Solo Una RazÓn [entre fantasmas]

Capitulo 2.

No se cuánto tiempo llevo aquí pero se que nunca saldré, esto se a convertido mi casa. El sótano justo en el sótano es donde duermo pero no crean que duermo con comodidades no es que justo aquí no hay nada, cama no, muebles no, cajas no, simplemente está la luz y hojas (periódico) y entre tantos papeles es donde duermo.

Primer día no e comido nada pero e de admitir que no tengo hambre, casi nunca tengo hambre pero cuando me dan comida no desaprovecho.
La puerta se abre dejando entrar luz, luz que me quita la vista por un momento, con mis manos me tapo la cara para que no me entre la luz en los ojos, se escuchan pasos, pasos que se escuchan más cerca hasta que cesan.

Siento como alguien me toma del cabello con fuerza y me jala hasta subir los escalones y caminar hasta el principio donde el me contó lo que iba a hacerme, me suelta y caigo al suelo.
Levanto la vista y lo que veo me deja paralizada y ruego a Dios que por lo que pienso sea nada más eso un simple pensamiento. Tengo mucho miedo, el como sonríe y el como toma el cuchillo dándome a entender que esto no acaba aquí.

De una manera rápida logra quitarme la ropa y quedar desnuda frente a el, no me da vergüenza solo miedo de lo que planeara hacer.

Sonríe-¿Sabes lo que es esto?-pregunta, con la mirada mira fijamente la hoja del cuchillo que está derretida y de un color rojo.
Asiento con la cabeza-¿Sabes que voy hacer?-El camina alrededor de mi mientras yo niego repetidas veces con la cabeza diciendo que "No" mientras el solo mira mi cuerpo y puedo ver el deseo en su mirada.

Por favor que venga mamá a salvarme.

Tengo miedo.

-Te explicare-carraspeó su garganta-Cada día de la semana por dos años, claro si no mueres antes-sonríe-Tomare un cuchillo lo pondré diez minutos a fuego y haré tres simples cortadas, uno por la mañana uno por la tarde y otro por la noche y así sucesivamente le harás el favor a muchos y morirás-Cada palabra que sale de su labios lo dice con tanta calma la cual me asusta y haga que mi corazón se acelere.

Dónde está el papá que algún día me amo y ame.

Ciento un ardor fuerte atravesar mi espalda y hace nada más que grite, llore y me retuerza bajo el toque de la filosa hoja del cuchillo.
Caigo de rodillas al suelo mientras lagrimas y gritos de dolor salen de mi boca.
Lloro y grito.

Siento como hace otra cortada en mi espalda a la altura de mi cuello y grito mientras le suplico con la vos entrecortada que pare, el no se detiene y yo ya estoy total mente en el suelo tratando de conseguir aire.

El vuelve a acercarse a mi y pasa la filosa hoja del cuchillo pasándola por el costado de mi abdomen haciendo una pequeña línea que duele como no tienen idea.

Con lo poco que puedo abrir mis ojos de tanto dolor lo miro y el tiene esa sonrisa que jamás había visto pero que ahora le temo.

Siento un dolor inimaginable cuando el me toma del cabello y me arrastra levantando me mientras yo me quejo.

Ya no puedo más.

Les juro que no puedo soportarlo, sangre baja por mi espalda hasta caer en el piso mientras siento un ardor que no puedo soportar y aún no entiendo es que como tengo los ojos abiertos.
El abre una puerta y sin decir nada me toma con más fuerza y me tira por las escaleras asiéndome rodar asta llegar al frío suelo en el cual estaba hace unos minutos antes de que llegara.

Ese hombre que tanto quería, camina bajando las escaleras rápidamente y siento como empiezo a derramar más lágrimas temiendo de lo que lo vuelva hacer.

Cuando llega a mí me da una patada en en estómago asiendo que me retuerza de más dolor, encogiéndome en mi lugar respirando pesadamente.
Vuelve a golpearme dos veces más, proporcionándome el golpe en la espalda y en la cara asiéndome gritar con fuerza sintiendo como mi corazón se acelera demasiado que hasta puedo oírlo retumbar en mi cabeza.

Cierro los ojos con fuerza pensando en otra cosa en la cual no sea lo que está pasando ahora, pienso en Axel en cuanto le quiero y pensando en los momento más felices que pase con el.

Por qué todo lo que pase hoy y en el futuro jamás lo olvide.

-Se fuerte, te necesito recuerda eres una Harrison victoria eres una guerrera, pero si mueres sería el mejor regalo que puedas darme-su ronca voz cerca de mi oído me saca de mis pensamientos teniendo miedo y dolor de vuelta.

El se endereza levantándose proporcionándome otra patada en una parte de mi cuerpo.

-Eso es por ensuciar mi alfombra con tu sangre.

Por mi boca saboreo ya el sabor metálico de la sangre, creo que me desmayaré.

El con pasos lentos pero seguros sube los escalones cruza la puerta y la cierra con seguro.
Me muevo arrastrando mi cuerpo, respirando con la boca tratando de que el dolor cese por un momento y que esto no esté pasando.

Tengo miedo.

Extraño a mi mami.

Extraño a Axel.

Y

Extraño a Jackson.

Llego hasta estar encima de las hojas(periódico) para poder estar un poco más cómoda aunque eso sea imposible justo ahora, tomo una hoja de papel con mis manos las bajo lenta mente por mi abdomen y limpio la sangre que sale de la herida.
De mi boca sales jadeos y llanto por qué al pasar la hoja duele y demasiado.

-Cariño todo va a estar bien.-una voz dulce y agradable se escucha, dejo de hacer lo que estaba asiendo y miro a mi lado derecho viendo con mis ojos a una mujer demasiado preciosa, incluso más que mamá.

Sus ojos verdes miran directamente mis azules y no se por que pero su mirada me trasmite confianza.
Ella se acerca a mí y me sonríe haciendo que yo también lo haga, su mirada es relajada que por un momento y no se por qué solo la miro a ella y ella a mi olvidándome del dolor, y por un segundo todo se sintió bien.

-¿Quién e-eres tu?-susurro, mi voz se corta pero no es que le tenga miedo sino que cuando use la pregunta me moví tan rápido recargado me en la fría pared de atrás que el dolor volvió a mi de repente, logrando que más lágrimas saliera de mis ojos.



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En el texto hay: tristeza, detective, hombreslobo

Editado: 16.06.2022

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