La siguiente reunión que tendríamos con Daniell, acordamos que sería en un bar de la ciudad. Logan aceptó ser el camarero, y yo una de las meseras. Le pedimos que se inventara cualquier excusa para ir al bar, cosa que nos costó un poco ya que, ésta vez Ethan estaría ahí con nosotros.
Gracias a Logan, logramos hacerlo en un lugar bastante desapercibido, pensé que tal vez podría funcionar lo que estábamos por empezar.
Mi turno como mesera no comenzaba hasta las siete y treinta, llegamos media hora antes para repasar el plan:
-Tú entras por la puerta trasera cinco minutos antes de que tu turno empiece- me dice Logan, mientras anota algo en una libreta- Ethan entrará a las siete y cuarenta y cinco por la puerta delantera, se sentará en la barra donde fingirán hablar por primera vez y lo guiarás hasta la bodega donde vamos a esperar a Daniell. Yo estaré vigilando por todo el local hasta que llegue. Él ya sabe que tiene que fingir que está de paso, se levantará para ir al baño de hombres y es ahí donde lo estarán esperando para sacarlo sin que se den cuenta. ¿Queda todo claro?
Ethan y yo asentimos sin rechistar, repasamos el mismo plan casi diez veces, nada puede salir mal.
-Por cierto, ¿cómo lograste que nos permitieran usar éste bar?- le pregunta Ethan mientras se anuda la corbata.
-Digamos que una amiga me debía un favor- nos dice guiñando un ojo y sonriendo egocéntricamente.
-Le deberás más si esto no sale bien- le digo seria.
-No te preocupes- su expresión se vuelve seria- Tiene que resultar.
Cuando mi turno comenzó, esperé a que Ethan entre y lo conduzco hasta la bodega que hemos apartado, caminamos en silencio sin decir ni una sola palabra. Después de conducirlo hasta el lugar, me quedo merodeando cerca de los baños para encontrarme con Daniell en cualquier momento.
Exactamente a los veinte minutos, Daniell entra por el pasillo que conduce a los sanitarios, antes de que cruce, lo tomo del brazo y le hago una señal con la cabeza para que me siga. Ambos caminamos como si fuéramos un par de desconocidos, puedo sentir sus ojos en mi espalda pero no me volteo a verlo.
Cuando llegamos a la bodega que está junto al estacionamiento, me detengo y respiro hondo, luego giro el picaporte hasta que la puerta se abre. Ethan nos mira un poco sorprendido pero se le pasa cuando Logan llega detrás de nosotros y dice:
-Rápido, tu escolta se dará cuenta en cualquier momento, puse el cartel en el baño para que piensen que tuviste que buscar otro. Así que terminemos antes que se vuelva riesgoso.
Cierra la puerta detrás de nosotros y comienza:
-Escucha, he estado investigando este par de días atrás, no tuve tanto tiempo como me hubiera gustado pero tengo lo suficiente como para comenzar. ¿Hay alguna misión o algo así que estén preparando?
-Creo que hay un cargamento de hierba que se supone que llegará esta semana- dice Daniell.
-Bien. Quédate cerca de ellos, diles que antes de aceptar, tienes que aprender cómo hacer los negocios. ¿Sabes adónde van a entregar el cargamento?
-No estoy seguro, siempre cambian el lugar.
-Me lo imaginé- Logan coloca sus dedos en su barbilla pensativamente- No quiero darte esto porque es demasiado difícil, más valioso que tu vida, tienes que asegurarte que nadie te lo va a ver, llévalo siempre contigo- Mete su mano en su delantal y saca un teléfono tipo prehistórico pero lo suficientemente discreto- Éste cacharro es de mi padre y si se entera que lo perdí me arrancará las bolas. Ten mucho cuidado con él porque es satélital, el único número al que puedes llamarme está ahí. En caso que te lo quiten, cuando comiencen a analizarlo me enviará automáticamente un mensaje para informarme y se formateará así mismo.
-¿Pero cómo sabrá cuando sea decomisado?- le pregunta Ethan.
-Reconocimiento de voz- dice Logan mientras se lo pasa a Daniell.
-Bien, déjame hablar con Jeff mañana para hacerle creer que estoy dispuesto a aprender cómo se hace.
-No hay problema, sólo avísame con tiempo para preparar algo de seguridad- le dice, luego su alarma suena, nos mira y dice: hay que comenzar a salir, yo iré primero, esperen cinco minutos y uno a uno tomen diferentes rumbos- Sale de la habitación como si nada.
El silencio que se crea entre nosotros es abrumador, nos miramos unos a otros sin saber qué decir hasta que Ethan toma la palabra:
-Lamento que nos presentemos hasta ahora.
-Oh sí- lo interrumpo- Daniell, él es Ethan, mi novio. Ethan él es Daniell.
Ambos se dan un saludo de hombres, asienten la cabeza y se miran directamente a los ojos.
-Creo que nos hemos visto en alguna parte- le dice Daniell.
-Yo también pensé lo mismo cuando te vi hace unos momentos.
-¿Ya has estado en Nueva York?
-Sí, estuve ahí por pasantía en una galería de arte.
-Espera, espera ¿En la galería de ese sujeto francés muy molesto?
-Bueno, mi jefe era francés pero no me pareció arrogante.
-Dijiste que eres pintor ¿cuáles eran los tuyos?
-Sólo lograron venderse dos. Ambos eran de-