pagado, no necesito más dinero.

-solo dime, por favor

-bien, como gustes, costo 3500 dólares.

-bien, gracias, estamos en comunicación.

-perfecto, adiós muñeca

Fin de la llamada

Busque un sobre para meter toda la cantidad, aún me sobraba dinero de la venta de mi anterior casa. Pero al guardar el dinero me di cuenta que me quedaba poco, tendría que conseguir un trabajo.

En el sobre metí todo el dinero y tomé la decisión de escribir una carta.

Le escribí todo lo que sentía.

—Erica, ¿puedes darle algo a Matías?

—¿Qué cosa? — pregunto curiosa.

—algunas cosas, que solo quiero que vea él.

—no estoy de acuerdo, pero lo hare, alista todo, mientras yo preparo algo de comer.

Asentí y agarre el sobre, lo cerré bien y lo guarde en una caja los dos vestidos y guarde la carta.

Erica se ofreció a dejarlo en su misma casa.

Estando sola en mi habitación pensé en Steven, aún no me había disculpado por mi comportamiento con el así que lo llamé por video llamada.

Encendí el reproductor y la música clásica me envolvió, me dio algo de tranquilidad.

Inicio de video llamada

-hola Steven

-hola Elisa

- ¿cómo estás?

-bien creo y tu

-Yo también creo

- perdóname por lo de la otra vez, fui una tonta- Hablé mientras rompía en llanto

-claro que si hermosa, te perdono, te extraño mucho

- yo también ¿Cuándo vienes?

-pronto y ¿por qué estás así?

- ¿a qué te refieres?

-estas toda flaca y toda demacrada. ¿Qué sucede Elisa?

-cuando vengas te lo diré, no me siento bien diciéndote todo por un video llamada.

- está bien, debo cortar Elisa, mis padres van a salir y debo ir con ellos.




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