Capítulo 4.

-No eres estúpido- dije poniéndome de pie, me acerqué y tomé su mano- Y no debes decidir por mí.

-No lo entiendes ¿cierto?- dijo sin soltar mi mano.

-Por eso mismo, necesito que confíes en mí.

-Es demasiado peligroso.

-No me importa. Ya te abandoné una vez pero me di cuenta demasiado tarde que no fue tu culpa. Tú no eres responsable de lo que me pasó.

-Pero te hice daño.

-Pero yo también te lo hice al dejarte solo en ese momento.
Nos encontrábamos luchando por tener la razón. Yo sé que ambos hicimos lo que mejor creímos en esos momentos pero ahora es tiempo de que yo deje mi pasado y su pasado atrás porque sé que algo malo le está pasando.

Yo sólo quiero estar ahí para él.

-Será mejor que te vallas...- comenzó a caminar a la puerta.

-No. No me iré hasta que me digas todo- tome su brazo y lo atraje hacia mí. Él se dio la vuelta bruscamente y escondió su rostro en mi cuello. Logré escuchar un pequeño llanto y ahí supe que Daniell se había roto desde hacía mucho tiempo.

-Si no te vas, no seré capaz de dejarte ir de nuevo- dijo enrollando sus brazos en mi cintura.

-No me iré esta vez.

-No. Tú no lo entiendes. Te quiero a mi lado, para siempre.

-Me temo que eso no se va a poder- dije lentamente, él levantó el rostro y me miró a los ojos- Estoy comprometida- dije sinceramente para no darle falsas esperanzas. Levanté mi mano derecha a la altura de su rostro para que viera mi anillo de compromiso. Él dejo caer su mano a un costado y sin siquiera verme se dio la vuelta y dijo:

-Vete de aquí por favor...

-No lo haré- dije firmemente.

-¡Vete de aquí!- gritó, yo escondí mi miedo ante su reacción.

-¡Ya te dije que no! ¿Qué no lo entiendes?

-Si. Entiendo que ya no tengo ninguna oportunidad contigo, es por eso que quiero alejarte y permitir que seas feliz antes que mi mundo te absorba.

-Eso no va a pasar y lo sabes...

-Sólo vete- dijo con cansancio.

-Escucha- me acerqué y tomé su rostro con mis manos- No pienso y no voy a darte falsas esperanzas pero yo vine hasta aquí porque me preocupo por ti, fuiste y sigues siendo alguien importante para mí. Así que, confía en mí y dime lo que está pasando contigo. Ya has estado demasiado tiempo solo, es hora que tengas a una amiga a tu lado.

-Es demasiado largo y complicado...

-Tengo tiempo- me senté en el sofá de antes, esperé a que él hiciera lo mismo para que empezara a hablar.

-¿Recuerdas que mi papá... recuerdas lo que hacía?- asiento rápidamente- Pues, en realidad era el líder de una organización de transporte ilegal de órganos y droga... Después de aquella pelea entre tú y yo... Las cosas se pusieron muy difíciles.

-Mi papá- continúa diciendo sin mirarme-  intentó huir de la policía, luego de eso fue capturado pero escapó a donde quien sabe dónde y dejó muchísimos cabos sueltos... Ahora su organización me está exigiendo que me haga cargo.

Su voz se quiebra en la última palabra porque sé que hay algo más que no me está diciendo.

-¿Te quieren obligar?- le pregunto. Daniell asiente.

-Este tipo Jeff, se supone que era su mano derecha o algo así, vino un día y me dijo que yo soy el único con el poder para tomar una decisión en caso que mi papá no esté, también dijo que él sabía todos los secretos de mi papá y de toda mi familia, incluyendo el paradero de... de mi mamá.

-¿Y aceptaste?- no responde -¿Dime si lo hiciste o no?

-He estado manteniéndolo tranquilo, haciéndole creer que lo estoy pensando, pero no sé qué hacer- se cubre el rostro con sus manos- El tipo sabe manipularme y por saber algo de mi mamá estoy dispuesto a lo que sea. Soy un imbécil por dejarme atrapar con una excusa tan barata como esa.

Me siento a su lado, tomo sus manos y las sostengo  protectoramente- No eres un imbécil, cualquiera en tu lugar haría lo mismo. No sigas pensando eso de ti porque no es cierto, yo no pienso eso de ti.

-No lo entiendes ¿cierto?

-No como tú pero quiero hacerlo, quiero apoyarte.

-¿Y si ponen su vista en ti? Ni siquiera puedo sacarme a mí mismo de esto, mucho menos podré protegerte.

-No quiero que me protejas, quiero que me dejes ayudarte a salir de ésta. Quiero redimirme contigo por lo mal que te traté.
Acerca su rostro demasiado al mío, por un segundo siento que va a besarme porque su mirada no abandona la mía, comienzo a ponerme nerviosa, él podría besarme en cualquier momento y no sé como pueda reaccionar. Justo entonces, deja caer su cabeza y apoya su frente en mi hombro.

-Desearía que nada de esto estuviera pasando, aún si esto me permitió volver a verte, desearía que no estuviera pasando.

Acaricio su cabeza delicadamente, eso lo relaja un poco.

-Eso ya no importa, lo que necesitamos ahora es hacer un plan, uno donde no tengas que asumir ese tipo de responsabilidades.

-Hay algo que aún no te digo... Eso ya lo hice... O casi....