Solo una oportunidad

CAPITULO EXTRA - ELISA

 

Uno de los pequeños placeres de la vida es dormir, sin embargo, cuando tienes hijos o esposo, esos pequeños momentos se pierden por la eternidad, por lo menos la mayor parte del tiempo.

Son exactamente las 4 am y uno de mis bebes, llora desesperado por su alimento y aquí va una, toda despeinada, con el pijama desordenado y con el pecho que le duele a cumplir esas necesidades básicas, aunque no me puedo quejar, son mi razón de ser, son por lo que sigo luchando.

Hay ocasiones en el que los fantasmas del pasado me vuelven a asechar y a veces suelo sucumbir a ellos, no lo hago apropósito, pero aún me lastiman y sobre todo dejo que me lastimen, y eso de alguna manera me enoja, hace pocos meses visite a mi tía, que, por cosas del destino, estaba en prisión cumpliendo una pena por secuestro, asesinato y daño psicológico, efectivamente, mi tía fue la que me mando a secuestrar y sobre todo la culpable de la muerte de mi mejor amigo, de Steven, ha pasado ya tiempo y la herida aun no sana, no del todo para ser más prácticos.

Aún recuerdo sus palabras:

FLASHBACK

Ingresar a esa prisión y sobre todo a la zona de visitas me daba escalofríos, pero necesitaba respuestas y no me daría por vencida. La vi acercarse y era sorprenderte como a pesar de estar en prisión se veía bien arreglada y dichosa.

—hola tía.

—pero miren a quien tenemos aquí, la dulce Elisa viene a visitar a la familia.

—basta tía, no estoy aquí porque te extrañara, estoy aquí porque necesito respuestas.

—vaya, ahora te vas por todo o nada.

La miré solo unos segundos y comencé.

—¿Por qué me hiciste todo esto?, ¿por qué acabar con la vida de una persona inocente? ¿Por qué hacerles daño a muchas personas?— necesitaba saber qué es lo que le paso por la mente para hacer esa atrocidad.

—Elisa, Elisa, Elisa, oh dulce ingenua. Me debías una vida, tú te llevaste a mi Karina y yo me encargue de llevarme a tu Steven. Ya sabes una vida por otra. Además, ese muchacho era un dolor de muelas.

—Sabes muy bien que yo no fui la culpable de la muerte de.

—¿Lo dices por el hecho de que un hombre intento hacerle daño? — hablo interrumpiéndome.

—Si, a eso me refiero.

—Ja, sigues siendo ingenua y estúpida, pensé que a pesar de los años serias más inteligente, pero no,  me equivoqué, que el hombre ese le quisiera hacer daño fue lo secundario, si tu fuiste la de la idea de la salir a la maldita calle, así que sigues siendo tan culpable, como él y eso ni con un millón de años lograras borrarlo.

—Eres cruel, demasiado para ser verdad. ¿Por qué eres así?

—Querida viene de familia. En nuestra sangre corre la maldad— en su rostro se plasmó una sonrisa malévola.

—Lo sé, esa crueldad también corría por la sangre de mi abuela, corría por la sangre de mi madre, pero sé muy bien que ella me amaba, muy en el fondo.

—El amor es una treta tesoro, una vil mentira que a la larga te daña, te destruye como un huracán.

—¿Y tú como dices eso, si tu amabas a Karina?

—Jamás la desee y mucho menos la ame, sin embargo, Mi hija me daría el mejor futuro, riquezas invaluables. ¿Crees que la tuve por que la amaba?

—¿A qué te refieres?— estaba confundida y no creía en sus palabras.

—ay niña, tu tío era una de las personas más influyentes, tenía dinero, riquezas, me daba poder y me sentía la misma reina del mundo, todo estaba de maravilla, era una de las más hermosas, pero hubo una desgracia, me embarace y tu tío cambio su testamento, le dejaba todo a Karina y a mí, una miseria, yo que subiría de peso, yo que la llevaría en mi vientre 9 meses, yo que sufriría los dolores, yo que la alimentaria, tendría una miseria, la odie desde que me entere de su existencia y cuando nació desee con todas mis fuerzas que muriera, sin embargo Karina desde muy pequeña  resulto ser muy manipulable y muy hermosa, eso me genero muchos beneficios y  vaya que beneficios.

—Eres una sínica, Karina te amaba mucho.

—Y yo amaba más el poder, pero ella falleció y tu tío perdió todo, la herencia de Karina se fue a la basura y yo quede como una pordiosera, me divorcie de tu tío, y que crees, luche por sacarle todo y obtuve mucha recompensa que me siguió permitirme vivir muchos lujos, y luego falleció como un pordiosero, mi vida era la mejor, la póliza de seguros me reconforto, tanto lujos, el póker me daba más dinero de lo que imaginas, pero volviste a aparecer y tu novio ahora esposo se metió en mi camino y obviamente el imbécil de tu mejor amigo, le siguió el juego.

—Basta no quiero escucharte, eres el mal, eres el mismo diablo. Aun no puedo creer todo lo que me dices, hablar así de Karina.

—Por supuesto, seré la esposa del diablo y tu arderas en las llamas del infierno, en nuestra sangre vive la maldad y tu pronto lo sacaras a relucir, guardias se acabó la visita.

Vi cómo el guardia se acercó y la llevaba, pero antes de cruzar la puerta volteo.

—Querida, espero que tus lindos bebes se cuiden del mal.

Eso me dejo helada, apenas había descubierto hace unos días que estaba embarazada, y aun no entendía como ella lo sabía. Su sonrisa sínica era lo último que veía.

Sali a toda prisa y sabía que ya no volvería a ese lugar, camine y vi que mi persona favorita, ya me esperaba, sin decir nada solo me abrazo y me reconforto, sus abrazos siempre eran mi consuelo.

—Pase lo que pase, siempre te amare mi Elisa.

—¿Cuándo acabara todo esto? ¿Cuándo dejaremos el pasado donde debe estar?

—Tiempo al tiempo mi niña y juntos lo haremos.

FIN DEL FLASHBACK




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