Vuelve, con cada una de tus inseguridades, regresa al lugar donde te sentiste amada.
Sabes que llevo conmigo cada instrumento para acabar apaciaguar y destruir cada una de ellas...
Reaparece con tu serenidad que dentro de mí hay una gran cantidad de caos con el que equilibramos nuestras almas. Deja que yo me encargue de todo, tú solo debes volver.
Regresa con tus noches sin dormir que tengo infinidad de caricias para darte hasta que consigas dormir plácidamente. Devuélveme esas mañanas donde éramos felices y avivabas el resto de mi día.
Ven a mí con tus miedos que me armaré de valor para ayudarte a superarlos, tú no debes preocuparte de nada más, tú solo debes volver.
Debes repatriarme tu risa, mi melodía favorita, la tonada más dulce y placentera que he tenido la dicha de escuchar. Déjame apreciar tu fragilidad, sabes que en mis manos siempre estarás segura.
Levanta el destierro de tu mirada cuya misión es evitarme a toda costa, intento dar con ella y tener la oportunidad de robarle una sonrisa, una que me calme la vida como solía ser siempre.
Pero tú, solo debes volver.