Ecos Del Pasado

La ciudad estaba silenciosa, con el eco de las lluvias recientes reflejándose en los charcos de neón. Alex avanzaba por los techos, sus sombras extendiéndose como alas oscuras a su alrededor. Cada movimiento estaba calculado; cada reflejo de luz era un peligro que debía anticipar.

Desde lo alto, un destello de luz concentrada cortó la noche: Luminar estaba allí, solo, observándolo con intensidad. No había agentes esta vez; el enfrentamiento era directo y personal. Su presencia irradiaba poder y obsesión, y cada gesto parecía medido para evaluar a Alex.

—Has aprendido rápido… —dijo Luminar con voz metálica—. Pero aún no comprendes lo que significa enfrentarte a alguien que ha dedicado su vida a dominar la luz.

Alex se detuvo, absorbiendo energía de sus sombras. La voz de Luminar llevaba algo más que amenaza: un dejo de historia, de años de obsesión y ambición.

—¿Por qué me buscas? —preguntó Alex—. ¿Qué quieres de mí?

Luminar descendió lentamente, iluminando la ciudad con su aura de luz concentrada. Su mirada era intensa, casi melancólica:

—Hace años, yo buscaba lo mismo que tú… poder, control, conocimiento. Pero aprendí que la luz sola no basta. Los cristales, la energía… todo tiene un equilibrio. Tú eres ese equilibrio que yo nunca logré. Por eso te observo, te pruebo… te empujo.

Alex comprendió por primera vez: Luminar no era un villano por capricho, sino alguien marcado por su obsesión, alguien que veía en Alex una amenaza y una oportunidad al mismo tiempo.

Sin tiempo para procesarlo más, Luminar lanzó un rayo de luz concentrada. Alex reaccionó al instante, extendiendo un látigo de sombras que absorbió parte de la energía y lo impulsó hacia un contenedor cercano. Las sombras se arremolinaron a su alrededor, listas para atacar de nuevo.

—Esto apenas comienza —murmuró Alex—. Pero esta vez… voy a entender cada movimiento de mi enemigo antes de pelear.

El capítulo termina con Alex observando a Luminar desde lo alto, sombras extendidas como barreras y armas, mientras la ciudad vibra con la tensión de un enfrentamiento que ya no es solo físico, sino de estrategia y conocimiento.