–Sólo una vez, por favor, ¿si? una y nada más –decías entre sollozos, mientras me sostenían de los brazos, no podía dejar que se lo llevarán, esta vez lucharé –Juró que solo será una vez– le mire a los ojos–Por favor– dije en un hilo de voz, al dar vuelta,ví que lo llevaban al auto.
No sé cómo terminamos así, solíamos ser......felices. Ahora todo es distinto, antes sus ojos me mostraban cariño, aprecio, ahora en ellos refleja rencor, él no es el mismo, no es la persona que me juraba no dañarme, la persona que tengo en frente no es la misma con la que pasaba mis tardes.
Ya no puedo, me rindo, estoy cansada; al voltear, ví como se lo llevaban, en ese momento un recuerdo vino hacia mí.
"–¿Prometes luchar por ambos? yo lo haré, créeme con mi último suspiro, con cada latido de mi corazón, lucharé por ti, porque eres tú la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida– dijo con una tierna sonrisa"
"– Lo haré, nunca me rendiré, lo prometo–musite con los ojos llorosos, me beso de forma dulce. Lucharé por ti lo prometo"
¿Qué estoy haciendo? Me estoy dando por vencida, yo prometí que lucharía y que nunca me ren..diría.
–¡No se lo lleven! ¡Suéltenme! –comencé a forcejear con ese tipo que me sujetaba, en un intento de sujetarme mejor, me soltó, estúpido, es ahora o nunca–¡Esperen! ¡Déjenlo! –comencé a correr como si mi vida dependiera de eso y es así, porque sin él no tendría más razones para vivir.
Mientras corría, logre ver como lo metían en ese auto negro, no dejaría que me lo arrebaten otra vez, ahora sí lucharé, no me daré por vencida, pero...
Llegué muy tarde, el carro se había puesto en marcha.
–¡No! para por favor, detente– dije mientras le seguía.
Gire hacia atrás, veía como me seguían, ese fue mi error, no ví esa piedra que estaba en mi camino, y caí abruptamente, al querer ponerme de pie mi cuerpo no respondía, alce la vista y el auto había desaparecido.
Mi mundo cayo en ese momento, le he perdido y esta vez es definitiva, mi esfuerzo no sirvió, no hice nada para detener esto y ahora estoy aquí sola.
No puede ser, y ahora ¿qué?
¿Debo seguir luchando o no?