Dichosa mi vista, que al abrir los ojos te observan y se inundan de inspiración. Eres mi numen, es por ti por quien plasmo mis letras en papeles... Papeles que luego se extravíen en el desorden de mi cuarto, el mismo cuarto que te encargas de desordenar con tu mal dormir... Escribí mientras tu dormías, te hice poesía a primera hora de la mañana, ojos cerrados y cabello alborotado, una tranquilidad inenarrable. Cualquiera que apreciara dicha imagen habría sentido ganas de escribir para ti o quizá crear un cuadro de dicha representación, mientras que yo... Me sentía como un inexperto escritor, por no saber qué debería redactar o si aquello que saliera de mi mente sería lo suficientemente bueno para describir esa mezcla entre Diosa y mundana, pero no te representaría la definición de "titán". Apunté versos sobre tu belleza, pero, no entendí que no debía escribir sobre ello, comprendí que parar al lapiz y solo apreciar la arte que representas.
Siento que no soy poeta, siento que no sé escribir... Creo que no soy nada, y tu eres todo, eres poesía, arte, música y todo aquello que genera paz y calma a los humanos.
Leí un par de veces la frase "Mujeres como ella nacieron para inspirar guerras" y la verdad no entendía porque el artista había dicho eso, pero ahora que te veo dormir comprendo lo que quiso expresar con estas palabras, hay mujeres en el mundo como tú, muy pocas pero las hay, para mi suerte me has elegido para poseer mis manos y hacerme escribir... La última mujer capaz de inspirar hombres de esta manera la conocieron como Erató también conocida como "La Diosa de la poesía".
Gracias por elegirme como tu poeta.