Todo lo que yo quisiera de ti, son esas cosas cotidianas, el olor de tu cuerpo, saber lo que piensas de cualquier cosa, de ti, de mí, de nuestro entorno. Que mires más allá de mi apariencia física, que me recuerdes con pasión y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de libertad. Toda una vida estaría contigo, no me importa en qué forma, ni dónde ni cómo, pero junto a ti, toda una vida te estaría mimando, te estaría cuidado como cuido de mi vida…
Ahora que ya estás convencida que te amo sentimentalmente, quiero que entiendas que también físicamente, quiero que entiendas que ansío poseer tu cuerpo, que quiero hacerlo sentir mío, quiero que sientas que me encanta. Me gustaría que dejaras de lado tus inseguridades y me permitieras verte, sentirte… Tocarte, apreciar tu desnudez. Que para tu asombro me provoca, que me hace querer hacer más de lo que ya he mencionado. Que me hace querer sentirlo más allá del tacto de mis manos, las cuales se deslizan con total libertad por la figura providencial que se te ha otorgado. O es que no has notado el deseo con los que mis ojos te observan cuando ven parte de ti desnuda? Me gustaría, con total sinceridad te digo que… Me gustaría tenerte para mí como Dios te trajo al mundo, y no solo para concebir el tener sexo contigo, si no, para poder detallar con más claridad cada rasgo de tu cuerpo, de sentir con exactitud cada punto donde tu piel sea más áspera o más suave. Quiero corroborar la imperfección que te hace humana, aunque tu apariencia sea de Diosa.
Me tomaría la molestia de pedir, inclusive de suplicar que me dejes verlo.
Que me dejes besar eso que a mi parecer, es lo más bonito que he tenido la dicha de mirar, aquello que me provoca incluso sin querer. Quiero que me dejes amar tu cuerpo, pero para ello necesito que me dejes conocerlo primero. Ni imaginas lo dichoso que me he sentido al poder desnudarte, sentí que hubiese querido hacerlo una y otra vez, y no por el simple hecho de lo que representa a simple vista, si no que he pensado en lo mucho que debo importarte o lo mucho que debes quererme para que me permitieras hacerlo.