Los siguientes en recibir la noticia fueron los padres y los hermanos de Ethan, ellos se lo tomaron mucho mejor que los míos, nos felicitaron y nos hicieron prometer que los visitaríamos más seguido para ver de cerca el crecimiento del bebé.
La siguiente cita con el obstetra fue mucho mejor, esta vez pudimos escuchar sus latidos y notamos un leve crecimiento. Aún nos emocionamos bastante cuando lo vemos en la pantalla. Es tan pequeño aún que nos cuesta creer que está ahí adentro.
La semana pasó volando, Ethan comenzó a tener bastante trabajo en la galería, así que todos los días se iba temprano por la mañana y regresaba justo a tiempo para cenar.
Así que mis días consistían en pasar encerrada en el apartamento acostada en el sofá todo el tiempo, ya que no podía regresar a estudiar y porque tampoco podría trabajar o hacer algo que requiera demasiado esfuerzo o tiempo.
El miércoles por la mañana, después que Ethan se fue a trabajar, el timbre sonó, lo cual me extrañó porque no esperaba la visita de nadie, me dirigí a abrir la puerta, y fue grande mi sorpresa al ver a mi nana con una maleta.
-¡Qué alegría que estés en casa!- dice dejando caer la maleta para abrazarme- Tenía miedo de venir y que no hubiera nadie.
-Nana. Qué sorpresa tenerte por aquí, ¿acaso tú...?
-Así es, si no me lo cuenta tu padre yo no me hubiera enterado nunca- me mira con reproche- así que vine decidida a quedarme con ustedes porque créeme, los primeros meses después de que haya nacido van a ser muy difíciles.
-Nana, no tienes porqué-
-Es lo que yo quiero. Quiero estar contigo, con ustedes cuando nazca y después también- la abrazo de nuevo me hago a un lado para que entre.
-Bien, entra antes que te congeles ahí afuera. Vamos a hablar con Ethan cuando llegue, no creo que se niegue. Ahora ven, vamos a instalarte en la habitación de invitados.
-Oh no, no quiero ser una molestia. El cuarto del bebé...- Tomo su maleta y comienzo a caminar hacia el pasillo.
-No te preocupes por eso, Hay dos habitaciones más que podrían ser para el bebé. Aún no lo hemos hablado, apenas estamos comenzando a prepararnos. Ya sabes que mi mamá nos tiene presionados con lo de la boda. Nos dijo que el sábado de la próxima semana habría un ensayo de boda y podríamos casarnos el domingo.
-¿Por qué un ensayo de boda?
-No tengo idea, ni siquiera sé para qué puede servir eso, pero es mejor seguirle la corriente.
Entramos a una de las habitaciones vacías, no hay nada más que un mueble y una cama sin ropa junto a una mesa con una lámpara de noche.
-Bien, creo que necesitamos salir de compras sólo nosotras dos- le digo dejando la maleta sobre la cama.
-No tienes por qué, yo no necesito-
-Oh sí. Vamos a ir porque hace mucho tiempo que tú y yo no pasamos tiempo juntas.
Tomo su mano y salimos de la habitación. Busco mis llaves y mi bolsa para luego salir del departamento. Esperamos el ascensor y bajamos hasta el sótano donde mi auto sigue estacionado.
-¿Qué tal están todos en casa?- le pregunto una vez que ya estoy conduciendo por las calles rumbo a un centro comercial.
-Todos están bien, tu hermano ha estado haciendo turnos de noche así que duerme durante todo el día, tu hermana menor fue aceptada en un internado para señoritas. Oh, Seth comenzará la escuela e principios del próximo año. ¿Qué tal has estado tú?
-Bien, me he acostumbrado a pasar mis días haciendo nada. Ethan tiene bastante trabajo estos días así que nos vemos sólo por la noche. Mi estómago crece casi todos los días, aún no se nota mucho pero yo mejor que nadie, sé que crece casi a diario.
-Por eso tu madre ha estado demasiado apurada, preparando la boda. ¿No quiere que tu vientre se note demasiado cierto?
-Me hubiera gustado esperar a que nazca, pero pensé que una vez que ya haya nacido no vamos a tener tanto tiempo libre como para casarnos y todo eso. Así que tuvimos que aceptar el ofrecimiento de mi mamá.
-Se está esforzando bastante, créeme.
-Oye, son casi dos horas y media de camino desde casa hasta acá, ¿Cómo lograste venir?
-Tomé el autobús- dice encogiéndose de hombros.
-¿Viniste en autobús desde allá? Pudo haber sido peligroso, debiste haberme llamado, así hubiera ido por ti.
-Ni pensarlo. Había estado reuniendo todo mi valor para decirle a tu madre que renunciaba porque quería estar con ustedes para ayudarlos cuando nazca el bebé, me tomó casi toda la semana decirle. Así que anoche, tuve una plática con ella y en un impulso, hice mi camino hasta aquí.
-Muchas gracias. Quiero que sepas que eres más que bienvenida, me alegra que estés conmigo porque si te soy sincera, tengo mucho miedo de lo que va a pasar a partir de éstos meses que faltan.
-Estoy segura que lo van a hacer bien. No es un delito ser padres primerizos jóvenes.
-Bien, esperemos que Ethan pueda superar esta prueba. Algo me dice que él es el que lo va a tener más difícil.