Sólo Una vez más. [s de Soltera #2]

Capítulo 23.

Un mes después.

Hay varios tipos de sueños que nos envuelven y no nos permiten mantenernos apegados a nuestra realidad, sueños que son demasiado buenos para ser ciertos. En mi caso, mi pesadilla era mi realidad, hasta que yo la volví un sueño loco y terminé despertando en una fantasía.

La mano que se desliza por mi cintura me hace despertarme, el sol salió hace algún par de horas, no hay prisa en volver a la rutina tan pronto, quiero recuperar el tiempo que hemos perdido y no quiero que nuestro domingo juntos se vuelva una pesadilla, abro los ojos despacio y lo veo dormir, su respiración es tranquila, suspira cada cierto tiempo, hay una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

-¿En qué tanto piensas?- dice sin abrir los ojos.

-En nada realmente... Creía que estabas dormido.

-Desperté hace un rato... Pensaba faltar al trabajo para pasarlo en-

-Hoy es domingo, no tienes que ir a trabajar.

-Ya lo sabía- sonríe y me enreda el cabello- tenemos que ir a tu chequeo y los exámenes del mes pasado, todavía no me siento tranquilo, creo que es necesario que-

-Todo va a estar bien, además que yo puedo ir por los resultados mañana. No es necesario que gastes tu día de descanso en el hospital sólo por mí.

-Pero quiero ir, quiero asegurarme que todo está bien.

-Estoy bien, mírame. Ahora estamos bien- recalco abrazándolo de nuevo-... Oye, crees que...

-¿Sucede algo?

-Bueno, estuve pensando en que debería volver a la universidad, me falta muy poco para graduarme y necesito recobrar todo el tiempo que perdí.

-El semestre está por terminar, podrías regresar hasta el próximo y ponerte al día con tus clases.

-No me refería del todo a eso... Pensaba en tomar clases extra para poder nivelarme, así que tendría que vivir por un tiempo dentro del campus...

-¿Quieres dejarme solo, cierto?- dice poniéndose serio.

-¡Por supuesto que no! Es solo que perdí demasiado tiempo, quiero graduarme en seis meses, eso es todo.

-Pero yo también perdí demasiado tiempo ¿acaso ibas a recompensarme también?-dice como si fuera un niño.

-Ethan- dejo escapar un suspiro de cansancio- Voy a pasar el resto de mi vida contigo...

-Ahora comenzamos a entendernos- dice sonriendo- Pero no quiero que te vayas a vivir de nuevo al campus, sería como volver a estar solo. Ya pasé por eso una vez y... Sólo no me hagas sufrir de nuevo.

-Lo sé, lo sé. Es sólo que, tengo que ponerme al día con muchas cosas al mismo tiempo. No quiero pasar todo el día en casa cuando podría estar-

-¿Estás diciendo que no puedo mantenerte con mi salario?- dice bromeando.

-¡No! No me refería a eso, pero ambos sabemos que tengo que terminar mi carrera. Papá va a terminar en el hospital si no termino pronto y le ayudo con su negocio.

-¿No crees que es un poco paranoico?

-No cuando se trata de dinero.

-Quizá...- suspira- Quizá puedas estar de acuerdo cuando el proyecto de la galería termine, sólo falta un par de meses más. Hasta entonces tendrás que aceptar que voy a mantenerte con mi humilde salario- dice bromeando.

-Demonios Ethan, no de nuevo. Vamos a compartir los gastos de la casa ¿De acuerdo? Sólo tenemos que aprender a vivir más que como un equipo. Somos pareja después de todo ¿cierto?

-Bueno, sí pero-

-Entonces ¿por qué no vamos a desayunar a alguna parte? Incluso podríamos tener una cita hoy. Mañana irás a trabajar, el resto de la semana también y yo estaré aquí esperándote cuando vuelvas del trabajo ¿te parece?

-Me parece que quieres hacerme sentir como si todavía fuéramos novios.

-Porque todavía somos novios- le digo estirando la cobija hasta dejarlo descubierto.

-El anillo en tu mano izquierda dice lo contrario- canturrea primero- Además, podríamos no lo sé, ir por allí y escoger los regalos de boda buenos y los más feos...

-No quiero regalos feos el día de mi boda- le digo planamente.

-Sí, pero piensa en lo divertido que será salir a buscar tus propios regalos y que todos se sorprendan cuando vean lo feos que son, entonces escogerán algo lindo para ti.

-Eres como un niño- le digo sonriendo y despeinando su cabello.

-A punto de casarse- responde abrazándome.

Salimos a desayunar a una cafetería cerca del edificio. Luego vagamos por el centro comercial comprando sólo algunas cosas que necesitamos. Por la tarde decidimos visitar a sus padres quienes nos reciben muy felices por vernos tan pronto.

Al día siguiente, fui al hospital por mis exámenes de sangre. Mamá estaba en una operación y Henry no estaba de turno así que tenía que esperar a que llegara otro doctor para que me los leyera. Me senté en el pasillo cuando a lo lejos vi a un conocido caminar al final del pasillo.

Me puse de pie y corrí detrás de él hasta llamar su atención. Boris Randall; Es un doctor del hospital, pero del departamento de Oncología. El fue a la universidad con mi mamá. Se graduaron juntos y después de especializarse, el abuelo le dio la oportunidad de trabajar en su hospital.




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