Solo una oportunidad

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"UNO SOLO"

los sonidos de las aves y el bullicio de los autos hacen que me despierte, fijo mi mirada en la hora y apenas es medio día, un dolor en la espalda hace que cierre los ojos por unos segundos, siento mi cuerpo adolorido, sin fuerzas ni ánimos, solo así me doy cuenta que estoy en el suelo.

Suspiro resignado e intento levantarme y no puedo, me siento débil, estoy sola.

Luego de 3 intentos lo conseguí, con mucho cuidado me dirijo a mi habitación y descubro que estoy sola, sola en una habitación que antes me resultaba cálida.

Me acuesto con delicadeza y mi irada esta puesta en el techo. No sé cómo asimilar todo esto.

¿Qué hacer ante esto?

¿Cómo seguir con mi vida?

Steven no está aquí conmigo, todo esto es demasiado para mí.

Matías me oculto la verdad, sabiendo que yo merecía saberla.

Erica está destruida.

Mi padre ya no sé si seguirá vivo o muerto.

Mi hermano quien sabe dónde estará con su novia.

Solo me queda mi gato, pero se él no me va a durar toda la vida

No sé si podré estar en este lugar, las personas a las cuales yo quiero me lastimaron, cuando por fin creí ser feliz todo se destruyó.

¿Cómo se sobrevive ante este dolor?

Siento las lágrimas asomarse, cierro los ojos un momento solo unos minutos esperando una solución o que alguien venga y me diga todo estará bien, pero eso no sucede, escondo mi cabeza entre mis manos y siento que poco a poco el sueño me va consumiendo, me deslizo sobre la cama y por fin consigo dormir.

Siento unos brazos envolverme, los cuales me resultan familiares.

Me despierto asustada.

Es Matías.

—¿Estás aquí?, ¿Cómo supiste que estaría aquí? — Es tanta mi sorpresa y gracias a Dios que está aquí.

» oh Matías ¿qué haces conmigo? «

— Erica me dio las llaves, no te puedo dejar sola, eres muy importante para mí—. Susurro.

—tengo miedo— afirme.

—todos tenemos temores, solo deja que me quedé contigo por favor.

—aún sigo enojada contigo— le respondí

—lo se nena lo sé.

Solo cerré los ojos y me aferré a él, a mi soporte.

De alguna manera Matías se convirtió en mi soporte no sé cuándo ni cómo pero cuando estoy con el siento que puedo ser feliz y me da miedo eso.

¿Será que me estoy enamorando? me pregunte. no de ninguna manera eso no va conmigo, amar es ser destruido y yo ya estaba rota.

—perdóname, sé que debí decirte, pero no sabía cómo reaccionarias— me dijo de la nada.

—me siento dolida, es todo, toda mi vida me culpé de algo que al final no hice nada, fui tan víctima como Karina— al decir su nombre él se tensó y ese gesto me dolió. —¿aun la quieres? Le pregunte con temor.

Se tardó en responder y eso yo lo tome como una respuesta. Si la quiere.

—la llegue a querer mucho, pero no la ame.

—¿Qué? — su respuesta me dejo anonadada.

—mi padre y tus tíos siempre hablaban de que nosotros nos casaríamos, que nos amaríamos y tendrías una familia, y crecí con esa mentalidad, su muerte me dolió muchísimo, y ese ya que cruzaos palabras, si hubiera sabido que tú eras esa prima a la cual ella amaba, estoy seguro que todo hubiera sido distinto—

Yo no dije nada, simplemente me acerque a él y lo abrace y el muy gustoso me respondió con caricias en mis brazos.

Estuvimos en mi cama por no sé 4 horas tal vez, simplemente dándonos apoyo y, pero nada dura para siempre y él se levantó cuando mi estómago hizo su acto de presencia.

Fue a buscar comida mientras yo me daba un baño. Al salir sentí mi cuerpo más relajado.

Mientras buscaba mi ropa, recordé ese día en el que nos besamos. Fue mágico y sincero. Si bien antes me habían besado, no sentí como ese día

No sé de relaciones amorosas ni nada de eso, pero ese día sentí algo nuevo algo único, esa famosa electricidad que mencionan en los libros de amor.

No sé si Matías sienta la mismo, pero me gustó ese momento, eso fue algo muy intimo

Mis pensamientos son interrumpidos de nuevo por Matías. Sin querer el topo la pequeña campana que se encuentra al costado de la puerta.

Él se quedó en la puerta mirándome, analizándome, como si memorizara cada centímetro de mí.

Yo simplemente lo mire y no sé cuándo ni cómo mis pies empezaron a caminar rumbo a él. Pasos lentos y temerosos, dudando de lo que estaba haciendo.

Cuando estuvimos cara a cara solo deje que mis impulsos decidieran por mí.

Me arme de valor y me acerque a su rostro y lo bese con toda la inexperiencia que tengo sobre besos, yo justamente yo lo estaba besando.

Al principio no sabía si responderme al beso o no, eso me dolió y cuando ya estaba por separarme el sostuvo mi cabeza y el beso de volvió más posesivo, más demandante

La pasión salía a flote y el ambiente se tornó cálido, sus manos bajaron a mi cintura y me apego a él.

» diablos, esto se siente tan bien «

Mis manos fueron a su cuello. Para hacer este momento más íntimo tal vez

Sus besos bajaron a mi cuello dejándome un recorrido de pasión. Sentía mi piel arder con cada beso.

Tomé impulso y enrollé mis piernas a su cuerpo, el ágil me atrapo y me condujo a la cama, a la cual suavemente me deposito en ella y antes de que me quitara la toalla me miró.

Me miró como pidiendo permiso y yo no perdí el tiempo, como pude me saqué la toalla y mis nervios se notaban.

—podemos parar si gustas— Matías me habló con cierto temor y tal vez con algo de excitación

—solo continúa— no sé dónde saque el valor para decir eso.

Era la primera vez que estaba expuesta ante un hombre.

Me volvió a besar, demostrándome toda la pasión que había entre los dos y de esa manera fuimos uno.

Ambos nos complementamos.

Me entregué a él en cuerpo y alma.

Esa noche fuimos uno solo.




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